La planta extractora que forma verdaderos empresarios de la palma de aceite

En Tibú, una de las zonas del Catatumbo que más ha sufrido los embates de la violencia, la palmicultura es hoy símbolo de paz y progreso, gracias a la unión establecida entre pequeños y medianos cultivadores e inversionistas que creyeron hace cinco años en un proyecto empresarial que prioriza la sostenibilidad y el progreso de su base social.

“Desde sus inicios en 2019 hasta hoy, está conformada por 227 accionistas, que depositaron en nosotros su fe y recursos para darle vida a la compañía, planeamos crecerla hasta las 500 familias accionistas”, aseguró John Alemán Ruz, gerente de Babú Palm SAS. La compañía, que cuenta con 72 colaboradores, en su mayoría oriundos de Tibú, quiere posicionarse como la planta extractora de mayor rendimiento en la región, modelo de preservación medioambiental y líder en innovaciones.

La compañía, que cuenta con 72 colaboradores, en su mayoría oriundos de Tibú, quiere posicionarse como la planta extractora de mayor rendimiento en la región, modelo de preservación medioambiental y líder en innovaciones.

Como empresa 100% economía circular han empezado a compostar la biomasa y los lixiviados producidos durante la operación para transformarlos en la base de abonos orgánicos que son entregados sin costo a los mismos agricultores que les venden el fruto de la palma para que regeneren sus suelos de cultivo.

“A través de nuestra área de la felicidad y extensión les trasferimos conocimiento para formarlos como empresarios que generan empleo, pagan impuestos y promueven el crecimiento económico de la región”, recalcó el gerente de Babú Palm, insistiendo en el objetivo corporativo de transformar agricultores en agroindustriales.

Excelencia y resultados

Babú Palm opera en Tibú, es la segunda planta con la tasa de extracción por tonelada de aceite más alta del país en palma guineensis con un 24%, una de las que menos consume agua durante el proceso con 350 litros por tonelada y ahorra hasta un 20% en consumo de energía gracias a sus innovaciones industriales en tecnología avatar.

Controlan todo el proceso de extracción en tiempo real, evalúan la calidad de la materia prima, vigilan el consumo de energía, agua y la cantidad de aceite producido. También introdujeron un software para las tasas de extracción de aceite y la producción de biomasa y lixiviados.

Actualmente tienen capacidad de producir 15 toneladas de aceite de palma por hora, en 2025 la elevarán a 30 y en 2026 será de 45 toneladas, gracias al crecimiento de la zona Palmicultora y los cultivos de palma de los socios que hacen parte de la sociedad.

“En la región del Catatumbo, reconocida por sus esfuerzos en la sustitución de cultivos ilícitos, la palma es vida, sustento de familias que le hemos arrebatado a la violencia y motor de la transformación económica y social, con nuevas generaciones que acceden a la educación gracias a su economía”, dijo John Alemán Ruz, gerente de Babú Palm SAS, luego de recordar los principios de innovación, lealtad, confianza y felicidad, que los han llevado a convertirse en una empresa de todos, que edifica progreso y paz en el territorio. Por último, destaca que acaban de sacar a la venta un paquete de 100.000 acciones nominales con valor unitario de $100.000 para capitalizar la empresa y continuar creciendo.