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luego de cuatro años del programa se abrieron 30.412 cuentas en 16 municipios
Visa y MasterCard han reportado que en Colombia el efectivo se utiliza en 90% de las operaciones diarias. Teniendo en cuenta estos valores, hace cuatro años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Bancolombia empezaron el primer programa que involucraba a una organización internacional y a un banco local para reducir ese efectivo que movían habitantes de poblaciones rurales.
El objetivo era estudiar a las comunidades, cómo manejaban el dinero, qué compraban o dónde lo guardaban para así ofrecerles canales más fáciles para ahorrar y pagar servicios. Este programa, que recién acaba de terminar, tuvo una inversión de US$1,7 millones y logró llegar a 16 municipios de los departamentos de Antioquia, Boyacá, Córdoba, Sucre, Meta, Cauca, Caquetá y Santander.
“Encontramos que las costumbres de las personas tenían al efectivo como el rey, manejarlo era señal de poder, parece algo general en zonas rurales del país. Además hay personas que para enviar dinero a sus hijos lo hacían a través de un conductor que iba hasta una ciudad, así hay varias costumbres que se tuvieron en cuenta para crear los productos”, explicó Mauricio Múnera, director de inclusión financiera de Bancolombia.
A raíz de esos hallazgos, se empezaron a ofrecer cuentas de ahorro de trámites simplificados, aquellas que se pueden hacer en menos de 15 minutos desde un celular, sea o no smartphone. En total, Bancolombia logró generar 30.412 cuentas de las cuales hoy en día más de 20.000 permanecen activas y con ahorros de por lo menos $70.000. “Este monto es un dinero interesante porque resulta que es un porcentaje alto para ese perfil de colombianos que accedieron a la banca”, agregó Múnera.
Por otro lado, el proyecto logró implementar los sistemas de giros y créditos de bajo monto. En el primer caso, remplazando así los envíos informales de dinero entre ciudades y en el segundo punto se empezaron a aprobar montos entre $200.000 y $300.000 que las personas pagaban de forma puntual, porque no lo usaban para consumo sino para adquirir bienes como animales y así producir una nueva actividad económica.
Según Bancolombia, había casos en los que las personas de los municipios accedían a atención al cliente por medio de robots de la plataforma ‘Ahorro a la Mano’, y “la gente le agradecía por el préstamo a ese bot, le decían hasta feliz año”, contó Múnera.
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