Las cartas para la recuperación económica

Vicepresidente Regional Colombia de Cementos Argos

La infraestructura ha sido históricamente uno de los pilares para el desarrollo del país y hoy, en un año desafiante para el sector, vale la pena resaltar un número importante de hitos y proyectos protagónicos en la recuperación económica y social de nuestro territorio.

A pesar de experimentar cinco trimestres consecutivos de contracción, según cifras de Corficolombiana, durante el tercer trimestre creció 16,6%. Aunque no negamos los retos, tenemos que resaltar los hechos y las señales de recuperación en la economía y en el sector. No es casualidad que tanto la Alcaldía de Medellín, como la Gobernación de Antioquia y muchos otros actores coincidan en que, la reactivación económica se construye desde las regiones.

Resalto algunas obras como Puerto Antioquia, que alcanza un progreso cercano a 70%; los avances significativos en la segunda fase de Hidroituango; las intervenciones en el relleno sanitario La Pradera, en Donmatías; y los proyectos 4G (como Pacífico 1, Conexión Norte y Magdalena 2), el Túnel del Toyo en sus dos tramos, dicho sea de paso, todas ellas con participación de Argos en su desarrollo.

La construcción de estos proyectos ha sido clave en el proceso de reactivación económica de la región; no solo por la generación de empleos directos e indirectos, sino por su capacidad de encadenar múltiples sectores, aportar al PIB y por su impacto en el progreso y desarrollo del país.

A pesar de la interdependencia y la restricción presupuestal desde el Gobierno, tanto en temas de vivienda como infraestructura, las regiones son activadores relevantes, particularmente en Antioquia que, además de contar con un plan ambicioso, ha sido históricamente pionera en aprovechar los mecanismos de obras por impuestos y regalías, para poder avanzar en la construcción de infraestructura.

Los retos son muchos, pues la gran mayoría de estos proyectos están próximos a finalizar y obras como Toyo 2 afrontan desafíos presupuestales importantes, que exigen del trabajo conjunto y colaborativo entre la región y la nación para lograr su finalización. De otra parte, iniciativas como la II etapa del Túnel de Oriente confirman que el progreso es posible cuando todos trabajamos con un objetivo común.

No podemos evitar sentirnos optimistas al ver cómo Medellín y la Gobernación de Antioquia, proyectan inversiones en vías, instituciones educativas, escenarios deportivos y proyectos de vivienda, lo que fortalece el tejido social y abre nuevas oportunidades para las comunidades.

De otro lado, megaproyectos estratégicos para la región y el país como Hidroituango y otras obras como Parques del Río Norte y el Metro de la 80, próximos a iniciar etapas de licitación para su construcción, al igual que algunos intercambios viales sobre la Avenida 80 y el Río Medellín a la altura de Envigado e Itagüí, evidencian el compromiso de las alcaldías del Área Metropolitana, la Gobernación de Antioquia y el Metro por apostarle a la recuperación económica del país que tanto anhelamos desde las regiones.

No podemos dejar de lado la vivienda, que pone una importante cuota ya que impacta una cadena de producción que involucra a múltiples sectores. La Empresa de Vivienda de Antioquia, Viva, tiene la meta de construir más de 50.000 unidades y mejorar otras 150.000 en este cuatrienio, lo que traza un rumbo alentador.

A esto se suma, la articulación entre cajas de compensación y Camacol que ha sido clave para facilitar el acceso a subsidios desde la región para ayudar a cerrar brechas financieras.

Por supuesto, también el esfuerzo de los constructores de la región por mantener la cadena del sector. A estos buenos esfuerzos se suma el impulso dado por la reciente reducción en las tasas de interés, que estimulan la compra de vivienda.

A lo largo de los años se ha demostrado como la construcción y la infraestructura no solo son pilares fundamentales para el desarrollo del país, sino que también representan una apuesta por el futuro.

Al invertir en proyectos de vivienda, transporte, energía y obras públicas, estamos generando empleo, dinamizando la economía y edificando un país más moderno, equitativo y sostenible.

Recordando a Steven Pinker, que defendía el optimismo de los datos ante contextos retadores, son los hechos y los datos concretos, como en este caso son los avances de proyectos de construcción en Antioquia, lo que refuerza la idea de que el progreso es posible y de que estamos avanzando hacia un futuro mejor.