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Conozca las noticias y las movidas empresariales de una de las regiones más competitivas del territorio nacional
Los paisajes, los atardeceres y las empresas están listas, pero la infraestructura, que es lo fundamental para aprovechar el nuevo petróleo, sigue en veremos
El Gobierno de Gustavo Petro no titubeó al nombrar el turismo como el nuevo petróleo de Colombia, sin embargo, han pasado meses y aún este sector sigue sin ver mejoras o una estrategia real que permita impulsar indicadores como la ocupación de los hoteles o bajar los costos de transporte, especialmente en el Eje Cafetero, donde la desaceleración de la demanda interna y externa continúa creciendo, afectando a miles de empresas que siguen apostando por vender a nacionales y extranjeros los Andes Occidentales y sus montañas de café y flores.
El problema no es del clima, que suele “encantar” a los visitantes, o de falta de promoción, pues hasta Disney llevó la Palma de Cera, que recorre el Valle de Cocora o el corregimiento de Toche, a las pantallas de miles en el mundo, el lío va más por el lado de las dificultades que siguen aquejando al país, como la falta de infraestructura y de iniciativas institucionales, que incluyen la inyección de recursos o subsidios que permitan un avance significativo del sector.
Desde la consolidación de Panaca (1999) y el Parque Nacional del Café (1995), el Eje Cafetero ha logrado un posicionamiento destacado y se convirtió, según los indicadores promedio, en el segundo destino turístico nacional después de la Costa Atlántica, especialmente en épocas de temporada alta, pues la región permite incorporar en pocas horas actividades turísticas extremas cerca al Nevado del Ruiz, de descanso en los termales de Santa Rosa o para la familia en el Zoológico Matecaña en Risaralda o en miles de fincas cafeteras que rodean el paisaje.
En un principio el problema viene desde la llegada, pues según datos al cierre de 2022 del Banco de la República, variables asociadas al comportamiento del transporte en el Eje Cafetero, mostraron alzas en cada una de sus modalidades, tanto en el rubro aéreo como terrestre. En el caso de Armenia, el aeropuerto El Edén ha visto cómo aterrizan y se van varias aerolíneas a lo largo de los años porque la temporada alta no suele compensar los valles y solo Avianca logra mantener sus rutas, con precios por trayecto que no suelen bajar de $280.000. En el caso de Manizales la dificultad y las condiciones climáticas suelen jugar en contra de la terminal y La Nubia ha visto la caída en sus vuelos por este punto. Finalmente, en Pereira el caso del Matecaña es más técnico pues está limitado a aviones de 3.000 millas, cuyo alcance es México, Miami y Lima, por lo que, según explican los expertos acá la necesidad es clara: si se quiere más turismo extranjero, toca impulsar de nuevo una obra como el Aeropuerto del Café, iniciativa que nació en 1977, y que no se limitaría a aviones de mediano y corto alcance.
Para cerrar, otros factores que han afectado la reactivación del turismo están relacionados con la caída del Puente del Alambrado, desde el pasado mes de abril de 2023, el cual permitía la visita de turistas del Valle del Cauca, que según datos de la Cámara de Comercio de Armenia, son 13% del total de visitantes nacionales, y en el caso de la visitas desde Bogotá (29% del total nacional), sigue limitando que pese a la entrega y mejora que implicó la apertura del Túnel de la Línea, aún falte un largo tramo entre Ibagué y Cajamarca, donde los turistas pueden tardarse horas por el alto tráfico de carga o continuos pare y siga que implica la complejidad de la vía.
Según la gerente de Energía de Pereira, Yulieth Porras, este tipo de inversiones en infraestructura no terminan de atraer usuarios
La Región Administrativa y de Planificación del Eje Cafetero propicia la competitividad y el desarrollo regional