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Bbva, Banco Falabella y Banco de Bogotá aumentan la tecnología en sus plásticos.
Seguramente usted forma parte de los que en alguna ocasión ha querido realizar transacciones electrónicas en las que se solicita un código de verificación que está disponible solo en las tarjetas de crédito. Se trata del CVV (Card Verification Value) y es pedido, principalmente, cuando se hacen compras internacionales, aunque también para comprar una boleta por internet, disfrutar de aplicaciones como Uber, Netflix, Spotify o usar páginas de apuestas deportivas, entre otras.
Si es de los que frenaba alguna transacción por no tener una tarjeta de crédito, ahora el escenario cambia con la nueva generación de tarjetas de débito que incorporan el CVV, una tendencia a la que ya se han sumado varios bancos en Colombia. En este sentido, comprar por internet sin tarjeta de crédito y asociarla a aplicaciones de streaming, transporte o sitios como Amazon o eBay será cada vez más fácil.
Bbva Colombia fue una de las recientes entidades que habilitó este código de seguridad, con el propósito de que cerca de tres millones de clientes, poseedores de tarjeta de débito, puedan usarla para realizar compras en línea y otros canales digitales.
Sobre la medida que busca expandir el e-commerce, Óscar Cabrera, presidente de este banco, señaló: “hasta ahora, los colombianos venían utilizando las tarjetas de crédito en mayor medida y los pagos por PSE como medios de pago preferidos a la hora de realizar compras por internet. Incluso, aún hay una proporción importante de estas operaciones que se realiza en efectivo”.
Para poder hacer uso de la nueva funcionalidad, los clientes de este banco podrán consultar el número de seguridad de las tarjetas débito a través de la aplicación Bbva Wallet, con lo cual no tendrán que acercarse a una oficina, ni expedir nuevamente la tarjeta, destacó la entidad.
“Apenas la expansión de estas nuevas tarjetas débito con códigos CVV cobra interés para la mayoría de las entidades”, indicó Javier Lloreda, experto en banca y finanzas de la Universidad de Antioquia. Esto sucede a pesar del crecimiento del comercio electrónico, que el año pasado registró un aumento de 65% al consolidar $51,2 billones en transacciones frente a 2014.
Los principales bancos del país ofrecen esta opción a clientes preferenciales. Para la gran mayoría, están disponibles las tarjetas electrónicas virtuales que cumplen la misma funcionalidad que las de crédito y débito con CVV, pues al solicitarlas, vía web, generan un código de seguridad con el cual realizar transacciones electrónicas.
“Estamos retando a nuestros clientes a tener una nueva relación con los medios de pago y el entorno digital. Nos dimos a la tarea de digitalizar el débito para el e-commerce”.
“El banco fue pionero en la implementación de tarjetas débito con código CVV. Desde hace más de un año y medio se entrega a todos los clientes que lo soliciten”.
“La diferencia con las de crédito es que se cargan con dinero disponible en una cuenta de ahorros o corriente, pero no se incurre en el pago de cuotas de manejo adicionales o intereses. Esto mismo es lo que se quiere extender con las nuevas tarjetas débito de entidades”, agregó Lloreda.
Además de Bbva Colombia, Banco Falabella y Banco de Bogotá ya habían implementado este código de seguridad para marcas como Visa y Mastercard que funciona con tres dígitos.
César Serrato, gerente de división de producto de Banco Falabella, señaló que algunos de los beneficios que se reciben son “la devolución de hasta $20.000 mensuales por los pagos realizados con la tarjeta en estaciones de gasolina o restaurantes y la acumulación de puntos dentro del programa de fidelidad CMR”.
Los plásticos con tecnología de no contacto
Además de la extensión de plásticos débito con el código CVV que empiezan a masificar algunas entidades financieras en el territorio nacional, otro tipo de tarjeta que se solicita con mayor frecuencia por parte de los clientes son las de tecnología de no contacto. Estas permiten realizar compras en establecimientos sin necesidad de entregar el plástico, pues solo requiere acercarla al datáfono que tenga esta función habilitada. De este modo, se adquiere mayor seguridad puesto que no se necesita pasarla a terceros, a la vez que ofrece la posibilidad de manejar cuentas de ahorro y corriente con la misma tarjeta, otorgando mayor practicidad.
Clara Escobar, directora de Afic, advirtió que fraudes electrónicos, como el phishing, crecen pese a reducción del fraude tradicional
Estas tienen una numeración, fecha de caducidad y un código de verificación o CVV que solo son válidos para una sola transacción
