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Desde bendecir el avión hasta protagonizar escenas curiosas por no querer hacer el chek-in de manera virtual hacen parte del listado de particularidades de los viajeros nacionales
Desde darle la bendición al avión antes de montarse hasta ser capaces de pedirle una bandeja paisa a un auxiliar de vuelo, forman parte de esas “colombianadas” que hacen algunos pasajeros durante la temporada de vacaciones.
Antes de adentrarnos en estas curiosidades, hay que explicar a qué se refieren las personas cuando usan el término “colombianadas”. Estas son, en pocas palabras, acciones que supuestamente solo hacen los colombianos que resultan ser bastante particulares para quienes no son de este país.
El capitán Francisco Ossa, quién trabaja como copiloto, se ha topado con más de una situación bastante curiosa, pero una de las “colombianadas” que le parece más llamativas es la de bendecir el avión antes de que este despegue. “Algunos pasajeros le dan la bendición al avión al entrar y le dan golpecitos a la puerta”, comenta Ossa. Sin olvidar a quienes aplauden al aterrizar.
“Hay situaciones graciosas que uno no entiende. Hay quienes se bajan del avión y lo abrazan a uno como si en verdad lo conocieran de toda la vida”.
“Es muy curioso, pero es algo que también he visto en países como México y Panamá, creo que es algo un poco más latino”, asegura la auxiliar de vuelo Katherine Pinto.
Algunos pasajeros para evitar gastar dinero en los locales de los aeropuertos optan por llevar su propia comida dentro de la maleta. Ossa cuenta que hay pasajeros que consumen pasabocas , empanadas, ajiaco y hasta picadas dentro del avión. Esto lo hacen porque consideran que lo que venden en los aeropuertos es muy caro.
Una anécdota que recuerda y que, precisa, el pasajero “la sacó del estadio” fue la de unos viajeros pidiéndole bandeja paisa a un auxiliar de vuelo. Tampoco faltan los que quieren pagar todo en efectivo y llevan la monedero llena.
Cuenta el piloto que en una oportunidad, en un vuelo que estaba muy tranquilo una de las pasajeras llamó a una de las auxiliares, “le pidió que me preguntara el motivo por el cual el avión se había detenido en el aire, que si acaso había un trancón”, cuenta.
Y del lado de Pinto, una pasajera que recuerda es la que pidió un aguardiente después de que el avión pasó por una turbulencia “para celebrar”.
En el listado también aparecen los pasajeros que, pese a tener toda la información al momento de la compra, llegan con maletas más grandes de lo permitido o más pesadas y luego se quejan por el cobro de la tarifa de sobrecupo.
Finalmente, aparecen los que se niegan a hacer el Check-in virtual y prefieren que les entreguen el tiquete impreso. Lo que, también, les representa hacer más fila.
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