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Conozca las claves y los casos de éxito en materia de sostenibilidad
Pymes no suelen medir su gestión.
El Global Reporting Initiative (GRI), es un estándar de rendición de cuentas en sostenibilidad usado por las compañías grandes a nivel global. Andrea Pradilla, directora del GRI para Hispanoamérica habló sobre cómo se ha dado el proceso de integración de las Pyme en esta medición y qué retos se han presentado.
¿Hacia dónde apunta la sostenibilidad en el país?
Hay varias tendencias, unas apuntan a tener una mayor conciencia con respecto al impacto en las cadenas de suministro por parte de las empresas grandes y a pensar la sostenibilidad como una herramienta de competitividad, un componente de la internacionalización de las empresas colombianas.
Hoy la sostenibilidad viene desde el mercado, de consumidores mucho más coscientes, la regulación y la tecnología. También apuntan hacia la integración a las cadenas de suministro, de esos impactos ambientales, sociales y económicos que se causan en la producción de bienes y servicios, ahí vemos una gran tendencia.
Otra tendencia apunta hacia la transparencia absoluta. Las empresas deben entender que hoy es el día más transparente de sus vidas y el menos transparente del resto de sus vidas. Cada vez habrá más demandas para que haya un comportamiento confiable, ético y coherente con lo que dicen que hacen y con lo que en realidad hacen. Es una demanda real que vamos a sentir desde los distintos grupos de interés, en esa medida, es importante que las empresas entiendan que la sostenibilidad debe ser integrada desde el core del negocio y no necesariamente desde actividades filantrópicas adicionales.
¿Cómo ha sido el proceso de integración de las Pyme al GRI?
Ha tenido varios momentos. Uno de ellos es atraerlas al concepto de la sostenibilidad corporativa, ahí hemos encontrado que la realidad de una pyme en su día a día es de alguna manera sobrevivir y normalmente su estrategia está dictada por las necesidades del dueño o del gerente y no necesariamente por una visión de mediano o largo plazo. Saben muy poco de sostenibilidad corporativa y de los beneficios que eso puede tener para su competitividad.
Lo primero que hay que hacer con ellos es tener un acompañamiento muy cercano para que puedan entender el concepto de desarrollo sostenible y cómo ese concepto los va a hacer más competitivos y productivos, identificando fortalezas, debilidades y cerrando brechas.
¿Cuáles son las fortalezas y los desafíos identificados en general que han encontrado con las empresas colombianas?
Una vez las Pyme entienden en qué consiste la sostenibilidad corporativa y que quizá no es a lo que venían acostumbrados sobre temas de filantropía y demás, para estas empresas tiene mucho más sentido tener una visión integral del negocio y del impacto por su tamaño. Todo lo sienten y es más directo que una empresa grande. Una vez entienden en qué consiste el concepto, tienen la posibilidad de apropiarlo a su tamaño o modelo de negocio.
Ahora bien, siguen presentándose retos porque con frecuencia las Pyme no miden su gestión y eso es una sorpresa para nosotros. Hacen muchas cosas pero no siempre están logrando medir el impacto y los resultados de lo que están haciendo en su día a día, el programa les permite tener una cultura de medición de gestión.
¿Qué expectativas tienen?
La primera es poder escalar en números pero también en mejoras en calidad, que muchas Pyme accedan al proyecto y muchas empresas adopten la decisión de mirar los componentes ambientales, sociales y económicos en sus cadenas de suministro.
La segunda es que entiendan la medición como una herramienta de gestión y mejora continua, acá en el proceso de reporte es donde verdaderamente se ven los beneficios de la sostenibilidad: la empresa va a poder mejorar su gestión, competitividad, productividad, identificar brechas y oportunidades de mejora para que al final del día logre los niveles de rentabilidad que hoy alcanza y se sostengan en el tiempo.
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