El triángulo de oro de Colombia se reactiva

Con la puesta en marcha de distintos programas encaminados a la reactivación de la economía desde las diferentes administraciones en la región, sumado a las estrategias desde el ámbito nacional, los gremios y el avance en el proceso de vacunación en el país, se comienzan a observar algunos resultados que pueden evidenciar algunos avances en distintos ámbitos pero que en otros casos reflejan la necesidad de acelerar algunos procesos, para encaminar dichos resultados frente a situaciones como el paro nacional y la incertidumbre generada.

Ejemplo de los avances logrados frente a los momentos más críticos de la pandemia, a inicios de 2020, son las cifras del mercado laboral para el trimestre correspondiente a marzo-mayo del presente año, que ubicaron a Pereira y su área metropolitana como la quinta ciudad con menor desempleo en el país con 15,2% y donde las tasas para Manizales y Armenia estuvieron en 16,1% y 19,3% respectivamente.

A pesar de la alta tasa desempleo en la ciudad de Armenia, que la ubicó como la séptima ciudad con mayores números, la cifra representó una reducción de 11,2 puntos porcentuales frente a igual trimestre del año 2020, mientras que las reducciones en Pereira y Manizales fueron de 5,5 y 5,3 puntos porcentuales.

De igual forma, el proceso de reactivación se evidencia en el comportamiento de la población ocupada y desocupada en las capitales y áreas metropolitanas de la región. En Pereira, el primer caso, y luego de presentar una contracción de 182.000 personas en el trimestre abril-junio de 2020, se completan dos periodos con crecimiento positivo, con un incremento de 85.000 ocupados en el último dato publicado. Por su parte, y luego de presentar un aumento de 103.000 personas, la población desocupada también presenta dos períodos consecutivos con reducciones donde los resultados de marzo-mayo mostraron una contracción de 46.000 personas.

El impulso en la ocupación se dio gracias a la recuperación de sectores importantes en la economía de la región y que tienen gran representatividad tanto por el número de empresas dedicadas a dichas actividades como en la generación de valor para los distintos territorios. Así, el comercio, alojamiento y servicios de comida, construcción e industrias manufactureras representaron más de 70,0% de los nuevos ocupados frente al período del año anterior, mientras que las actividades financieras y de seguros junto con la administración pública, educación y salud presentaron contracciones en esta población.

Pese a esto, situaciones como el paro nacional y los bloqueos generados impactaron de manera negativa una gran cantidad de actividades, aprovisionamiento y ventas externas desde diversas regiones del país.

Con este panorama se evidencia que si bien se han logrado avances importantes en el largo proceso de reactivación de la región, se hace necesario potenciar las distintas estrategias que permitan en un primer momento recuperar los niveles de operación y confianza de las empresas afectadas, haciendo énfasis en aquellas actividades económicas que hoy en día presentan panoramas complejos.