Brexit: El peligro del nacionalismo

La opinión negativa de los inversionistas ante la salida se observó claramente en los mercados, con caídas de la libra esterlina hasta mínimos de 1985 y un flujo importante de recursos buscando inversiones más seguras en el corto plazo que marcó una tendencia bajista en las tasas de la renta fija del mundo, incluyendo los bonos británicos. Como si este contexto de incertidumbre no fuera suficiente, ese mismo día el hoy ex Primer Ministro David Cameron anunció su renuncia, agregando inestabilidad política a la mezcla.

Si bien este proceso de salida tomará alrededor de dos años por la renegociación de muchos acuerdos, es importante que se tomen acciones desde el momento cero que emitan señales de tranquilidad al mercado. En este contexto, es, y será, de vital importancia la posición del Banco de Inglaterra, que a la cabeza de Mark Carney ha prometido inyectar 250.000 millones de libras en liquidez para el sistema financiero. Además, con la elección de Theresa May como nueva Primer Ministro se ha hecho una movida rápida que reduce la incertidumbre política en el ambiente y cuya primera labor será nombrar un ministro encargado del Brexit exclusivamente, lo que ayudará a centrar la información al respecto.

A pesar de que después de la votación se han presentado numerosas demostraciones públicas de votantes inconformes o arrepentidos, la posición de Angela Merkel ha sido tajante en realizar la salida de Gran Bretaña lo más pronto posible, por lo que parece que la decisión no tiene reversa. 

La campaña del Brexit estuvo cargada de mensajes nacionalistas, entre los cuales el más sobresaliente es el del control de las fronteras para reducir las migraciones hacia Inglaterra. Este tipo de discurso se ha presentado consistentemente a lo largo de la historia, y tiene especial acogida en momentos de incertidumbre sobre el crecimiento de la economía donde expone, que los empleos de los nacionales podrían verse afectados por las masas de inmigrantes que aceptarían hacerlos por un menor salario.

Reino Unido ha experimentado un bajo dinamismo en su economía, que en los últimos dos años se ha movido entre 2% y 3% y registró una tasa anual de 2%  para el primer trimestre, lo que sumado a los hechos terroristas experimentados en Europa a lo largo de este año, exacerbó el temor de los votantes, quienes buscaron el confort del tradicional discurso nacionalista, de cerrar fronteras y proteger el país a toda costa. El problema de cerrar las fronteras a los inmigrantes es que también la cerraron al comercio, en especial a su principal socio comercial y el efecto en la ya poca dinámica economía del Reino Unido y la Unión Europea todavía está por verse.

Lo interesante es que la popularidad de este tipo de discurso nacionalista ha aumentado en otros países como Estado Unidos. Se puede ver con la campaña de Donald Trump, que tiene mensajes similares a los expresados por Boris Johnson en su campaña pro Brexit, en especial en el tema de los inmigrantes. Así que no puede descartarse de plano la idea de una victoria de Trump en Estados Unidos, ya que si el Brexit se dio, quién dice que la elección de Trump no pueda ocurrir.