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El uso de la inteligencia artificial se debate hoy en día en dos caras de la moneda: ¿A quiénes afecta y a quiénes ayuda?
La economía del mundo comienza a ser transformada por la Inteligencia Artificial, que tiene el potencial de aumentar la productividad y de generar crecimiento
El avance de la Inteligencia Artificial, IA, genera sentimientos encontrados: por un lado, pone nuevamente al mundo sobre una revolución tecnológica que podría impulsar la productividad, el crecimiento y el aumento de los ingresos; pero, por el otro, amenaza con afectar la fuerza laboral y, por tanto, la economía de muchos países.
Así lo revela un informe del Fondo Monetario Internacional, FMI, que establece que 40% del empleo en los mercados emergentes puede ser afectado, mientras que en los de renta más baja sería 26%, y en los países más avanzados, un 60%.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, explica en ese informe que mientras la mitad de los trabajos pueden beneficiarse al mejorar su producción, otros pueden verse afectados con las aplicaciones de la IA al ejecutar tareas clave que hoy realizan los humanos o complementarlas. Esto, podría disminuir la demanda laboral, reducir los salarios y disminuir a cero el nivel de contratación.
“Esto sugiere que las economías de mercados emergentes y en desarrollo enfrentan menos perturbaciones inmediatas derivadas de la IA. Lo cierto es que muchos de ellos no tienen la infraestructura ni la fuerza laboral calificada para aprovechar los beneficios de esta tecnología, lo que aumenta el riesgo de que con el tiempo pueda empeorar la desigualdad entre las naciones”, dijo Georgieva.
Para Juan Pablo Herrera, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, es difícil proyectar el impacto que en materia de destrucción de empleo puede generar la IA, en el corto plazo. “No obstante, en el mediano y largo plazo empezaremos a ver la generación de nuevos perfiles y necesidades de contratación laboral. Se trata de una transición en la que muchos trabajos no calificados tradicionales, e incluso algunos calificados, empezarán a ser eliminados, y en la que nuevos profesionales en los campos de conocimiento diverso requerirán estar a la vanguardia de los nuevos desarrollos derivados de estas tecnologías”.
La IA impone grandes retos y aumentará las brechas entre las personas que tienen acceso y se desenvuelven en el entorno digital, frente a los que no. “Los campos de servicios, comercio e industria serán de los más afectados por la IA, que también impone desafíos para el sector educativo de Colombia y el mundo. Lo bueno es que las naciones desarrolladas ya han emprendido el perfilamiento en materia de capital humano para dar respuesta a esta importante meta; aunque en nuestro país este camino todavía está por recorrerse en muchas de las regiones”, señaló Herrera.
La investigación del FMI muestra que la IA puede ayudar a los trabajadores menos experimentados a mejorar su productividad más rápidamente. A los empleados más jóvenes puede serles más fácil aprovechar las oportunidades, mientras que a los de mayor edad les podría resultar difícil la adaptación.
En Colombia todavía hay grandes apuestas en materia de conectividad. “Sin conexión a la red, es imposible pensar que la IA pueda mejorar la vida de la gente y la productividad de las empresas. En gran parte del país todavía no llegan muchos desarrollos de la cuarta revolución industrial; y esa condición necesaria, más no suficiente de conectividad, será indiscutiblemente clave y relevante para evitar que la IA genere aumento de brechas”, dijo Herrera.
Para ayudar a los países a diseñar políticas adecuadas, el FMI desarrolló un índice de preparación para la IA que mide la planificación en áreas como infraestructura digital, políticas de capital humano y mercado laboral, innovación e integración económica y regulación ética.
“Ante esto, las economías avanzadas deberían de dar prioridad a la innovación e integración de la IA y, al mismo tiempo, desarrollar sólidos marcos de regulación. Este enfoque fomentará un entorno seguro y responsable que ayudará a preservar la confianza pública”, puntualiza el FMI en su informe.
Para Juan Pablo Herrera, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, es clave garantizar las condiciones de conectividad de la sociedad, garantizar herramientas a la población para que sea usuaria efectiva de la IA, con fines de incrementar productividad frente a lo que se hace y no de “generar mediocridad” en la manera como se aprende. Y agregó que se debe “alertar sobre las imprecisiones y limitaciones que estas herramientas pueden tener ligadas a su uso de forma contraria al bienestar social y acelerar procesos que permitan regular y penalizar el uso de la IA, con fines de generar terrorismo, caos o crisis sociales. Requerimos pensar en la manera como este adelanto sea capaz de reducir brechas, incremente la competitividad de economías. Sin duda, un gran reto se tiene desde la educación”.
La universidad ha incorporado esta herramienta tanto en su oferta formativa como en sus metodologías de aprendizaje, para beneficio de sus estudiantes
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