MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Luis Carlos Reyes, director de la Dian, afirmó que la reforma se alinea con la Constitución de 1991 y cumple con ella en la medida en que será debatida en el Congreso de la República
Al texto con los nuevos artículos tributarios solo le hace falta la sanción presidencial para ser Ley de la República
El miércoles fue el Senado de la República, ahora lo hizo la Cámara de Representantes, ambos llegaron a la misma conclusión: le dieron un sí a la reforma tributaria del presidente Gustavo Petro.
La votación final en ambas cámaras se dio después de que los delegados de ambos órganos del legislativo lograran llegar a una conciliación del texto después de que cada uno de ellos haya aprobado una versión diferente del articulado.
Con la aprobación del Congreso de la República en pleno, el gran proyecto de los primeros 100 días del presidente Petro está a la espera únicamente de su sanción -que él mismo lo firme- para convertirse en una nueva Ley.
En la tarde de este jueves, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, celebró que finalmente la Cámara aprobó con 122 votos a favor y tan solo 27 en contra, el documento final.
“Si esta reforma da los resultados y recaudos esperados, es posible que en los próximos años pensemos en una reforma con una tasa de renta menor para todas las empresas, no solo las MiPyme”, dijo.
Así quedó el texto
De este modo, desde el primero de enero, Colombia tendrá un nuevo paquete de impuestos, que según el Gobierno, se trata de un articulado que buscará entre $19 y $20 billones extra para las cuentas de la Nación.
El grueso de los recursos llegarán desde los que más ganan, quienes a través de un impuesto al patrimonio mayor y menos deducciones, aportarán junto con las empresas y especialmente las de hidrocarburos cerca de 40% de la reforma.
Entre el grupo de las modificaciones que se verán en 2023, uno de los que más pesa es el de las firmas petroleras. Los impuestos a los hidrocarburos serán la principal fuente de estos recursos, ya que aportarán la mitad de la tributaria.
Por otro lado, el articulado también mantuvo la no deducibilidad de las regalías del impuesto de renta, pero con modificaciones en la valoración de las regalías pagadas en especie por parte de las empresas.
Este fue uno de los puntos por los que más lucharon gremios como la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) y la Asociación Colombiana de Minería (ACM), quienes pedían que lo sacaran del articulado.
Para la misma industria, el texto también definió la fórmula que se aplicará para las sobretasas de renta que se ajustaron únicamente para la extracción de petróleo y gas y que dependerán de los precios internacionales.
Estas serán de 5% o 10% para la extracción de carbón y de 5%, 10% o 15% para el petróleo.
Los umbrales, tanto para el carbón como para el petróleo, se definirán de acuerdo con la distribución de los precios internacionales en términos reales, ajustados a la inflación de Estados Unidos.
El cambio principal que se dio en este aspecto en las últimas reuniones entre los ponentes y el ministerio de Hacienda fue que ya no se contabilizará como base gravable el precio promedio de los últimos 20 años, sino que será el de los últimos 10 años.
Según el acuerdo al que llegaron los ponentes y el Ministerio de Hacienda, habrá un descuento de 19% para estos ingresos, por lo que la tarifa máxima llegará a 20%