Directora Comercial y de Mercadeo de Estilo Ingeniería
Si usted ha tenido la oportunidad de asistir a un evento o congreso empresarial en los últimos meses, seguramente ha sido testigo de alguna de esas conversaciones de pasillo en las que se exalta la notoria mejoría que ha venido teniendo Barranquilla como locación residencial, como punto estratégico para los negocios y, por supuesto, como destino turístico para muchos foráneos o connacionales. Es frecuente escuchar expresiones del estilo: “El simposio del próximo año deberíamos hacerlo allá”, “He escuchado que esa ciudad está hermosa” o “Mis socios tienen ganas de reunirnos en Barranquilla”.
Y no es para menos, porque, sin el ánimo de entrar en el juego de comparar las capitales entre sí, el municipio de ‘La Puerta de Oro’, al igual que el resto del departamento del Atlántico, se ha consolidado como un epicentro de desarrollo industrial, empresarial y turístico. Basta con observar los datos del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 por departamentos, que oficializó el Dane a finales del pasado junio, para entender que no se trata solamente de un tema de percepción.
Según estos insumos, el Atlántico estuvo dentro del grupo de 11 departamentos que registró una actividad económica mayor que la del promedio nacional a lo largo de todo el año pasado, al sostener un 12,4%; cifra para nada despreciable, si se tiene en cuenta el contexto de la pandemia que se tuvo en 2020.
Por esta razón, y a propósito de este oportuno especial que le dedica el diario La República a ‘La Arenosa’, vale la pena destacar uno de los muchos factores que hacen tan competitiva a esta ciudad: su movilidad vertical, es decir, aquel parque de ascensores y escaleras eléctricas en segmentos comerciales, residenciales, hoteleros, corporativos e, incluso, industriales, que, silenciosamente, y de manera diaria, aporta a la calidad de vida de los barranquilleros que día a día hacen que el Atlántico tenga uno de los mayores aportes en el PIB nacional.
Contrario a lo que algunos piensan, emplear un ascensor o una escalera automatizada es un medio que satisface una necesidad básica, ya sea por cuestiones de salud física, economía de tiempo, calidad de vida o practicidad. Para hacerse una idea de la incidencia que tienen dichos equipos en la capital del Atlántico, es de resaltar las cifras de operación de Estilo Ingeniería, la compañía que lidera el mercado nacional de movilidad vertical y que opera en Barranquilla hace más de 39 años.
De acuerdo con datos internos de la empresa, a la fecha Estilo cuenta con más de 600 equipos en parque de mantenimiento y tiene una participación de mercado, desde el punto de vista de referencias nuevas, cercana a 40% del total que se puede comercializar dentro de la ciudad, lo que quiere decir que cuatro de cada 10 ascensores nuevos que se venden en Barranquilla tienen el sello de la compañía colombiana.
Por la gran competitividad en su segmento de movilidad vertical, y por obras referentes como el Malecón del Río, el rascacielos ‘The Icon’, el monumento ‘Ventana al mundo’ sobre la Avenida Circunvalar, la actualización de las instalaciones del Aeropuerto Ernesto Cortissoz, la mejoría de su malla vial y su portafolio hotelero, entre otros atractivos de la ciudad, hoy, desde Estilo Ingeniería, afirmamos que Barranquilla es pura ‘evolución en movimiento’.
