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Según los expertos, cumplió los objetivos inicialmente trazados, como la defensa de la propiedad accionaria de las empresas de la región
El cruce de participación de las empresas que dieron origen al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) no fue algo planeado con el fin de formar un grupo económico, sino un resultado de la estrategia defensiva para evitar la llegada de compradores externos, de acuerdo con Carlos Felipe Londoño y Nora Elena Acosta, magíster en Administración de la Universidad de los Andes, en su trabajo académico ‘Grupo Empresarial Antioqueño 1978-2002. Análisis del modelo empresarial’.
Este grupo no es realmente una corporación registrada como una sociedad, sino la figura bajo la cual se concreta la propiedad accionaria cruzada entre algunos de los grandes holdings antioqueños que hace más de 40 años decidieron unirse.
Sin embargo, este modelo de negocio ha traído tanto ventajas como desventajas para el GEA, e incluso, hoy en día están en la mira de los reguladores por un presunto control conjunto o individual entre Grupo Nutresa, Grupo Sura y Grupo Argos.
“Existe la posibilidad de que pueda existir un control conjunto. Dependerá de si se dan o no los supuestos legales de la Ley 222 de 1995 y la Circular Única de la Supersociedades. La Superintendencia tendría facultades para revisar las operaciones entre entidades vinculadas para cerciorarse de su naturaleza y que las operaciones se celebraron en condiciones de mercado”, manifestó Andrés Crump, socio de Baker McKenzie.
Según los académicos, entre las ventajas se destaca que dicho modelo cumplió con los objetivos inicialmente trazados: la defensa de la propiedad accionaria de las empresas de la región; y también permitió el crecimiento en las fases posteriores.
“En economías cerradas, como fue la nuestra, y con los niveles de crecimiento que ha tenido el país, ha sido un modelo válido así las circunstancias económicas actuales obliguen a un replanteamiento. Aunque no estuvo entre sus consideraciones iniciales, el “modelo de enroque” previno y evitó otro tipo de toma hostil de las empresas antioqueñas por parte de los narcotraficantes a finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, cuyas consecuencias hubieran podido ser desastrosas para la economía regional y nacional, y permitió preservar su integridad y la de los negocios que representan”, indican Londoño y Acosta.
Actualmente, Grupo Sura tiene 36% de participación en Argos y 35% en Nutresa; mientras que la multilatina de alimentos es titular de 12,51% de las acciones ordinarias del conglomerado especializado en cementos y energía; y de 13,29% del holding enfocado en la industria de servicios financieros. Por su parte, Argos cuenta con 9,9% de las acciones de Grupo Nutresa y con 27,6% de las de Sura.
Con esto, otra de las fortalezas que destacan con la estrategia de cruce accionario entre las compañías antioqueñas consiste en que permitió conservar las empresas, lo que benefició el desarrollo del país. Allí, se destaca la reinversión de cerca de 80% de las utilidades totales para fortalecer las compañías y crear nuevas.
“El enroque ha permitido mantener unos equipos directivos que han generado sinergias, coordinadamente, al interior de las compañías de grupo. Creo que el GEA es lo que es hoy en buena medida gracias a los enroques, modelo que les ha funcionado y ha hecho crecer a Colombia”, dijo Edgar Jiménez, especialista en Finanzas de la Universidad de los Andes.
Desde el manejo empresarial, los académicos destacan como debilidad que el poder resida en los administradores y no en los accionistas.
“Este poder es muy alto y encierra diversos riesgos. El primero de ellos hace referencia a que la responsabilidad de suministrar la información y de efectuar la rendición de cuentas de la empresa recae sobre muy pocas personas del nivel directivo; fruto de lo anterior, y aunque hasta el presente los principios éticos que han regido al GEA y sus directivos han sido, en general, una muralla de contención, en términos genéricos en ausencia de tales valores o de administradores sin motivación hacia ellos, podría afectar la asignación de recursos y adoptar medidas para su beneficio personal, lo cual configura el conocido problema del ‘riesgo moral’”.
Por otra parte, el modelo presenta una mezcla de actividades industriales y comerciales en una misma empresa, lo cual, según los expertos, genera confusión no solo para potenciales socios estratégicos, sino para claridad misma del GEA.
Para el docente Diego Palencia, también vicepresidente de investigaciones en Solidus Capital, los enroques accionarios han perdurado en el tiempo y han demostrado que son “eficientes y eficaces” en controlar las compras hostiles.
“Ha sido tan complejo el desenroque que, a pesar de lograr participaciones en las principales fuentes gubernamentales, no se ha avanzado en la definición de un nuevo rumbo estratégico. Normalmente, en compras hostiles participan muchos fondos de inversión especializados que permiten fondeo. En mi opinión, esto apenas empieza”, aseguró Palencia.
Solicitud de indagación
Tras la solicitud de la Superintendencia de Sociedades para indagar por un presunto control con Sura, Argos y Nutresa, abogados y cercanos al caso aseguran que este proceso podría tardar más de lo esperado, y que este “es solo el comienzo”.
La clave aquí será la diferencia entre enroque e imbricación, teniendo en cuenta que esta última está prohibida en el país, por el control que implica.
Por su parte, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) dijo que “tal como se advierte en los respectivos certificados de existencia y representación legal expedidos por la Cámara de Comercio del domicilio social de cada una de las sociedades en cita, aquellas no tienen inscrito en el Registro Mercantil alguna situación de control entre ellas o el reconocimiento de la existencia de grupo empresarial, conforme a lo establecido en los artículos 260 y 261 del Código de Comercio”, indicó la entidad.
Además, solicitó a la Supersociedades adjuntar documentos que respaldan esta solicitud.
Los sectores que destacan son los holdings, petrolero, financiero, consumo, energético y construcción. Se prevé que el Colcap crezca
El empresario pretende que se den a conocer los argumentos por los que dicha empresa no ha vendido su participación en Nutresa
En el caso de Sura, solo Protección y Skandia quedaron con un total de 10,09 millones de especies, equivalente a 2,15% del emisor