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Antoine Gerigne, presidente de Impulso Verde Kuaspue.
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La fundación implementó tres viveros con comunidades indígenas y campesinas de Pasto y hoy cuenta con una red de 16 viveros
Nariño se caracteriza por ser un territorio con riqueza hídrica. Sin embargo, la deforestación ha venido amenazando seriamente los nacimientos de agua, poniendo en riesgo a las comunidades, no solo del departamento, sino de todo el sur del país.
La necesidad de proteger estas cuencas llevó a la fundación Impulso Verde Kuaspue a implementar un programa de restauración orientado a proteger y reforestar esas áreas donde se encuentran los nacimientos de agua.
Antoine Gerigne, presidente y fundador de la entidad, habló acerca del propósito: “La fundación nació en Nariño en 2016, aunque nuestra sede actualmente está en Cali. Cuando diseñamos el programa de restauración, la solicitud de las comunidades fue que sembráramos árboles nativos allí donde nace el agua. Por eso la fundación lleva el nombre de Kuaspue, palabra indígena que significa semilla de agua”.
En un principio, la fundación implementó tres viveros con comunidades indígenas y campesinas de pasto y hoy cuenta con una red de 16 viveros, uno de ellos pedagógico en Cali, los cuales tienen una capacidad aproximada de 500.000 árboles al año.
“A la fecha, estos viveros han sembrado más de 1.200.000 árboles en Nariño, de 130 especies nativas diferentes. Nosotros hacemos algo que pocos programas hacen, que es dar un seguimiento a estos árboles durante los tres años siguientes a la siembra”, dijo Gerigne.
La fundación basa su trabajo en tres líneas estratégicas. La primera es la restauración de los ecosistemas, mediante la producción y siembra del material vegetal nativo en cercas vivas, cuencas y arroyos, así como la implementación del sistema silvopastoril. La segunda consiste en el desarrollo de negocios verdes con las mismas comunidades, como alternativa a la deforestación; y la tercera, es la educación ambiental, donde se hizo un programa de sensibilización de los niños entre los seis y los 11 años, con talleres interactivos en los que se les explica la importancia de la relación del ser humano con los árboles. En tres años, se han sensibilizado a un aproximado de 5.400 niños.
Aunque el radio de acción es en Colombia, la mayoría de los fondos que recibe la fundación provienen de empresas francesas y de cooperación internacional. “Queremos ofrecer nuestro servicio a las empresas colombianas, especialmente en el Valle y en Nariño. Estamos desarrollando esta oferta para brindar sembratones en diferentes municipios. Está la Ley 2173, sin decreto por el momento, que va a obligar a las medianas y grandes empresas a sembrar dos árboles por cada empleado ¿Quién sabe hacer eso? Impulso Verde”, aseguró Gerigne.
El silvopastoreo, una alternativa
La apuesta que Impulso Verde Kuaspue está haciendo por el sistema silvopastoril se debe a las ventajas que la producción ganadera es una de las principales causas de deforestación en el departamento de Nariño. No obstante, las conocidas ventajas de este sistema han hecho que varios ganaderos se decidan a implementarlo, mejorando, no solo el medio ambiente, sino también la producción y la calidad de vida de sus animales. Lo que busca la fundación es sembrar árboles en lugares conocidos como potreros y armonizarlos con el espacio.
