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El Proyecto de Historia de la Información Económica busca identificar durante las seis últimas décadas (1954-2014) los hechos, noticias y decisiones financieras, empresariales y de política pública que han formado la estructura económica del país.
Luis Carlos Sarmiento Angulo habló sobre el daño que hacen los cambios anuales al sistema tributario
Recientemente José Antonio Ocampo señaló que el sector no ha superado la crisis hipotecaria, ¿usted qué piensa de eso?
Desafortunadamente no coincidimos en ese punto con el doctor Ocampo. Yo creo que el país ha superado esa crisis con mucho éxito, con mucho esfuerzo por supuesto, pero hoy en día hay un sistema de crédito hipotecario organizado, serio, con muy buenos índices de cumplimiento y yo creo que eso es superarlo. Si no existiera el sistema, o si la gente no dispusiera de crédito, o si los indicadores fueran muy malos, pues entonces no lo había superado, pero si tenemos todo lo contrario, entonces sí está superado.
¿Qué haría si fuera Ministro de Hacienda?
Tengo tantos problemas aquí que yo preferiría seguir aquí... y menos en un momento como este.
¿Cree que se necesita una nueva tributaria?
Yo pienso que esas reformas tributarias anuales, por muy buenas que sean, son una modificación de la norma, son una interrupción de las reglas que como norma general hacen mucho daño. Acaban con la confianza de la gente.
En el primer trimestre vimos utilidades golpeadas por el impuesto a la riqueza y el Cree, después de esos primeros pagos, ¿qué sensación le queda?
Sin duda que los impuestos están muy altos.
Hablemos de la tasa de usura, ¿estaría de acuerdo en quitarla?
Yo sí estaría de acuerdo en quitarla porque creo que eso, lejos de conseguir que se subieran los intereses a los usuarios del crédito, más bien los bajaría, porque es que si se pone un límite, hay una tendencia a estar en ese límite, pero uno ve que ese límite existe hace rato, y sin embargo, los intereses han venido bajando. Los intereses que se movían al límite de la usura, 30%, 32%, 33%, no están ahí, están más bajos que eso, pero de todas maneras el punto importante para mí es que haya crédito suficiente para todos los usuarios, para toda la gente que lo necesite y que sean unas tarifas módicas. Naturalmente la gente dice: ¿entonces por qué no prestan a la misma tarifa que le prestan a las grandes empresas? Pues hombre no se puede porque es que el costo administrativo de manejar un crédito inmenso versus manejar miles de créditos muy pequeños, pues claro que es mucho más alto el de los créditos pequeños por eso la tasa es más alta.
Por otra parte, porque el riesgo es mayor, el riesgo de siniestralidad en estos créditos más pequeños es más alto. Pero de todas formas hoy en día se consiguen créditos de libre inversión a 20% o 24% anual sin dificultad y hay que ver que cuando la gente tiene que acudir a esos agiotistas que hay por ahí, las tasas son muy superiores, entonces lo fundamental es mantener el crédito, mantenerlo disponible y en cantidad suficiente.
¿No le preocupa la desaceleración económica?
Eso es parte sustancial de la responsabilidad del banquero. El banquero tiene que medir y estar analizando con mucho cuidado la calidad del crédito que le solicitan. Y naturalmente, si ve que la situación está difícil pues tiene que restringirse un poco, pero no propiamente por reacción contra esto o aquello sino por la circunstancia general del mercado. Es su responsabilidad porque si después se presenta una crisis pues va a resultar muy afectado si no tuvo en cuenta esas circunstancias, pero el crédito individual, de consumo, se está manejando con mucho cuidado, con mucha prudencia y el indicador exacto de cómo se está manejando eso es el indicador de cartera que se está manteniendo en unos límites completamente normales.
¿Cómo ve el dólar y la inflación para el segundo semestre?
El dólar es una cosa impredecible en este momento, depende de los precios del petróleo, por supuesto, porque lo que ha causado toda esta crisis es el problema del petróleo, la situación de Ecopetrol, entonces si el petróleo regresara a límites de US$70-US$75 la situación del país sería otra y el dólar muy probablemente regresaría, tal vez no a los niveles anteriores, pero se bajaría, pero con está incertidumbres pues no hay manera de saberlo.
