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El uso de la inteligencia artificial se debate hoy en día en dos caras de la moneda: ¿A quiénes afecta y a quiénes ayuda?
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Tras el reciente cambio hacia las tecnologías digitales y la adopción de enfoques de educación remota y de IA, es normal preguntarse cómo afectarán estos desarrollos a las instituciones
Investigadora del Grupo de Invest. Inmunología Celular y Molecular (Inmubo) Laboratorio de IA
La inteligencia artificial (IA) tiene un potencial inimaginable para revolucionar todas las áreas de nuestra vida. Sin embargo, actualmente muchos tienen sus temores y dudas sobre las verdaderas ventajas de utilizarla, incluso Stephen Hawking con una visión apocalíptica llegó a predecir que los futuros desarrollos de la IA “podrían significar el fin de la raza humana”. No obstante, estoy plenamente convencida de que, si nos preparamos, y preparamos a las nuevas generaciones adecuadamente para la IA, podremos concebirla como una fuente de cooperación entre humanos y máquinas.
Durante siglos, hemos estado tratando de imaginar el futuro de la educación. Tras el reciente cambio hacia las tecnologías digitales y la adopción de enfoques de educación remota y de IA, es normal preguntarse cómo afectarán estos desarrollos a las instituciones ¿Qué podemos esperar de ellas en el futuro? ¿Seguirán existiendo universidades?
Desde mi punto de vista, las instituciones físicas seguirán siendo parte del futuro de la educación. Sin embargo, sus roles serán significativamente diferentes de lo que son actualmente. Integrarán nuevos elementos de diseño, se adaptarán a las tecnologías de educación digital y desarrollos de la IA, y se convertirán en centros especializados de aprendizaje donde los profesores deberemos adoptar nuevos roles para este propósito.
Así como ha surgido el concepto de hospitales líquidos donde se atiende a los pacientes más allá de las barreras físicas de los centros de salud, las universidades se convertirán en “universidades líquidas” con una nueva forma de acompañamiento a los estudiantes empleando las nuevas tecnologías digitales y espacios virtuales. Líquido significa que la institución educativa mantiene la comunicación con los estudiantes a través de la digitalización de todos sus procesos.
Entonces ¿Qué habilidades deberíamos enseñar a la próxima generación para asegurarnos de que estén preparados para el futuro de la IA? Primero, debemos centrarnos en incentivar los procesos de comunicación, fomentar la creatividad y las habilidades interpersonales. Pero también, debemos preparar pensadores críticos capaces de discernir en el uso correcto de la IA.
Por otra parte, uno de los potenciales de la IA es poder llevar la educación profesional a las poblaciones tradicionalmente desatendidas. De hecho, uno de los objetivos de la Unesco es utilizar la IA en la lucha contra las desigualdades en relación con el acceso al conocimiento y la investigación. En nuestro país, la IA puede ayudar a superar las barreras lingüísticas con el uso de los algoritmos de IA de procesamiento del lenguaje natural que faciliten la traducción y la interpretación, haciendo que el contenido educativo sea accesible para los estudiantes que hablan diferentes idiomas o dialectos.
La promesa de la IA debe ser que todo el mundo pueda aprovechar la revolución tecnológica en curso y acceder a sus frutos e incentivar la imaginación especialmente en términos de educación.
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