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Los analistas y centro de investigaciones como Anif estiman un dato cercano al 15,5% en la tasa de desempleo para 2020
Los colombianos siempre han visto como entre el 1 de enero y el 14 de febrero sus empleadores consignan en sus cuentas individuales administradas por las AFP o el Fondo Nacional del Ahorro las cesantías causadas durante el año anterior de trabajo. Este dinero se convertía inmediatamente en ese colchón que se podía retirar en momentos de desempleo o para cumplir metas como la compra de vivienda o educación.
Ese monto, año a año venía creciendo en la última década, ya que eran cada vez más las personas que entraban a la formalidad y podían recibir esta prestación, sin embargo, y como en todos los sectores, el covid-19 creó una ruptura y este 2021, por primera vez en más de 10 años, las consignaciones dejarán de crecer.
Según las estimaciones de Protección, “la consignación de estos recursos tendrá una dinámica similar a la que ha tenido el empleo en Colombia”, cifras que fueron golpeadas, no solo por el despido de trabajadores de miles de empresas que tuvieron que reducir sus operaciones, sino también por las que tuvieron que cerrar. Según las cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá por la pandemia dejaron de operar más de 53.000 unidades productivas en 2020 en Bogotá y la Región Central.
La estimación, si se tiene en cuenta la proyección que tiene Anif de desempleo para cierre de año, de entre 15,5% y 16%, y si se analiza que las variaciones anuales en las consignaciones son muy similares a esa dinámica de empleo (ver gráfico), podría ser cercana a 15%; es decir, consignaciones por cerca de $7,5 billones, un dato que no se veía desde 2017, y que no extraña a los expertos, que ya han advertido las consecuencias económicas de las medidas que se tomaron en todo el país para frenar los contagios.
Para David Cuervo, director de Wealth Business de Mercer, “la caída en las consignaciones está directamente relacionada con la pérdida de empleo formal. Así que, con tasas de desempleo que vimos en 2020 de 13%, 15% y 18%, sí esperamos que la disminución en las consignaciones ronde esa proporción; con una única diferencia y es que no se puede captar bien el dato con las cifras del Dane, ya que no todo el empleo que se perdió entraría en las consignaciones, un ejemplo, son las personas con salario integral. En ese orden de ideas sí va a estar directamente relacionada, pero puede ser un poco más baja que la tasa de desempleo”.
El impacto también lo sentirán muchos trabajadores que tuvieron suspensiones de su contrato durante los meses más difíciles o bajas en sus salarios, ya que verán una caída en la consignación que les hagan sus empleadores de los intereses a las cesantías, que se deben realizar antes del 31 de enero.
Esto, porque este beneficio, es en el promedio de los casos 12% del valor de las cesantías causadas el año anterior; montó que a su vez “corresponde a un mes de salario por cada año laborado”, explicó Protección, que agregó que para quienes estén interesados en conocer el monto exacto que recibirán, en la página web tienen un simulador con el que podrán conocer el dato, ingresando los días laborados en el año y el salario mensual; los dos valores fundamentales a tener en cuenta.
Finalmente, en el caso de muchos colombianos ese “colchón” también ya fue utilizado, pues en 2020 se retiraron $2,2 billones por terminaciones de contrato, un 7% más que en 2019, y más de $355.000 millones por la caída de ingresos, una nueva causal que se implementó en medio de la emergencia económica y sanitaria, para permitir los retiros.
“Lo que nos muestra el balance es que las cesantías efectivamente han cumplido con su función primordial: proteger al trabajador frente a contingencias laborales”, concluyó Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos, asociación que representa a las AFP.
A esta le siguió la de Skandia (9,24%), Porvenir (8,22%) y Protección (8,09%). Todos estuvieron por encima de la mínima (4,76%)
Debido a que el capital político se gastaría en la tributaria y la laboral; esta última buscando mejorar problemas de informalidad