En cuando a la inflación, inciden muchos fenómenos, todo eso mismo pero también pues los impuestos, el problema de las importaciones. Las importaciones tienen que pagar el dólar más alto y los productos importados en el país tienen una importancia grande en todos los negocios y en la canasta familiar, en automóviles, en computadores, en teléfonos, en tantas cosas que todos compramos todos los días que eso hace subir los costos y hace subir la inflación.
Hablemos del sector constructor y de infraestructura, donde tiene inversiones, ¿qué prevé para lo que resta del año?
En lo de vivienda, pues se dice que en los niveles más altos, 5 y 6, ha habido una producción muy alta que puede que tengan dificultades de ventas. Ya no estamos muy en eso. No estamos construyendo nada de vivienda. En infraestructura sí estamos muy activos, construimos muchas carreteras, es un trabajo apasionante dentro de mi profesión -yo soy ingeniero-. Es un trabajo que causa mucho entusiasmo, a mí me encanta, y en eso estamos muy activos. Invirtiendo mucho dinero.
Y ahí, ¿cómo ve la participación de la banca?
Yo veo muy bien eso. Es decir, primero, hay recursos para prestar; segundo, la utilización en ese tipo de obras es muy aconsejable, muy adecuada, al colocar recursos en obras de esa clase pues se hace el doble servicio: el de prestar el crédito y simultáneamente apoyar el desarrollo del país, entonces yo lo veo sumamente conveniente y hay la intención de hacerlo.
El libro de la historia del sistema financiero dice que el gran reto es que este auge no termine en crisis, ¿cómo asegurar eso?
Lo primero que pasa es en la pregunta y es que no veo que estemos en un auge, es un crecimiento razonable, estamos creciendo digamos un 10% -12% en los activos, en la cartera, en los depósitos. De 10% a un máximo de 15% y si le descuenta una inflación de 4,5% es un crecimiento de 10% y eso es lo mismo que se están capitalizando los bancos cada año, no creo que sea una situación especial de gran bonanzas en la banca. Las utilidades de la banca, potencialmente, se han bajado sustancialmente eso también me permite decir que no creemos que es un gran auge. La respuesta me queda fácil, si no hay auge no veo que…
Con el premio vida y obra que va a recibir, ¿cuál considera que ha sido su mayor aporte al sistema financiero?
Bueno, yo empecé muy pequeño en la banca, fundé una compañía de seguros en el año 70, todavía existe y con muy buenos resultados que es seguros Alfa y compré el banco de occidente en el año 71, ese era un banco que estaba próximo a ser intervenido, por eso me lo vendieron, de lo contrario no me lo hubieran vendido y entonces pues hacer toda esa organización, tener hoy en día todas esas organizaciones en la banca, estar prestando un servicio eficiente, bueno, que la gente le gusta, lo quiere, lo utiliza, que confirma que sí es un servicio bueno. Nosotros le damos trabajo en el grupo a 75.000 personas, son 75.000 familias que viven de lo que ganan aquí, contribuimos muy importantemente a los impuestos que recibe el país para el sostenimiento general. Y bueno, hemos mantenido unos principios y una ética que yo creo que son muy positivas para el desenvolvimiento general de la industria financiera.
Reconocimiento vida y obra en el sector financiero
La trayectoria de Luis Carlos Sarmiento Angulo le valdrá la entrega del premio Vida y obra del sector financiero en el marco de la Convención Bancaria número 50 que se celebra desde hoy en Cartagena. El banquero colombiano es graduado de ingeniería civil de la Universidad Nacional. En 1956, con un capital de $10.000 creó la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, con la que obtuvo el dinero que lo llevaría a invertir en la banca y crear el Grupo Aval (Banco Popular, Banco de Occidente, Banco AV Villas y Banco de Bogotá), el más importante del país en el sector financiero. De acuerdo con Forbes, es el hombre 85 más rico del mundo con una fortuna de US$12.500 millones (ranking 2015).
En todos los cargos que ocupó, Jorge Cárdenas se distinguió por su liderazgo y su capacidad innata de ‘hacer política’ en beneficio de los cafeteros