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Empresas sufren por locales destruidos y saqueos
Según su gerente general, Leonardo Bello, la pandemia frenó los procesos de exportación debido a los cierres de fronteras
La Comercializadora Internacional Inversiones Kumbia S.A S. empezó en 2012 en Guarne y posteriormente se trasladó a Chía, Cundinamarca.
El objetivo de esta empresa, cuya oferta principalmente es de pulpas de fruta, jugos, mermeladas y bebidas funcionales, es poder prestar servicio de maquila al agricultor para dar valor agregado a las frutas y manejar el tema de poscosecha con frío o pasteurización.
Según su gerente general, Leonardo Bello, la pandemia frenó los procesos de exportación debido a los cierres de fronteras, por lo que vieron afectados sus negocios con Estados Unidos, donde ya que tenían adelantada conversaciones con varias empresas en Miami y Nueva York.
“Tuvimos la fortuna de lograr ventas por canales virtuales, aunque no logramos cubrir costos, por lo que hemos tenido que prescindir de 10 personas que hacían parte del personal en el Área de Embotellado”, precisó Bello.
En los últimos días los actos vandálicos también han tenido repercusiones para su comercio, pues los camiones que traen la fruta fueron atacados en las vías con piedras.
En otros casos, también tuvieron que regalar mora en las carreteras para que no se dañara, debido a que no pudo llegar la fruta a su lugar de destino.
“Nuestro plan de contingencia frente a esta situación es la creación de caravanas con seguridad privada y el desarrollo de nuevos productos para llevar la imagen y calidad de nuestros productos al exterior”.
Pero estos planes podrían tener un costo de $350 millones, por lo que el llamado de Kumbia es a que los manifestantes permitan la movilización de los alimentos en las vías y así puedan contrarrestar el desabastecimiento y las pérdidas de muchos comerciantes.
El cinco de mayo una de las tiendas de la empresa de la Costa Caribe fue vandalizada y saqueada durante las manifestaciones
María del Carmen Otero, gerente de la compañía, contó que la pandemia afectó operaciones, especialmente, en el mercado del cerdo
Habían empezado en 2019 a comercializar artículos religiosos y el pasado 10 de abril abrieron su local que fue vandalizado el 4 de mayo