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Pedro Felipe Carvajal, presidente de Carvajal, indicó que se gestionaron cerca de $47.000 millones para el desarrollo de estrategia de intervención social para superar la pobreza
Cada vez hay más empresas con la camiseta puesta por la biodiversidad y la sostenibilidad de Colombia. Así lo cree Pedro Felipe Carvajal, presidente de Carvajal S.A., una de las empresas más icónicas de Valle del Cauca y un ejemplo de operación empresarial bajo el formato de la economía circular.
Ad portas de la COP16, hablamos con el líder de esta compañía, quien destacó que este evento será la plataforma ideal para demostrar sus compromisos por un menor impacto ambiental.
Representa una oportunidad trascendental para la ciudad y la región en su camino hacia la sostenibilidad. Pone a Cali en el centro de la discusión global sobre biodiversidad e impulsa a las empresas, ciudadanía y autoridades a evaluar y acelerar sus compromisos con el medio ambiente.
Para nosotros, la COP16 es una plataforma ideal para mostrar cómo la innovación en los portafolios de empaques y papel puede contribuir a que la industria alcance sus compromisos de un menor impacto ambiental. Esto incluye el uso de materiales reciclados, el diseño de empaques optimizados para su aprovechamiento, y la fabricación de papel con fibras alternativas. Es una oportunidad para estar al tanto de las tendencias y regulaciones mundiales de los compromisos con la biodiversidad.
En Carvajal, compartimos una estrategia con enfoque ASG, fundamentada en los pilares ambientales, sociales y de gobernanza, la cual guía nuestro actuar de sostenibilidad integral que se aplica a todos nuestros negocios en cada uno de los países en los que operamos. Esta estrategia se adapta a las características y contextos de cada unidad de negocio para asegurar que nuestras acciones respondan a las necesidades específicas del mercado y contribuyan a un desarrollo verdaderamente sostenible.
Por ejemplo, en Carvajal Empaques, la economía circular es un pilar fundamental de nuestra operación. Trabajamos de manera transversal con toda la cadena de valor, desde el diseño del empaque hasta su disposición final, con el fin de mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible y minimizar la generación de residuos.
El sector privado desde hace varios años se dio cuenta que era un actor relevante en el cuidado del ambiente. No solo nosotros, sino la industria en general, se ha involucrado de manera más activa en la conservación de la biodiversidad, pero aún se enfrentan a varios retos. Como país, debemos avanzar de manera coordinada entre las empresas, la comunidad, las autoridades, la academia, en lograr que los objetivos se coordinen para ejecutar proyectos tangibles y visibles que generen un impacto positivo en la protección de la biodiversidad y el medio ambiente.
La COP16 ha logrado demostrar que empresas, autoridades, comunidades locales, pueblos indígenas, todos los ciudadanos, tenemos un objetivo que es común: cuidar la biodiversidad de nuestro país y que ese es un gran aporte para el mundo.
En 2023, sumando los esfuerzos de la gestión de Fundación Propal, Fundación Carvajal y la Organización, se gestionaron cerca de $47.000 millones para el desarrollo de su estrategia de intervención social relacionada con la superación de la pobreza, en sus territoritos priorizados, entre ellos, Cali (Aguablanca).
Adicionalmente, para dar un ejemplo, en 2023 Carvajal Empaques y Carvajal Pulpa y Papel, que operan algunos de sus procesos productivos en el Valle del Cauca, destinaron más de $6.000 millones como inversión voluntaria ambiental para la ejecución de proyectos relacionados con eficiencia energética, cambio climático y economía circular.
En Carvajal esta pregunta es importante para el sector de empaques. Uno de los principales retos enfrentados es la falta de infraestructura y tecnología adecuada para el reciclaje en los países donde operamos. A diferencia de otras regiones con sistemas de reciclaje más desarrollados, en América Latina enfrentamos una infraestructura limitada para la recolección, separación y procesamiento de residuos, lo que dificulta la integración de materiales reciclados de alta calidad en los empaques.
Sobre este tema Carvajal respondió: “Claramente, ofrecer productos con mejor desempeño desde el punto de vista de impacto ambiental influye en la percepción del cliente. Hoy, estamos en un proceso de transición donde cada vez más clientes empresariales demandan productos con estas características, ya sea por compromiso con sus objetivos ambientales o por cumplir con regulaciones más estrictas. Sin embargo, en el usuario final todavía existe una brecha significativa: no todos están dispuestos a pagar un precio adicional por productos que demandan un mayor esfuerzo, y en muchos casos, priorizan el costo sobre el impacto ambiental”.
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