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Las entidades tienen la potestad de definir si las tasas de interés son variables o fijas y si ofrecen periodo de gracia previo al cobro
La educación superior en Colombia podría catalogarse como un servicio no universal (al menos para aquellos que desean estudiar en una universidad privada en la que los costos de matrícula y semestre suelen ser altos). Según el Ministerio de Educación, de cada 10 bachilleres que se gradúan al año en el país, solo cuatro continúan sus estudios tras cursar undécimo grado y solo dos de cada 10 ingresan a instituciones de calidad.
Ante esta situación y con el deseo de los colombianos de consagrar una formación profesional, la institución insignia de préstamos educativos del país, Icetex, y entidades financieras como bancos han sacado líneas de crédito especialmente enfocadas en la educación.
Bancos como Bbva, Davivienda, Banco de Bogotá y Bancolombia, entre otros, promueven este tipo de créditos para aquellos interesados en cubrir los gastos de un semestre o los de toda la carrera, los llamados créditos de corto o de largo plazo.
Previo a explicar cómo funcionan las tasas de interés de las entidades financieras ya mencionadas, cabe aclarar que un crédito educativo es un préstamo a un estudiante para que cubra el valor total o parcial de la matrícula de sus estudios.
Usualmente los términos que se pactan en estos acuerdos indican que el pago del monto mayor adeudado a las entidades se empieza a pagar una vez la persona culmine su formación profesional ya que, se prevé que para ese entonces, el deudor ya cuente con solvencia para saldar la deuda.
Por lo general, los entidades suelen fijar un deudor solidario (codeudor) que podría hacerse responsable de la deuda en caso de que el titular no pueda cumplir con la responsabilidad. La forma en la que estos créditos operan consiste en que la entidad financiera cubre el total de la matrícula para un semestre determinado y por el tiempo que dure la carrera o técnico profesional mientras que el deudor abona a la misma una parte de esta, monto acordado durante la firma del crédito.
Al ser un préstamo, tanto el Icetex como los bancos establecen unas tasas de interés que acompañan al monto de abono a la deuda durante la etapa de amortización. Es potestad de las entidades determinar si las tasas de interés y el valor de cuota son fijas o variables y si ofrecen un periodo de gracia antes de iniciar el cobro de la deuda.
El Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex, cuenta con diferentes líneas de crédito para que el deudor adapte su presupuesto a las condiciones de pago. Una vez el estudiante finaliza sus estudios, cuenta con un periodo de gracia de seis meses después del último desembolso por el valor de la matrícula para iniciar el pago. La tasa de interés que maneja la entidad es variable, es decir que no es la misma durante todo el periodo de amortización sino que cambia conforme lo hace el IPC del país, más 2%.
Para el caso de las entidades bancarias, estas no ajustan las tasas de interés a la evolución del índice de precios al consumidor, IPC, sino que manejan tasas propias. Sufi, empresa aliada a Bancolombia, también ofrece distintas líneas de crédito, ya sea a corto, mediano o largo plazo y las tasas de interés que manejan son variables dependiendo del perfil de riesgo del cliente.
Aquellas tasas para créditos de corto y mediano plazo oscilan entre 1,71% MV y 2,37% MV (mes vencido) y 22,56% y 32,46% EA (efectivo anual) y para largo plazo entre 1,63% y 2,36% MV y 21,41% y 32,3% EA.
Por su parte, Bbva y Davivienda también manejan tasas variables con la salvedad de que el banco de 'la casita roja' no estudia el perfil del cliente y Bbva sí lo hace. Davivienda aplica tasas de interés en créditos de pregrado y posgrado que van desde 1,66% MV y 21,84% EA. En cambio, el banco español cuenta con tasas mínimas y máximas que van desde 2,15% MV y 29,15% EA y 2,42% MV y 33,3% EA, respectivamente.
En cambio, Banco de Bogotá y Serfinanza son de las pocas instituciones financieras en las que las tasas de interés de los créditos educativos son fijas. Mientras que en Banco de Bogotá se manejan tasas de 1,74% MV y 22,98% EA, en Serfinanza se sitúan en 1,79% MV y 23,73% EA.