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Pese a que la ley ya lo exige, aún el reto es grande. Mientras que Bogotá concentra 249 salas, en otras regiones como Sucre solo tienen seis
Hace un par de años, hablar de economía del cuidado, era un término desconocido en el debate público. Hoy es un concepto con reconocimiento político dentro de la sociedad y, además, una medida de responsabilidad social al interior de las empresas. Una de esas buenas prácticas para aportar a la equidad de género es la adopción de salas de lactancia materna en los espacios laborales.
“Varias mujeres adoptan la responsabilidad de una doble jornada laboral, lo que las enfrenta a un dilema perverso: elegir entre la familia o su desarrollo personal”
“La maternidad es una condición inherente a las mujeres. Para apoyarlas en el desarrollo de esto y que no impacte en su trabajo, en Avon tenemos dos salas de lactancia”
Así lo determinó el Ministerio de Salud con la expedición de la Ley 1823 de 2017 y la Resolución 2423 de 2018, la cual ordena a las grandes empresas a crear las Salas Amigas de la Familia de Lactante, como una medida para aportar a la inclusión laboral de las mujeres, al permitirles conciliar sus labores maternas con las de trabajo. Con esto, las madres lactantes podrán contar con espacios adecuados y dignos para extraer, conservar y transportar la leche de forma adecuada, para ofrecerla posteriormente a al recién nacido.
Dado esto y según el último reporte de la cartera de Salud, con corte a febrero de este año, las entidades territoriales notificaron que en total hay 349 Salas Amigas de la Familia Lactante en el país.
Las regiones que más han avanzado en esta política de género son Bogotá, que reporta 249 salas de lactancia materna distribuidas entre entidades públicas y empresas privadas. Le sigue Antioquia con 73 espacios disponibles para mujeres lactantes en los diferentes sectores productivos; y continúa Sucre, que pese a que se ubica de tercera, tan solo registra seis espacios para la lactancia materna (ver gráfico).
Esta Ley, la 1823, obliga a crear estos espacios a todas las entidades públicas del sector central y descentralizado; así como a las empresas privadas con capitales iguales o superiores a 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes; o aquellas con capitales inferiores, pero con más de 50 empleados.
Dado esto, empresas como Avon, con mayoría mujeres dentro de su lista de trabajadores con 577, frente a 322 hombres, es una de las compañías que cuenta con salas de lactancia materna dentro de sus espacios de trabajo , incluso, mucho antes de que el Gobierno lo exigiera. Actualmente, la empresa de productos de belleza cuenta con dos salas de lactancia ubicadas en Antioquia: una en su sede administrativa y otra más en su centro de distribución.
“Como compañía, desde hace alrededor de 10 años reconocemos la importancia de la lactancia materna y la motivación que generan estos espacios para nuestras colaboradoras, los cuales, sin duda, inciden en el desarrollo de sus actividades diarias. En Avon, abrimos dos salas de lactancia en nuestras sedes incluso antes de que se decretara como normatividad”, dijo Carolina Vargas, especialista en Salud y Seguridad de Avon.
Instituciones educativas como la Universidad Nacional sede Bogotá, la UniNorte, la Universidad Eafit y la Universidad Externado de Colombia son otras de las entidades que reportan salas de maternidad al interior de sus instalaciones.
Con todo esto, el balance es retador para el país. Pues según el Ranking PAR 2021 de Aequales, “solo 57 % de las empresas participantes reportó que contaba con salas de lactancia”.
Para María Paulina del Castillo, directora Comercial de Aequales para Latam, “este porcentaje debe aumentar, ya que las salas de lactancia contribuyen a disminuir las brechas de género, si las mujeres no tienen que decidir de manera dicotómica entre la maternidad y su carrera profesional o laboral”.
Recomendaciones para las empresas en la generación de equidad de género
Según Aequales, las compañías deben priorizar el trabajo remoto para las mujeres lactantes, y madres y padres que tengan bajo cuidado a menores de un año aun cuando hayan finalizado su licencia de maternidad o paternidad. Así mismo, se indica primar el trabajo remoto para hombres y mujeres que estén esperando un bebé y que aún no hayan iniciado su licencia. Por último, se invita a conocer los beneficios de incorporar mujeres en cargos directivos.
La adopción de buenas prácticas sostenibles aportan valor e influyen de manera significativa en el desempeño futuro de las empresas
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