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En 2014, solo 46% de los medios de comunicación en Venezuela operaba con total independencia
La voz del periodismo en Venezuela se ha ido apagando durante los últimos 20 años, pues los golpes que el chavismo le ha asestado a los medios de comunicación, desde 1998, han impedido la labor periodística. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa en Venezuela (Sntp) registra que, desde el inicio de la era que lideró la figura de Hugo Chávez, han cerrado 60 medios, aunque Expresión Libre asegura que, entre 2013 y mayo de 2018, han desaparecido 80 de los 155 periódicos que circulaban hace cinco años.
Según datos del Sntp, hace 20 años, los medios independientes del régimen chavista abarcaban 88% del total, pero en 2014 solo 46% permanecía aislado de la presión gubernamental, que durante 2017 cerró 46 emisoras de radio y tres canales de televisión.
La censura sobre los medios de comunicación se agudizó en diciembre de 2007, cuando Hugo Chávez ordenó el cierre de Radio Caracas Televisión (Rctv) al considerarla “una compañía golpista”. Para ese entonces, el canal contaba con más de 12 millones de televidentes y era considerado el más popular del país vecino.
Este caso ejemplifica la batalla del chavismo y los medios de comunicación que ha dejado episodios como el llamado “Radiocidio” en 2009, año en el que el ahora presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, ordenó la salida del aire de 34 emisoras de radio y televisión.
Al mismo tiempo, durante su gobierno, Chávez advirtió a otros 200 medios la posibilidad de perder sus licencias de transmisión, decisión que justificó alegando un abuso de la libertad de expresión de los medios y sus posturas “fascistas”. La estrategia venezolana ha pasado por bloquear señales internacionales, el cese de las concesiones, las restricciones al papel impreso y la compra de medios.
En cuanto al régimen de Maduro, el investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez, destacó que “utiliza diferente tácticas: multas inviables a los medios de comunicación, restricción a recursos básicos y amenazas a periodistas, entre otras”.
Con respecto a este último aspecto, Rodríguez resaltó que las amenazas con nombre y apellido que Maduro suele realizar a los periodistas a través de sus emisiones en cadena nacional provocaron no solo la salida de varios comunicadores que se oponían a cambiar su línea editorial, sino el encarcelamiento de algunos de ellos, como Alberto Cabrera y Antonio Medina, quienes fueron apresados el 26 de julio de 2017 con cargos de rebelión militar.
A las medidas del chavismo de censurar a los medios de comunicación de su país, el gobierno de Maduro le sumó una más el año pasado: el 8 de noviembre, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la “Ley contra el odio, por la convivencia pacífica y la tolerancia”, cuyo objetivo no solo es limitar la pluralidad y diversidad del contenido de los medios de comunicación tradicionales y digitales, sino que impone penas de 20 años de prisión a quienes sean acusados de promover discursos del odio por medio de estas plataformas.
El director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Ricardo Trotti, manifestó que “a medida que la dictadura de Nicolás Maduro sea más férrea, acudirá a estos elementos de censura en forma más aguda en la libertad de prensa y en la democracia”, aseguró.
Ese ataque contra la prensa en Venezuela la ha llevado a ser el tercer peor país de América Latina en materia de garantías al desarrollo de la labor periodística, superando únicamente a México y a Cuba, según el último ranking de libertad de prensa mundial de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que lo ubica como el país 143 de 180 naciones en todo el planeta.
Los canales extranjeros que han sido censurados
NTN24 fue sacada del aire: Maduro decidió sacar a NTN24 de Venezuela en febrero de 2014 como represalia por el cubrimiento de las protestas convocadas por los líderes de la oposición venezolana Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López, organizadas en conjunto con movimientos estudiantiles.
La censura siguió con CNN en Español: Tres años después, otro medio internacional sufrió la censura. La señal de CNN en Español fue retirada, supuestamente porque era usada “como instrumento de guerra”, según el presidente Maduro, que tomó la decisión a raíz de un reportaje sobre la venta de visas y pasaportes en la embajada de Venezuela en Irak.
TV Azteca alargó el listado: Al mismo tiempo que CNN en Español, el canal mexicano TV Azteca fue excluido de la parrilla de programación de Venezuela. Sin embargo, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) aseguró que esto no sucedió por una sanción del régimen, sino por acuerdos comerciales que no se concretaron.
El Tiempo TV entró entre los afectados: El canal salió en abril de 2017 por determinación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), mientras se transmitía la jornada de protestas a favor y en contra del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Varios televidentes reportaron a través de las redes sociales la ausencia de la señal de este medio.
Todo Noticias fue el siguiente: Al igual que con El Tiempo TV, la cadena argentina Todo Noticias fue sacada de la señal de televisión venezolana por directriz de Conatel mientras transmitía la jornada de protestas, que para ese entonces eran consideradas como la movilización más grande en contra del oficialismo.
La señal de RCN TV fue apagada: El segundo medio colombiano en abandonar forzosamente las transmisiones en Venezuela fue el Canal RCN, que para ese entonces se encontraba cubriendo las protestas que se originaron por la destitución de los alcaldes de Chacao y El Hatillo, quienes también fueron condenados a 15 meses de prisión.
Caracol también fue bloqueado: La purga colombiana se prolongó con la salida de Caracol, que emitió un comunicado asegurando que “siempre ha desempeñado su labor periodística de manera objetiva y veraz, y siguiendo principios considerados fundamentales: ofrecer periodismo con contexto y escuchar todos los puntos de vista”.
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La decisión sería definitiva, según informó el secretario del sindicato local
La ayuda de otros medios latinoamericanos permitió mantener su operación