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En el evento en que la OPA fuera exitosa, y el nuevo accionista tomara el control de la compañía, habría nuevos miembros en la junta, que le permitiría al nuevo controlante hacer algunos cambios en Nutresa
En la sesión del martes conocimos una noticia que fue una sorpresa para el mercado en general. Una oferta pública para adquirir una participación mínima de 50,1% y una participación máxima de 62,625% de las acciones de Nutresa. El precio de compra por acción será de US$7,71 a una TRM de $3.875, lo que dejaría un precio en pesos colombianos de $29.837 por acción.
Hay muchas preguntas detrás de esta posible transacción ¿Qué tan viable es la transacción? ¿Estarían pagando un precio justo por la acción? Qué implicaría entonces para el mercado de valores.
Si empezamos por lo más sencillo, el precio de compra está 37% por encima del cierre del miércoles 10 de noviembre, y aquí consideramos que el precio que se está ofreciendo es un precio justo, muy en línea con nuestras expectativas. El precio máximo en la acción en los últimos 10 años ha sido de $29.500 que se experimentó a finales de 2014, por lo que la oferta es bastante tentadora, pensando que en todo el escenario de pandemia el precio de la acción no ha logrado superar los $25.000. En términos de múltiplos, la transacción se realizaría a un múltiplo EV/Ebitda de 12x, por encima de lo que actualmente transa la acción que es alrededor de 9,0x.
Ahora bien, hay que traer a colación otro tema relevante que es la composición accionaria de la compañía, pues cerca de 45% está en manos de Grupo Sura (35,2%) y Grupo Argos (9,9%). Es decir que hay un 55% en manos de los minoritarios que también puede ser el principal objeto de la transacción, que, a un precio tan atractivo, hace todo el sentido desde el punto de vista de rentabilidad.
Vender la participación que tiene Grupo Sura y Grupo Argos en Nutresa implicaría que las compañías podrían recibir cerca de $4,8 billones y $1,4 billones respectivamente, que no son cifras despreciables, en dos compañías que están en procesos de desapalancamiento, y de generar algo más de valor para sus inversionistas.
En el evento en que la OPA fuera exitosa, y el nuevo accionista tomara el control de la compañía, habría nuevos miembros en la junta directiva, que le permitiría al nuevo controlante hacer algunos cambios en Nutresa, en donde se podría pensar en eliminar la participación que tiene la compañía en Grupo Argos y Grupo Sura, pensando en que de esta manera, la estructura de Nutresa sería mucho más atractiva, en caso que algún inversionista como Nestlé, Unilever, entre otros, puedan estar interesados en la compañía, posterior a la OPA.
Pudiera abrirse el espacio para que Grupo Sura o Grupo Argos hagan una contraoferta, que es un escenario también complejo para las compañías, pensando en esas condiciones financieras que mencionábamos previamente.
Con estos escenarios planteados, el minoritario entonces resulta teniendo muy pocas opciones. En donde participar en la OPA le generaría una rentabilidad muy atractiva. Del otro lado de la moneda, la opción de quedarse con las acciones de Nutresa resulta siendo un riesgo de liquidez muy alto para los inversionistas.
Para el mercado de valores podría ser en últimas un emisor menos, que se suman a la lista de muchos otros que todavía se mantienen listados, pero con una muy baja liquidez, que termina teniendo un impacto negativo en el apetito por la acción.
Aun así, hay emisores de valores que no han tenido un buen comportamiento. La que más ha descendido es Canacol Energy con 12,5%
La oferta ya acumula 1,44 millones de acciones, es decir, 0,67% de lo que busca Jaime Gilinski y 0,22% de los títulos en circulación
Proyecciones apuntan a que se quedaría con una minoría. Ante la ausencia de una OPA competitiva, el oferente no mejoraría el precio