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El impuesto a dividendos y a ganancias de la venta de acciones desincentiva la inversión de portafolios, según analistas
Tras la radicación de la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro, uno de los puntos álgidos es el impuesto que afecta a los dividendos y a las ganancias provenientes de la venta de acciones de las empresas en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) o por fuera.
Específicamente, el articulado del proyecto indica que existirá una tarifa especial para estos factores, que subirán, tanto para los residentes en Colombia, como para los extranjeros. En el caso de los accionistas del exterior aumentará a 20%, desde 10%, según lo indica el estatuto actual.
“Para los inversionistas nacionales, cuya tarifa también es de 10% actualmente, pasarían a integrar la base gravable del impuesto sobre la renta para las personas naturales, que tiene tarifas marginales hasta de 39%, según los rangos de UVT”, dice el proyecto.
Estos dividendos también serán sometidos a una retención en la fuente de 20% sobre el valor bruto de los pagos o abonos, aunque la tarifa será descontable en el impuesto de renta de los accionistas.
Según la propuesta, estos ingresos los reciben las personas más adineradas del país, teniendo en cuenta que se trata de una cuota que se reparte a los accionistas de una sociedad.
Incluso, el nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, señaló que con su contribución en ítems impositivos se ayuda a la estabilidad social del país y, por lo tanto, a su propio beneficio.
La llegada de plataformas y el auge de la tecnología ha permitido que más personas se interesen por invertir en la bolsa, pero, ¿cómo afectaría a los interesados en tener papeles la decisión de gravar los dividendos y las ganancias?
Analistas financieros consultados por LR concuerdan en que esta iniciativa no solo golpea la estructura de costos y gastos en los mercados financieros, sino que además desincentiva la inversión de portafolios.
“Las personas naturales que venden o compran acciones en la bolsa hoy en día, no pagan ni ganancia ni renta por esas utilidades, pero con la nueva reforma eso cambiará, siendo un desincentivo muy fuerte para el mercado de capitales. A su vez, el impuesto a los dividendos, sin duda, provoca que los socios no quieran que los distribuyan porque les sale muy caro. Ahora no querrán que les paguen dividendos en efectivo, pero si se los pagan en acciones les aplica exactamente lo mismo”, explicó el abogado y consultor en asuntos empresariales, Diego Márquez Arango, quien agregó que hay consecuencias negativas para la reinversión, para sacar utilidades y para comprar y vender títulos en el mercado de valores.
Ahora bien, los analistas señalan que este proyecto se sumaría a la escasez de inversionistas en el mercado local presentada por la incertidumbre económica mundial.
De hecho, el Msci Colcap, con corte a julio de este año, ha registrado una caída de más de 8,6%, ubicándose en el top tres de los índices latinoamericanos que más pierden. Completando el listado están el BVL de Perú (-8,6%) y el Mexbol de México, con -9,6%. Mientras que el Ibovespa de Brasil retrocede 2,2% en lo corrido de 2022, según cifras de Casa de Bolsa.
“Los esfuerzos que hemos hecho en el mercado por traer flujos de inversión han sido poco fructíferos. De entrada, ya somos un mercado emergente que exige una prima de riesgos superior a la de uno desarrollado y, en Colombia, dado los cambios políticos y económicos que estamos teniendo, una mayor cantidad de flujos están saliendo del país. Por eso, un impuesto a los dividendos aumenta esa prima de riesgo”, puntualizó Juan Eduardo Nates, asociado senior de divisas en Credicorp Capital.
En resumen, un inversionista apuesta por un mercado de capitales con la expectativa de que en el futuro cercano tendrá ganancias, pero si están gravadas, recibirá un incentivo negativo; es decir, no va a querer entrar en ese mercado o será comparativamente peor ser parte del mismo.
¿Cómo se agrava la situación?
En 2016 se impuso un gravamen que desvirtuaba la “no doble tributación”, que, si bien podía reflejar un recaudo tributario mediático, a la final producía más informalismo, según los expertos. Con esta nueva tributaria se pretende agravar la situación. Para ello, Ali Castrillón, socio de impuestos de Kpmg Colombia ejemplificó.
