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Según el Registro Único Nacional de Tránsito, Runt, Colombia tiene un parque automotor de aproximadamente 19.3 millones de vehículos.
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Este incumplimiento afecta no solo la seguridad de los conductores, sino que también incrementa el riesgo para los peatones
En el Atlántico, el panorama de la seguridad vial se ha vuelto alarmante debido al alto porcentaje de vehículos que circulan sin cumplir con normativas esenciales. Según datos recientes del Instituto de Tránsito Departamental, más de 74% de los vehículos matriculados en la región, que superan los 176.000, no cuentan con la Revisión Técnico Mecánica (RTM al día), mientras que 51% de estos automotores presentan el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) vencido.
Este incumplimiento afecta no solo la seguridad de los conductores y pasajeros, sino que también incrementa el riesgo para los peatones. La RTM es crucial para asegurar que los vehículos se encuentren en condiciones óptimas para circular, contribuyendo así a la disminución de accidentes de tránsito y a la mejora de la calidad del aire, ya que busca reducir las emisiones contaminantes. En contraste, el Soat está diseñado para cubrir los daños corporales resultantes de accidentes.
El contexto nacional también es preocupante. Según el Registro Único Nacional de Tránsito, Runt, Colombia tiene un parque automotor de aproximadamente 19.3 millones de vehículos, de los cuales 61% son motocicletas, un 38% son vehículos de cuatro ruedas y el restante 1% corresponde a maquinaria y remolques. Esta amplia cifra resalta la necesidad de mantener una regulación estricta para garantizar que todos los automotores cuenten con la documentación requerida.
La evasión del cumplimiento de la RTM supera 57%, mientras que el incumplimiento del Soat se sitúa en un alarmante 51%. Estos índices no solo reflejan la falta de responsabilidad de los propietarios, sino que también plantean un desafío significativo para las autoridades de tránsito en su misión de garantizar la seguridad en las vías.
La administración del tránsito en el Atlántico enfrenta la necesidad de implementar estrategias efectivas que fomenten la cultura de cumplimiento entre los propietarios de vehículos, asegurando que todos los automotores que transiten por el territorio nacional cumplan con las normas vigentes.
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