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El Proyecto de Historia de la Información Económica busca identificar durante las seis últimas décadas (1954-2014) los hechos, noticias y decisiones financieras, empresariales y de política pública que han formado la estructura económica del país.
José Alejandro Cortés entiende muy bien el papel de los empresarios, el papel del Estado y el rol social que desempeñan las personas en una sociedad.
Trabajó 55 años en el Grupo Bolívar, del cual se retiró en 2011. Su carta de renuncia es un icono que reza: “nací en 1930. Estoy cumpliendo 80 años, que es un número redondo. No hay otra razón para mi retiro”. Desde ese entonces se dedica a la labores filantrópicas, a ayudar a pensar a Bogotá y colaborar tangencialmente en las empresas del Grupo: Davivienda, Seguros Bolívar y la Constructora Bolívar, pero para él lo más importante por ahora es ProBogotá.
¿Cómo ve la economía?
El país está atravesando un periodo difícil por el efecto de la disminución de los precios del petróleo que ha implicado una reducción en los ingresos fiscales. El otro punto es el tema de la paz con el Estado un grupo bien complicado.
¿Qué ve para este segundo semestre del año?
El hecho de que se hubiera caído el precio del petróleo, en general de los hidrocarburos y el mismo carbón, ha sido difícil para Colombia, pero a la larga creo que esto va a permitir desarrollar las empresas pequeñas, inclusive las medianas y generar empleo.
¿Es un momento de ajuste, más que de crisis?
Sí es un ajuste. Es crítico porque no se puede decir que es menor, pero me parece muy importante, desde el punto de vista del equilibrio en la generación de empleo y de industria en el país, que se sincere la economía.
¿Qué ve para 2016?
Creo que el proceso de recuperación de las capacidades industriales y de exportación tardará de unos tres a cinco años. No lo podría precisar, pero creo que para el país en términos de generación de empleo la crisis va a ser conveniente en el largo plazo.
¿Cuáles son los frentes que más le preocupan?
La corrupción, la justicia misma. No hay claridad en muchos aspectos, me preocupa la forma como se están adelantando algunos de los programas, por ejemplo de infraestructura, con unas posiciones del sector justicia del Consejo de Estado en relación con la venta de unas empresas del Estado. Eso me preocupa porque desbarata un los programas que tenía el ministerio de Hacienda.
Usted siempre ha sido optimista. ¿Qué factores contrarrestan esos nubarrones?
Veo bien la posibilidad de empezar a generar empleo en la pequeña y mediana industria e inclusive la industria mayor. Creo que desde el punto de vista empresarial hay varios temas en los que la justicia no ha sido sana. Veo algunas dificultades, pero también veo muchas posibilidades y mucho respaldo en varios de los entes relacionados con lo jurídico; veo bien la posibilidad de crecimiento que el país está teniendo, si uno lo compara con el resto de los países de Latinoamérica, el nuestro es el mejor.
¿De qué vale ser líderes en América Latina, si al interior no se siente?
Veo bien el crecimiento comparado con la región. Y un crecimiento líder desde el punto de vista del sector en donde estoy, que es el sector financiero y de seguros, eso va a continuar. Esta bien la visión o la percepción externa. Se están dando muchos pasos en ese sentido, como entrar a la Ocde, por ejemplo.
¿Nos vamos a volver a frustrar en el tema de los diálogos?
Es muy difícil decir qué va a pasar porque en muchos aspectos el tema está en manos del secretariado de las Farc quienes son impredecibles. Yo no sé qué es lo que se está conversando en La Habana. No estoy en capacidad de decir si esto va a salir bien o mal. Pero los colombianos no van a aceptar que no se les castigue en alguna forma.
¿Está afectando la credibilidad la lentitud del proceso?
Le está haciendo daño, pero no estoy en capacidad de saber hasta dónde vamos a llegar si se levantan de la mesa, o si no se levantan. El país ha seguido creciendo a pesar de las Farc y de las autodefensas. Y va a seguir creciendo así no se llegue a un acuerdo.
¿Cómo va la consolidación de ProBogotá?
Bien. Vamos a presentar de un estudio de 150 soluciones pequeñas a grandes problemas de movilidad. Soluciones que parecen tontas pero que son importantes para aligerar la marcha de los vehículos, por ejemplo. Se está trabajando en diferentes temas importantes como empleo, seguridad y el uso de la tierra; se está logrando una visión clara de lo que podrían ser algunas de las tareas que pueden acometer los próximos alcaldes.
¿Esos estudios serán para los candidatos?
La idea es que los candidatos tengan acceso a todas estas ideas, a todos estos hallazgos y que tomen decisiones, obviamente el Alcalde y el Concejo son quienes tienen las decisiones a mano.
¿Qué haría si fuera ministro de Hacienda?
Obviamente revisar los temas del estatuto tributario, cosa que está haciendo un comité especializado, gente conocedora. De allí saldrán propuestas importantes. El equilibrio en la tributación es importante pero al mismo tiempo hay que controlar el gasto del Estado, tiene que vigilarse, tiene que ser mucho más eficiente porque nos hemos excedido.
¿Apretarse el cinturón?
Debe ser eficiente y prudente en el gasto. Debe ser muy consciente de que en este momento no tenemos los ingresos excepcionales que teníamos durante la época del auge del petróleo.
¿Le apuesta a otra reforma tributaria?
Diría que es bueno pensar en algunos ajustes al tema de la tributación. El sector privado es el que provee al Estado de los ingresos necesarios para manejar la economía y estamos en una situación de tributación complicada.
¿Está de acuerdo con la tasa de usura?
La tasa de usura no es conveniente. Yo la eliminaría, pero al mismo tiempo crearía los elementos necesarios para que la competencia sea la que se encargue de disminuir los precios.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes?
Deben desechar la idea del enriquecimiento súbito; creo que eso le hace mucho daño al país, creer que uno puede pasar de pobre a rico en diez años, 15 años. Uno debe ser persistente y no esperar volverse rico de la noche a la mañana.
Lo veo agridulce…
Creo que vamos a salir. No es un proceso inmediato es una situación que como decía no es de crisis, pero si una situación de cuidado. El país está creciendo su población, se están tomando muchas medidas para mitigar el problema de la pobreza; vamos a tener una clase media más grande, cosa que es buena. Hay inversión y de generación de valor.
El banquero de seguros que le apuesta a Bogotá
José Alejandro Cortés estuvo por 55 años en la historia del Grupo Bolívar, desde que la recibió de las manos de su familia mientras era una aseguradora, hasta que se retiró en marzo de 2011, cuando la dejó como uno de los conglomerados financieros más importantes del país. En su juventud Cortés estudió una ciencia para muchos desconocida, la actuaría, que se encarga de analizar los riesgos y los seguros, en la Universidad de Michigan, después de que en el Pomona Collage se formó como matemático. En 1998, como presidente del conglomerado, participó de la construcción de Sociedades Bolívar, que incluye a Davivienda, Seguros Bolívar y más de 20 compañías de inversión. Actualmente, y como lo comentó en su retiró, busca dedicarse a actividades con gente, por lo que sigue haciendo parte de varías juntas directivas, entre ellas la ProBogotá.
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