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Empresas sufren por locales destruidos y saqueos
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Juan Ignacio Giraldo, propietario del comercio, indicó que durante los meses más complejos de la pandemia fue difícil continuar
En Medellín, el restaurante de crepes artesanales Bambalina tuvo que cerrar sus puertas por el impacto económico de la pandemia del covid-19.
Luego de las restricciones emitidas por la administración local, y a pesar de haber aplicado los protocolos de bioseguridad, tuvieron que ponerle fin al negocio luego de tres años y medio de servicio.
“Los cierres, junto a los pico y cédula muy estrictos, nos representaron una disminución en las ventas, pero nada preocupante. Ya luego, con la cuarentena general, nos fue muy complicado seguir”, indicó su propietario Juan Ignacio Giraldo.
Durante los cinco meses más álgidos de la pandemia el año pasado, especialmente en mayo, Giraldo reportó que en el restaurante, y en el comercio en general, el bajón en las ventas “fue bastante considerable”.
“Entre más se alargaron las cuarentenas se complicó más para las personas poder consumir en los restaurantes”, resaltó.
Para lo que queda de 2021, Giraldo manifestó que el objetivo fue cerrar para mitigar pérdidas, y que lo que pareció un cierre momentáneo cada vez se alarga más por la incertidumbre.
Vándalos que se escudaron en el desorden del paro nacional, rompieron las puertas del local y saquearon todos los productos
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