MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Se cumplen seis años desde que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos entró en vigor. Conozca cuántas empresas y cuáles productos son los que más se han beneficiado.
En 2017, los números rojos para Colombia fueron de US$864 millones
Uno de los grandes debates del comercio exterior y la apertura económica ha sido la efectividad de los Tratados de Libre Comercio y, sin duda, el acuerdo con Estados Unidos, por su importancia estratégica, es reflejo de la conveniencia de estas figuras.
Hoy cumple seis años este acuerdo y, a la luz de las cifras y algunos analistas, los resultados no han sido las mejores y hay varias oportunidades de mejora. Uno de los primeros análisis arroja que, en cuatro de los seis años de vigencia del tratado, Colombia tuvo un déficit comercial con Estados Unidos.
La balanza comercial con el país norteamericano tuvo el superávit más alto en 2011, cuando se ubicó en US$8.991 millones, seguido de 2012 (año de entrada en vigor) cuando el comercio fue positivo para Colombia en US$8.244 millones. Un año después, el efecto negativo para Colombia fue evidente, pues el superávit bajó hasta US$2.780 millones y, desde 2014 (déficit de US$3.185 millones) hasta la fecha, el comercio no levanta cabeza.
Una de las razones para este cambio de tendencia, de acuerdo con Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), tiene que ver, en parte, con la coyuntura que favoreció los intercambios de petróleo y debilitó otros sectores.
“El TLC arranca en un momento de auge del sector petrolero, que no necesitaba un tratado para su comercio y no se aprovecharon los accesos para otro tipo de productos que tuvieron la oportunidad y solo hasta ahora se están comenzando a mirar”, indicó Díaz al referirse a la apertura que están teniendo productos agrícolas en este momento.
De hecho, al revisar los principales productos que envía Colombia a EE.UU., la mayoría es materias primas sin transformación. Solo en 2017, 41,6% de las exportaciones (que sumaron US$10.540 millones), fueron de petróleo, con un monto de US$4.389 millones. La segunda exportación fue el café, con un total comerciado de US$1.249 millones, seguido de las flores, que representaron ventas por US$1.091 millones.
El resto de productos, en su orden, fueron: oro, aceites de petróleo, carbón (hullas), bananos, partes de construcción, extractos de café y piedras preciosas, entre otros, de acuerdo con los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
En contraste, la diversificación de las importaciones (US$12.014 millones) hechas desde Estados Unidos es mayor. La mayor compra de Colombia fueron aceites refinados, por US$2.487 millones, seguido del maíz, que representó US$889 millones, junto con aeronaves (US$370 millones) y residuos de soya (US$361 millones), dentro de los más importantes.
Adicionalmente, un estudio elaborado por Cedetrabajo encontró que desde la entrada en vigencia de este TLC, el comercio entre los dos países se ha contraído cerca de 37,4%, pues pasó cerca de US$36.000 millones a US$22.568 millones, además de haber reducido las exportaciones en US$11.280 millones, es decir, 51,7% de lo comerciado antes del acuerdo.
Mario Valencia, director de Cedetrabajo, afirmó que “desde que entró en vigencia el TLC con Estados Unidos, Colombia ha perdido $26 billones en comercio con ese país. En lugar de aumentar el comercio este se ha reducido 37%. Las exportaciones siguen siendo de los mismos productos. Solo 51 nuevos, incluso menos crecimiento que antes de tener TLC. En bienes no tradicionales se han perdido $4,3 billones en exportaciones”.
Aunque una de las premisas del acuerdo era abrir nuevos mercados, el resultado es que solo se exportan 51 nuevas partidas en estos seis años, de 737 que se exportan en total.
Sin embargo, para Díaz, esto representa una oportunidad, que varios sectores están comenzando a entender, por lo que “no se debe culpar al mecanismo, sino a la debilidad en la política exportadora”.
El líder gremial destacó los procesos de admisibilidad que vienen logrando productos como el aguacate y las uchuvas, que llevan al menos cinco años en trámite, además de otros productos como los cítricos, que tienen futuro en el mercado estadounidense por la alta demanda.
Así las cosas, el balance del TLC, aunque en principio es negativo, sigue representando para los empresarios una oportunidad para rebalancear el comercio exterior y abrir definitivamente la puerta a una mayor canasta exportadora.
EE.UU. es el mayor importador de este producto agrícola a nivel mundial con más de US$2.000 millones por año.
María Claudia Lacouture, directora de AmCham, explicó el balance y los retos que se presentan en un nuevo año
El impacto en revaluación de la tasa de cambio entre peso y dólar ha tenido que ver en las exportaciones de bienes agroindustriales.