“Si una persona decide constituir una empresa y sus utilidades son de $100, antes de impuestos, la empresa pagará un impuesto de $35 repartiéndole a su accionista $65. Ahora, cuando el accionista vaya a presentar su declaración va a tener que pagar hasta 39% adicional (con lo que pretende el proyecto); es decir, $25 más, con lo cual sus utilidades se reducirán a $40”.
Adicionalmente, explicó que este hecho produciría un retroceso y plantea el debate de cuánto pueden incidir los impuestos en el crecimiento de la economía nacional.
“Esto frena el ahorro, la inversión, reduce los incentivos a trabajar, a producir ingresos y acumular capital, perjudicando en últimas las mismas banderas del Gobierno actual. Esto es a los más vulnerables, quienes con una economía desacelerada no tendrían mayores oportunidades, pues se reduce significativamente el empleo. Hay que generar riqueza para que esta sea consumida. El impuesto a los dividendos hace todo lo contrario”, dijo.
Crece la preocupación
Otro de los factores que preocupa a los inversionistas consiste en las recomendaciones que entregó la Misión de Mercado de Capitales en 2019, pues aunque destacan la necesidad de incentivar las emisiones, sobre todo en momentos de altos niveles de inflación y tasas, “la actual reforma tributaria no solo golpea la estructura de costos y gastos de los entornos financieros, sino que no incluye ni una sola recomendación de la misión de expertos”, anotó Diego Fernando Palencia, vicepresidente de investigaciones de Solidus Capital.
Es por eso que solicitan con urgencia que se incluyan dichas recomendaciones y se estudien en el articulado, principalmente por la viabilidad de la financiación del país.
“Colombia requiere no solo viabilidad tributaria. Requiere sostenibilidad y viabilidad de la financiación pública y privada. No podemos alejar a los inversionistas de portafolios, y mucho menos quitar incentivos para la inversión de aquellos que afectan pensiones e inversiones privadas”, agregó Palencia.
Este año, 15 emisores les darán a sus accionistas una rentabilidad por encima de la inflación. La compañía que representará una rentabilidad mayor a la hora de pagarle a sus socios una parte de la utilidad conseguida el año pasado es Terpel, con un retorno de 10%, esto si se tienen en cuenta que el dividendo será de $1.140.
Regulación actual
Para Bibiana Buitrago, abogada tributarista de la firma Jiménez, Higuita, Rodríguez & Asociados, la principal afectación que se evidencia en el articulado para el mercado de capitales tiene que ver con la eliminación de la norma que beneficia las enajenaciones de acciones.
Según la experta, el Estatuto Tributario actual tiene un artículo: el 36-1, que contempla que la venta de acciones que coticen en bolsa no constituye una ganancia ocasional; es decir, no está gravada y no tiene tarifas de impuestos, siempre y cuando no supere más de 10% de las acciones en circulación en cabeza del beneficiario.
Hasta el momento se conoce que la reforma tributaria busca recaudar $25 billones y estará acompañada de un segundo proyecto que se radicará en los próximos días. Esta tendría normas centradas en combatir la evasión fiscal para llegar a la meta de los $50 billones durante todo el periodo presidencial.
Impuestos en renta y beneficios
Las estadísticas tributarias constituyen un punto de partida fundamental para el análisis de las políticas fiscales y aduaneras. Es por eso que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(Ocde), en su más reciente base de datos, informó que Colombia se ubica en el puesto número siete, entre los países de la región en materia de impuestos sobre la renta y los beneficios (porcentaje del PIB) con un nivel de 6,2%.
En las primeras posiciones se ubica Cuba, con 10,6%; El Salvador, con 7,9%; México, con 7,6%; Uruguay, con niveles de 7,1%; Brasil, con 7,1%; y Chile, con 6,3%. Mientras que el top 10 lo cierra Perú, Argentina y Costa Rica.
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