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El Proyecto de Historia de la Información Económica busca identificar durante las seis últimas décadas (1954-2014) los hechos, noticias y decisiones financieras, empresariales y de política pública que han formado la estructura económica del país.
Miguel Urrutia es una de las autoridades monetarias de mayor respeto en la región.
Muy pocos superan a Miguel Urrutia Montoya (1939) como el prototipo ideal de tecnócrata colombiano. Profesor titular de la Universidad de Los Andes desde hace varias décadas; economista de Harvard University; PhD de Berkeley; tesis publicada en Yale University bajo el título: Historia del Sindicalismo Colombiano, una gran cantidad de producción de artículos en revistas especializadas. Y sobretodo, gran banquero central.
Fue a él a quien le correspondió tomar las riendas del Banco de la República después de la Constitución de 1991 cuando se erigió como una institución que garantizara la independencia monetaria de la voracidad tradicional de los gobiernos acostumbrados a emitir dinero público para pagar sus necesidades de inversión o financiamiento.
Duró 11 años al frente del Banco de la República, tiempo necesario para consolidar el respeto por las decisiones de la banca central y bajar la inflación de dos dígitos a uno, tal como ahora se mantiene. Fue también director de Planeación Nacional, ministro de Minas y director de Fedesarrollo. Es de los pocos economistas colombianos citados en trabajos académicos internacionales y una de las autoridades monetarias de mayor respeto en la región.
En su pequeña oficina de profesor emérito de la Universidad de Los Andes habló sobre el pasado, el presente y sus pronósticos de la economía colombiana.
¿Cómo ve la economía para este segundo semestre de 2015?
Creo que estamos pasando por un momento difícil. Más difícil de lo que mucha gente preveía hace ocho meses. Desde la caída de los precios del petróleo y otra serie de factores, han generado problemas de expectativas sobre riesgos, que va a ser difícil de manejar, van a tener que ser muy efectivos en comunicación tanto el Presidente con el ministro de Hacienda.
¿Si usted fuera el ministro de Hacienda que haría en estos momentos?
Sería más realista. No pintaría las cosas de colores diferentes a los reales. Pero yo creo que en parte eso es lo que está haciendo Mauricio Cárdenas, pero va a ser necesario, sin duda alguna, una reforma tributaria para compensar ese problema de recursos.
¿Para eso lo invitaron a ser miembro de la Comisión Tributaria?
Muchos de nosotros veníamos diciendo que era necesaria una reforma tributaria más ambiciosa. Había que hacerla desde antes de que bajaran los precios del petróleo.
¿Y como le ha ido con la Comisión?
Estamos comenzando. Se conoció el primer informe, pero es un trabajo largo y muy serio.
¿Les toca darles informes permanentes al Congreso?
No. Tomamos una comisión ad honorem, es decir, no existimos en realidad. Existe porque hay gente muy interesada en ayudar, pero no tenemos ningunas funciones formales.
¿Es optimista con que las conclusiones o recomendaciones de la Comisión lleguen a buen término?
Ese es un tema muy fundamental. Las reformas tributarias no tienen muy buena prensa y ahí hay un problema que tienen que tomar en cuenta necesariamente los periodistas.
Pero los periodistas deben ser críticos con los proyectos tributarios...
Sí, y también porque los gremios, por ejemplo, con relación a los impuestos, han sido tremendamente críticos. Ningunos toma en cuenta el largo plazo.
¿Cuál es la diferencia entre los trabajos tributarios de hoy y los de hace varias décadas?
Las reformas tributarias de hace 30 años eran más fáciles de hacer que ahora. Entre otras porque hay mucha posición de los medios.
Como historiador de la economía colombiana ¿cuáles han sido las reformas tributarias estructurales más importantes?
La Reforma del Impuesto de Renta en el gobierno de López Pumarejo, esa sería muy importante y en el fondo la Reforma Tributaria de López Michelsen; esa fue trascendental porque es casi la única reforma tributaria estructural.
¿Qué fue lo más importante de su gestión, lo más estructural, cuál fue el hecho que marco la historia?
El hecho más importante fue la liberación cambiaria y la creación de una política monetaria, que ha durado 15 años y sigue vigente. Es la política de inflación objetivo con tasa de cambio flotante.
Lo veo preocupado por la comunicación de las políticas públicas o las reformas económicas…
Tal vez ese fue el gran error que cometí como funcionario público. No hacía bien esa labor. Por ejemplo, Abdón Espinosa llamaba a El Tiempo, para comunicar sus decisiones en cada tema. Y yo poco como representante de la tecnocracia, no hacía eso lo suficientemente bien.
Un maestro de economía más que banquero central
Urrutia Montoya es profesor titular de la Universidad de Los Andes. Nació en Bogotá en 1939, se graduó como economista de la Universidad de Harvard en 1961. Se especializó en la misma área en Berkeley donde obtuvo el Master of Arts el PhD en 1967. Su tesis de grado ‘The Development of the Colombian Labor Movement’ fue publicada por Yale University Press. Ha sido Secretario General Ministerio de Hacienda, director nacional de Planeación, ministro de Minas, director de Fedesarrollo, vicerrector Universidad de las Naciones Unidas, gerente del Departamento Económico y Social del BID, miembro de Junta Directiva y gerente del Banco de la República.
Entre su producción de libros y artículos académicos se destacan: Empleo y Desempleo en Colombia (Universidad de Los Andes 1968); Historia del Sindicalismo en Colombia (Italgraf 1969); Income Distribution in Colombia (Yale University Press 1975); 50 años de Desarrollo Económico Colombiano (La Carreta 1979); Los de Arriba y los de Abajo (Fondo Editorial Cerec 1984); Winners and Losers in Colombia’s Economic Growth of the 1970’s (Oxford University Press 1985) y50 años de Planeación Nacional (DNP 2009), entre otros.
Salomón Kalmanovitz es de los historiadores de la economía más reconocidos y sus ensayos son de obligatoria lectura en todas las universidades.
A Mauricio Cárdenas le ha tocado bailar, en términos económicos, con las más bellas, pero también con las más feas.
José Alejandro Cortés entiende muy bien el papel de los empresarios, el papel del Estado y el rol social que desempeñan las personas en una sociedad.