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Hay que estar atento a la normativa para evitar incurrir en gastos innecesarios que puedan afectar la estabilidad de las finanzas del hogar.
Después de la época navideña y de un largo receso vacacional, los estudiantes colombianos de calendario ‘A’ se preparan para regresar a clases. Cuadernos, colores, uniformes, morrales, calzado, calculadoras, tabletas y computadores hacen parte de los productos que más se venderán durante esta temporada.
A pesar de que esta época debería ser entusiasta por el comienzo de un nuevo año escolar, muchos padres de familia sufren varios ‘dolores de cabeza’ a cuenta de los excesos que pueden cometer algunos colegios en la lista de su material pedagógico.
“La mayoría de colegios son serios y piden realmente lo que se necesita. Algunos otros quieren completar sus propios gastos a través de los padres de familia y los hacen comprar materiales de aseo, papelería e indumentaria para los mismos profesores, cosa que no tienen que hacer”, afirmó Eliana Ianini, asesora de educación privada del Ministerio Educación.
Según la entidad, hay que estar atento a la normativa para evitar incurrir en gastos innecesarios que puedan afectar la estabilidad de las finanzas del hogar.
Las normas vigentes especifican que los textos sólo pueden cambiarse después de tres años; asimismo, solo se puede exigir dos uniformes: uno para diario y otro para educación física. Los colegios no pueden pedir marcas ni proveedores exclusivos, ni la obligación de entregar los materiales al establecimiento educativo.
De igual manera, el llamado a los padres de familia es estar atentos a los útiles que piden las instituciones, si se ven materiales que no son ‘coherentes’ con el plan escolar, lo más pertinente es pedir un explicación.
“Cualquier objeto puede tener un uso pedagógico, pero si el padre de familia ve en la lista material de aseo como escobas, traperos, detergentes, marcadores, resmas de papel o elementos que considere extraños, lo que debe hacer es preguntarle al colegio cuál es la función pedagógica de ese objeto. Si la razón no es convincente o no se retira de la lista, deben ir a la Secretaría de Educación y la institución puede ser sancionada”, aseguró Ianini.
¿Y si no puedo comprar todo lo que está en la lista?
Con base en los análisis de Fenalco, el promedio de consumo por cada estudiante será de 200.000 a 400.000 pesos en varias regiones del país. Los almacenes de cadena y las papelerías serán los mayores beneficiados de la época. Sin embargo, muchos consumidores no alcanzan a costear ese gasto.
“Dependiendo del nivel de estudios y del estrato socio-económico en donde se encuentre, la compra de útiles escolares puede ser una carga bastante alta para las finanzas del hogar. Existen casos de colegios en donde un solo libro puede costar $300.000, cosa que es muy grave”, dijo María Teresa Macías, docente de finanzas de la Universidad de la Sabana.
Para la experta, desafortunadamente para muchas familias de nuestro país, esta temporada implica un impacto grande porque no existe planeación. La recomendación fundamental para que se puedan comprar las cosas indispensables es organizar muy bien los gastos.
A pesar de que no existe reglamentación para obligar a los padres de familia para que cumplan con la totalidad de la lista escolar, según Eliana Ianini los padres de familia deben cumplir el compromiso de adquirir los materiales necesarios para la educación de sus hijos.
“Desde el momento de realizar la matrícula, el colegio está en el deber de mostrar la lista en un periodo prudente y si el padre de familia firma, eso implica un compromiso a comprar los útiles. Si no está de acuerdo o no tiene la capacidad de comprarlo, debe ir a otra institución educativa que se adecúe a sus necesidades”, dijo Ianini.
Ahorre en los útiles escolares
Para la docente universitaria María Teresa Macías, la mejor forma de reducir el impacto económico de la compra de útiles es tratar de buscar los mejores precios para cada material pedagógico.
“Existen diferentes formas para ahorrar en los útiles, una de ellas es buscar el intercambio de los elementos más costosos. Existen estudiantes que terminan el año escolar con útiles en perfecto estado que se podrían compartir, ya sea que se compren de segunda o que se intercambien útiles entre los mismos niños”, aseguró Macías.
“Tampoco es recomendable endeudarse. Hay que tratar de solucionar las cosas con los recursos que se tienen y no tener que asumir en un futuro las altas tasas de interés, sin embargo, cuando toca toca. Algo en lo que la familia nunca debe dejar de invertir es en la educación de sus hijos”, concluyó la docente.
Recomendaciones
Estas son los consejos del Ministerio de Educación para iniciar de buena manera la temporada escolar:
1. Asegurarse que le entreguen la lista en el momento de la matrícula.
2. Preguntar por el calendario estipulado para la compra de materiales.
3. La lista escolar no puede definir sitios de compra o proveedores específicos (salvo la empresa
editorial de algunos textos escolares).
4. No entregar los útiles escolares al colegio.
Tenga en cuenta que los colegios tampoco lo pueden obligar a:
-Adquirir prendas exclusivas o de marcas definidas para los uniformes de sus hijos.
- Adquirir útiles escolares de marcas o proveedores definidos por el establecimiento educativo.
- Adquirir los textos en un establecimiento específico.
- Adquirir al inicio del año la totalidad de los útiles escolares que se incluyen en la lista. Estos se pueden conseguir en la medida en que sean requeridos en las actividades escolares.
- Entregar al colegio los útiles o textos para que sean administrados por el establecimiento.
- Cambiar los textos antes de transcurridos 3 años, las renovaciones solo se podrán hacer por razones pedagógicas, de actualización de conocimientos e informaciones y modificaciones del currículo.