Las claves para realizar un ahorro programado, una alternativa de inversión propia

El ahorro es un mecanismo que resulta clave en el equilibro y buena salud de una vida financiera estable. Luis Olmedo, director de Negocios Internacionales de la Universidad EAN, asegura que planes adjuntos al desarrollo personal, como comprar una casa, ahorrar para la jubilación, para la educación de los niños e incluso para manejar más eficazmente los presupuestos familiares, requiere hoy en día una mayor sofisticación financiera.

Esto, aunado a los nuevos mercados emergentes, los movimientos inflacionarios, la dinámica devaluativa, entre otras figuraciones económicas, exige a los consumidores capacitarse, conocer, encontrar y manejar una información más amplia, respondiendo con un mejor funcionamiento de los mercados financieros. Pese a este panorama, en Colombia, según cifras reportadas por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), sólo 24% de la población cuenta con un ahorro formal.

En contraste, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en febrero aseguró que 75,1% de los 10.532 hogares encuestados dijo no tener posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos, mientras que 6,9% dijo no tener ingresos.

El mercado financiero colombiano ofrece una serie de productos que facilitan la capacidad de ahorro para completar proyectos de crecimiento económico estables, como la adquisición de una vivienda o un plan vacacional. Entre esos, existe el ahorro programado, el producto que funciona a través de un sistema automatizado de almacenamiento periódico de un monto de dinero para lograr un objetivo.

Óscar Ospina, gerente de Coofinep Cooperativa Financiera, define al ahorro programado como un sistema que, bien a través del descuento por nómina, o con pago por taquilla, la persona puede de manera periódica ahorrar un dinero determinado al alcance de su capacidad.

Entre uno de los beneficios que traduce tener una dinámica de ahorro programado está el tener un plan de respaldo financiero. La volatilidad en el mercado refiere a alzas y bajas repentinas, dejando un margen de riesgo soluble si se tiene una alternativa estable. Uno de los beneficios de este esquema es que en algunas dinámicas de ahorro reciben intereses sobre saldo diario sin importar el saldo que se tenga, construyendo un producto financiero más solido.

¿Cómo funciona?

Las entidades bancarias ofrecen guardar desde pequeños montos promedio, desde $10.000 a $42.000. No se exigen cifras mínimas para su apertura ni activación. El ahorro programado, además, tiene la acción inmediata, una vez se defina el fondo periódico y objetivo, de restringir transacciones débito por cualquier medio electrónico: internet, Servilínea, cajeros automáticos, agilizadores electrónicos, depositario de cheques, etc, en función de la seguridad de cumplir la meta.

Hay posibilidad de cambiar la programación del ahorro desde el portal transaccional (valor, periodicidad, fecha del próximo débito, cuenta asociada para el débito).

El dinero, en algunos casos, está exento del impuesto del 4 X 1.000 por retiros o transferencias de fondos, previa inscripción de la cuenta. Es de recordar que el ahorro se hace en relación a la capacidad de pago por medio de los ingresos de la persona.

¿Qué se necesita para hacerlo?

Cada entidad requiere una documentación específica, teniendo en cuenta la finalidad del ahorro. Entre los generales están: solicitud formal diligenciada de la entidad bancaria, documento de identidad original y fotocopias del mismo, certificado laboral, certificado de ingresos y retenciones, declaración de renta y comprobantes de nómina.

¿Cómo determinar la modalidad de ahorro?

Hay algunos portales financieros que ofrecen el cálculo del valor del ahorro periódico si se conoce la meta que se quiere alcanzar, o en su defecto, si no se conoce el valor objetivo, se puede calcular este mismo con el valor del ahorro periódico (si se conoce).