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El Plan Estratégico de Naciones Unidas para los Bosques 2017-2030 mediante el cual se propuso acciones de protección y conservación, tiene pocos avances hasta el momento
Cada año arden en el mundo 370 millones de hectáreas de bosques que emiten 1.800 millones de toneladas de GEI. Estos incendios forestales representan 5% de la tierra quemada, pero aportan más de 80% de dichas emisiones, escribió en 2023 Juliette Biao Koudenoukpo, directora del Foro Intergubernamental sobre los Bosques de las Naciones Unidas.
En su columna, titulada “El aumento de los incendios descontrolados hace que la adopción de estrategias integradas para los bosques, el clima y la sostenibilidad sea más urgente que nunca”, y publicada en el sitio web de la ONU, Koudenoukpo expuso su preocupación por la situación reciente que se presenta en el mundo en este aspecto y que frena las intenciones planteadas por este organismo en el Plan Estratégico de Naciones Unidas para los Bosques 2017-2030.
Con este plan, el Foro Intergubernamental sobre los Bosques de las Naciones Unidas sobre bosques se puso la meta de incrementar hasta en 120 millones de hectáreas la superficie mundial cubierta por bosques para 2030 (3% del total, un área muy similar al tamaño de Colombia, esto es 114 millones de ha). Sin embargo, como lo señalaba la directora del Foro, los efectos del cambio climático y las modificaciones en los usos de la tierra van en contravía de esa meta.
“Se estima que los incendios extremos podrían aumentar en todo el mundo hasta 14% en 2030, un 30% en 2050 y un 50% a finales de este siglo”, explicó Koudenoukpo.
“Es fundamental que exista una cooperación internacional para actuar de manera concertada a escala mundial para reducir los incendios descontrolados”.
“Es esencial el desarrollo de capacidades, que abarque el intercambio de conocimientos y el diseño de estrategias para la gestión integrada de incendios a escala del paisaje”.
¿Qué hacer para cumplir la meta?
En el desarrollo del 19º período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (Fnub), que tuvo lugar en Nueva York entre el 6 y el 10 de mayo, y que convocó a líderes globales de diversos sectores asociados a este tema, se hizo énfasis en la importancia de controlar la deforestación, que provoca que cada año se pierdan cerca de diez millones de hectáreas.
Una de las comunicaciones conjuntas emitidas por la Mesa de la sesión señaló: “Las amenazas y los factores que impulsan la deforestación deben abordarse mediante un enfoque y global, incluyendo actividades de gestión forestal sostenible como la protección, la forestación, la reforestación y la restauración del paisaje forestal”.
Además, en el evento se mencionó que, en el mundo, 1.600 millones de personas, en especial mujeres, niños, agricultores sin tierra y otros segmentos vulnerables de la sociedad, dependen de los bosques para subsistir y conseguir medios de vida, empleo e ingresos.
“En las zonas rurales, 40% de los pobres extremos viven en zonas forestales y de sabana. Muchos países tomaron medidas para reducir la pobreza a través de la silvicultura comunitaria, y proporcionaron un apoyo financiero sustancial para reforzar la silvicultura comunitaria y aliviar la pobreza de las personas que dependen de los bosques”, agregó la comunicación.
Entre las acciones mencionadas se destacan desarrollar planes forestales comunitarios; implicar a las comunidades locales en el apoyo a las plantaciones forestales; aumentar el empleo en la silvicultura para las comunidades locales; implicar a las ONG y a otras partes interesadas en la promoción de productos forestales no madereros de base comunitaria, y otras.
En el mismo escenario, Sheam Satkuru, directora ejecutiva de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (Oimt), instó a los gobiernos mundiales a trabajar de manera conjunta para que se cumpla con lo acordado en el Plan Estratégico 2017-2030.
“Es esencial subrayar la acuciante necesidad de intensificar la colaboración y la acción, tanto a nivel local como mundial, para mitigar los impactos de los incendios forestales en los países tropicales. Para ello, es fundamental el desarrollo eficaz de capacidades, que abarque el intercambio de conocimientos y el diseño de estrategias sólidas para la gestión integrada de incendios a escala del paisaje”, declaró la directora.
Como se evidencia, urgen medidas para que el planeta logre los acuerdos establecidos en el Plan Estratégico de Naciones Unidas para los Bosques 2017-2030, y conseguir que en los seis años que faltan para llegar a ese límite se alcancen las 120 millones de hectáreas adicionales que se requieren para cumplir con lo propuesto.
