MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El levantamiento de los posibles conflictos de interés se dio en la asamblea del jueves 22 de junio. El único que se mantuvo fue el de Gilinski por decisión de él
Hacer negocios suele no ser tarea fácil, y más cuando hay algún conflicto de interés que puede beneficiar más a alguna de las partes, razón por la que siempre es mejor dejar las reglas claras desde el inicio.
Algo que desde ya comenzó a ocurrir en todo el tema de la transacción entre Grupo Nutresa, Grupo Sura y Grupo Argos, pues el pasado jueves 22 de junio se llevó a cabo una asamblea extraordinaria en la que se deliberó acerca de los posibles conflictos de interés que puede haber entre algunos miembros de la junta de cara a la transacción.
Diego Márquez, director de MQA Abogados, explica que, en el contexto del GEA, “un conflicto de interés es algo sencillo, y es que un administrador (miembro de junta, representante legal, entre otros) no puede “servir” a dos intereses al mismo tiempo, pues tiene un deber de lealtad y buena fe con la sociedad que representa”.
Razón por la que siempre que tienen un conflicto de interés deben exponerlo ante sus juntas, así como lo hicieron, pues previo a la asamblea había enviado unas cartas expresando el tema.
Fueron siete los miembros que escribieron dichas cartas, dentro de los que seis fueron habilitados para decidir en lo que requieran de ahora en adelante frente al desenroque, sin embargo, hubo uno que por solicitud propia pidió que no se levantara su conflicto de interés.
Ese miembro fue Gabriel Gilinski, quien en su carta expresó que, “para evitar cualquier apariencia indebida, solicito a la asamblea de accionistas no levantarlos” haciendo referencia a los posibles conflictos. Esto genera un interrogante, y es si dentro del levantamiento de estos conflictos alguien se beneficia, o si hace parte simplemente del protocolo.
“Levantar los conflictos de interés es beneficioso porque se protege el interés de los accionistas. Al abordar y divulgar estos conflictos, se busca asegurar que las decisiones de la empresa se tomen considerando el beneficio de los accionistas como prioridad”, explicó Yovanny Conde, cofundador de Finxard.
Diego Palencia, VP de investigaciones en Solidus Capital, explica que estos son aprobados por la asamblea de accionistas para “evitar posibles problemas futuros que puedan afectar el giro ordinario del negocio por inhabilidades en estatutos que puedan reversar decisiones tomadas”.
Pero algo que llama la atención es por qué Gilinski habría preferido que sus posibles conflictos de interés no fuesen levantados. “Gilinski pudo haber solicitado que no le levantaran los conflictos de interés con el objetivo de mantener sus propios intereses financieros por encima de los demás accionistas”, añadió Conde.
En línea con esto, Palencia explica que, “muchas veces, como en el caso de Gilinski, es mejor no participar de deliberaciones que en el futuro puedan afectar el giro ordinario del negocio”.
Algo que podría resultar beneficioso para él, sin embargo, otros expertos creen que esto podría estar encaminado a jugadas futuras, explicando que el pedir que no levanten el conflicto de interés puede dejar una “fisura” en la operación para futuras adquisiciones de empresas pertenecientes al GEA, con especial interés en Bancolombia. Sin embargo, resta ver si salen a flote los verdaderos intereses.
El año pasado, la Junta Directiva anunció el listamiento en bolsas extranjeras de algunos activos del portafolio de Grupo Argos
El proceso irá hasta el 17 de diciembre. Se prevé que durante los últimos días de la transacción llegue la mayor cantidad de vendedores