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Los emisores tendrán que convocar nuevamente a asamblea. Algunas salidas son una junta ad hoc o que los suplentes decidan
El destino de la tercera ronda de OPA presentada por Gilinski se encuentra en el limbo. El Grupo Argos ya anunció que no venderá su participación de 9,87% en Nutresa y 27,6% en Sura, argumentando análisis técnicos y estratégicos presentados por J.P. Morgan y otros asesores, entre otras consideraciones. Se prevé que Cementos Argos emita un pronunciamiento similar en torno a 6% que tiene en la empresa de seguros e inversiones.
Sin embargo, la decisión de las joyas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) que se encuentran bajo oferta no está clara. Ayer se llevó a cabo la asamblea de accionista de Nutresa, donde los socios de la multilatina de alimentos votaron por no autorizar a seis de los siete miembros de la Junta Directiva para decidir si venden o no su 13% en Sura. La reunión concluyó sin el quorum mínimo para discutir la oferta por cuenta de los conflictos de interés manifestados.
Una situación similar se vivió el pasado miércoles en la reunión de Sura. Tras surtir la votación reglamentaria, cinco de los miembros del órgano directivo no recibieron luz verde para discutir si deberían salir de 35,3% que tienen en Nutresa. Entonces, ¿quién decidirá si ambas compañías venden el porcentaje que ostentan?
La respuesta no es sencilla. Las empresas cuentan con un gobierno corporativo y estatutos que podrían dar luces sobre qué camino tomar sin afectar a sus accionistas. Entre las opciones destacan la designación de una junta ad hoc, la deliberación por parte de los miembros suplentes de aquellos que quedaron inhabilitados y el estudio minucioso de los análisis técnicos, tanto del GEA, como del Grupo Gilinski.
Según Diego Márquez, especialista en derecho financiero, corporativo y asociado del bufete Del Hierro Abogados, si la asamblea consideró que los miembros de las juntas directivas tenían suficientes conflictos de interés como para no autorizarlos para decidir, son los mismos accionistas los que deben dar herramientas para resolver ese problema.
“Detrás de esto hay algo que me parece más grave, y es que tiene que estar muy mal pensada una Junta Directiva cuando, para tomar una decisión, seis personas se declaran con conflictos de interés. Hay algo en la arquitectura de poder que está fallando, bien sea en la estructura, en la concepción, o la forma en que eligieron a los integrantes, sea por la razón que sea”, señaló el experto.
De hecho, finalizada la reunión de Sura, Jaime Gilinski radicó una carta dirigida al presidente de la compañía, Gonzalo Alberto Pérez, en la que le solicitó convocar a una nueva asamblea antes del 6 de mayo.
En la misiva firmada por el nuevo integrante del otrora Sindicato Antioqueño se específica lo que sería el orden del día. En sus dos últimos puntos deja clara su intención al reunir a los socios de la empresa: conocer los argumentos sobre los cuales ha decidido no vender en las dos primeras OPA y tomar una decisión entorno a la nueva propuesta radicada por el mismo oferente.
Diego Palencia, vicepresidente de Investigaciones y Estrategia de Solidus Capital Banca de Inversión, aseguró que “estratégicamente, Gilinski tiene el apoyo de los minoritarios. Incluso, varios empezaron a anunciar acciones legales porque quieren materializar su rendimiento de muy corto plazo y, si vía dividendos no se está logrando, se van a ver perjudicados porque no aprovechan los precios de mercado que artificialmente se han creado por la OPA, esto teniendo en cuenta que ese no es el valor real y simplemente se ha ido ajustando a una realidad del mercado”.
El especialista agregó que al interior se debería generar una Junta Directiva en donde se ventilen las posiciones de cada uno de los miembros. A esta decisión le seguiría una asamblea extraordinaria, en donde se pongan sobre la mesa tanto los estudios técnicos que tiene el grupo paisa, como los que tiene Gilinski, para que entre a jugar la opinión imparcial. Allí van a ser claves muchas opiniones adicionales respecto a lo que se pueda generar por parte de los patrimoniales de las juntas.
Según ambos analistas, lo que se viene es un ajuste del gobierno corporativo “que no responde a los sentimientos ni intenciones de los accionistas, sino a los hechos y la necesidad de ponerse de acuerdo para sacar esto adelante”, resaltó Palencia.
El precio que hoy ostenta la tercera propuesta de compra por Nutresa ($47.015) está 164,3% sobre su valor en libros ($17.787). En contraste, cuando se analizan las cifras de Sura se evidencia que el valor a pagar ($36.924) está 12,74% por debajo de lo que se registra a nivel corporativo ($42.317).
Si Sura decidiera vender su parte en Nutresa, a su caja entrarían US$2.038 millones o $7,6 billones, teniendo en cuenta la Tasa Representativa del Mercado (TRM) para ayer. Dicho monto le facilitaría cubrir la deuda que presenta junto con sus filiales, la cual asciende a $4,7 billones al cierre de 2021.
El periodo de aceptación de OPA por la empresa de seguros e inversiones finaliza el próximo lunes 25 de abril, mientras que el lapso para vender Nutresa fue extendido por el mismo Gilinski hasta el 16 de mayo.
Accionistas de Sura han vendido 3,66 millones de títulos a través de tercera OPA
En el décimo día de aceptación de OPA, 74 inversionistas del Grupo Sura vendieron 89.186 acciones, lo cual da un total de 3,66 millones de especies ofertadas y 11,78% del máximo a adquirir por parte de Jaime Gilinski. Según la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), este monto equivale a 0,77% de las acciones ordinarias en circulación de la compañía. En cuanto al Grupo Nutresa, un total de 160 socios han decidido dejar sus títulos, lo que equivale a 349.519 especies y 0,60% del total de lo que apetece el empresario caleño.
La compra se efectuó a US$8,01
El plazo de la OPA irá hasta el próximo 18 de noviembre. El oferente, que es la empresa árabe IHC, está dispuesto a pagar US$15 por título
Grupo Argos reitera el compromiso con sus accionistas para que sean ellos quienes perciban el valor fundamental de la empresa