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Finalmente se dio la caída esperada. Para quienes aún tienen dudas sobre la lógica que han seguido los vendedores de países emergentes es muy sencilla: si el comportamiento de las materias primas era una burbuja, lo son también los países que dependen de ellas. Ahora entramos a lo que nosotros en Alianza consideramos la última etapa de ventas. Este es el momento de las grandes transferencias de riquezas y las liquidaciones forzosas. Estar comprando acciones al otro lado de este pesimismo tardío es el sueño de todo inversionista.
¿Por qué estamos vendiendo acciones otra vez?
Sencillamente porque Colombia se está uniendo al gran ciclo de debilidad económica emergente que inició hace 3 años. Si bien, el efecto de la caída del petróleo sigue siendo una incógnita para la mayoría de economistas locales, no lo es para los inversionistas en acciones y sinceramente tampoco para nosotros. Seguimos pensando que Colombia crecerá bastante por debajo de 2% los siguientes trimestres y esto se reflejará en las utilidades de las compañías hasta bien entrado 2016. Esta lógica aplica a cada economía emergente, las materas primas siguieron cayendo y el supuesto rebote económico latinoamericano de 2015 desapareció.
Crisis económica en 2016, compra de acciones en 2015
Sin embargo, por negativa que sea nuestra visión sobre la economía local el momento de preocuparse por las acciones ya pasó. Desde hace semestres, los activos financieros colombianos han llevado una candente discusión en la que el dólar gritaba crisis, las acciones oían atentamente y los bonos locales reían incrédulos. Ahora que todos piensan igual, la corrección actual no debería durar más allá de este final de año. En otras palabras, las crisis financieras comienzan y terminan varios trimestres antes que inicien las económicas.
Los temas calientes
La mayoría de inversionistas necesitan pensar en términos de acontecimientos. De lo que más se habla allá afuera es de la inminente alza de tasas FED este año (más para diciembre que septiembre), la debilidad económica y desplome de la bolsa China y el exceso de producción petrolera (EE.UU. y Arabia no ceden e Irán ya viene). Sin embargo, nosotros seguimos insistiendo en la irreversibilidad del cambio. Desde hace 3 años los inversionistas decidieron regresar su dinero a países desarrollados y han usado las noticias como catalizadores para vender mucho o poco, pero siempre vender.
Ahora las malas nuevas
Las correcciones llegan más despacio de lo que cualquiera espera y una vez escalan se aceleran más de lo imaginable. Eso es lo que esperamos ahora. A no ser que aparezca una noticia que definitivamente cambie el mundo (para nosotros no clasifican demoras de la FED ni una medida más para reactivar a China), la venta actual va a continuar hasta buscar precios de crisis pasadas.
Si usted es de los que se pregunta por qué con petróleo a US$32 en 2008 el dólar llegó a $2.600 y ahora que estamos a punto de visitar ese nivel la moneda podría estar en $3.500. Píenselo en términos de activos locales. Una unidad de Colcap vale hoy US$0,36, en las crisis pasadas el piso fue encontrado en US$0,27 (27 oct 2008) y US$0,23 (13 jun 2006). Desde esta perspectiva y asumiendo más devaluación la bolsa local podría caer entre 10% y 20% más antes de iniciar su recuperación (las acciones y el dólar llegarán a sus mínimos/máximos al tiempo).