Soluciones distintas a problemas diferentes

Los efectos sociales, económicos, culturales y ambientales que esta pandemia desnudó no son nuevos, sólo que se exacerbaron en virtud de ella. Los afectados en mayor medida vuelven a ser los más frágiles: jóvenes, mujeres, tercera edad, migrantes, vulnerables, grupos étnicos, y micro, pequeños y medianos empresarios. Por ello, como sociedad debemos asumir el compromiso ético de aportar en la construcción de un mundo más humano, justo, solidario y sostenible y cooperar, entre todos, a la reactivación social y económica. La causa común debe ser la prosperidad de nuestra gente. Las ideas y acciones deben enfocarse en ese sentido, para que, a partir de la inteligencia y el liderazgo colectivo, entendamos que es con cooperación, solidaridad económica y ayuda mutua como podemos contribuir a ese propósito.

Las cooperativas han sido un modelo de innovación social en la gestión de las necesidades de las personas y comunidades y están aportando soluciones distintas a problemas diferentes. En la medida en que ampliemos el escenario de la cooperación y de la solidaridad económica en la sociedad, vamos a recuperar más rápidamente la economía y la senda de desarrollo.

¿Cómo hacerlo?

A través de la organización de las personas y las comunidades para:

- Dinamizar los procesos productivos a nivel local y regional para la producción de bienes y servicios, en sectores urbanos y rurales;

- Organizar el trabajo de las personas como una estrategia para contribuir a crear y mantener puestos de trabajo digno, estable y sostenible, con especial enfoque hacia los jóvenes, las mujeres, los independientes y trabajadores por cuenta propia y los informales;

- Gestionar los programas sociales dirigidos a poblaciones vulnerables;

- Ofrecer una forma de recuperación de empresas en crisis, cuyo número viene creciendo en forma preocupante, para convertirlas en cooperativas con la participación de los trabajadores, lo cual permitirá preservar puestos de trabajo y mantener las empresas en marcha y funcionando los medios de producción.

La propuesta cooperativa consiste en organizar a estas personas, desarrollar sus capacidades y talentos, apoyarlas y darles asistencia técnica y acceso a bienes públicos para acompañar sus emprendimientos y la creación de empresas sostenibles, facilitar la transición tecnológica y la creación de plataformas cooperativas, lo que permitirá el desarrollo de cooperativas en nuevas y múltiples actividades o sectores. Todo ello facilitará el proceso de adaptación de las personas no sólo hacia una nueva sino, quizás, hacia una mejor normalidad.

Para alcanzar estos objetivos, proponemos favorecer los emprendimientos cooperativos, entre ellos los relacionados con la nueva economía y los de base tecnológica, crear más cooperativas de producción y trabajo para abrir oportunidades a los jóvenes y las mujeres, impulsar la cooperativización del campo, promover las cooperativas sociales y la iniciativa de empresas recuperadas, entre otros. Frente al proyecto de ley de emprendimiento que hace trámite en el Congreso y como aporte a dicha iniciativa; Confecoop presentó observaciones al mismo con el fin de contribuir, desde el modelo cooperativo, a la reactivación económica con soluciones que impulsen el emprendimiento cooperativo, entre ellas: la creación de cooperativas con un mínimo de tres personas, facilitar el camino para que las MiPymes puedan asociarse o crear cooperativas, abrir espacios para la participación de las empresas cooperativas en todos y cada uno de los escenarios económicos del país en igualdad de condiciones, eliminar trámites, barreras administrativas y costos asociados con la formalización empresarial y el diseño de instrumentos de política para tal fin, entre otras.

Las ideas cooperativas están de regreso en nuestra sociedad y son de dominio público.