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La tendencia, dicen los expertos, es que la inflación se controla con el propósito de mantener un crecimiento bajo y estable en los precios en armonía con el crecimiento económico y la generación de empleo. Suena bonito, pero en realidad no siempre funciona así.
Las principales herramientas que utiliza el Banco de la República en esta estrategia son la tasa de interés de intervención y las operaciones repo, con las cuales suministra o restringe la cantidad de dinero en la economía.
Específicamente, si las expectativas de inflación superan la meta, el emisor puede incrementar las tasas de interés o retirar dinero de la economía. La lógica, detrás de este proceder, radica en que, si el costo del dinero es mayor y, a su vez, su cantidad disminuye, el incentivo para gastar se reduce, razón por la que la presión al alza sobre los precios decrece.
Por otra parte, una inflación muy baja indica que la demanda está deprimida, razón por la cual el Banco puede decidir bajar la tasa de interés y aumentar la cantidad de dinero, motivando un incremento en el gasto en la economía. Y acá se menciona un punto muy importante: el costo del dinero. En una economía, y en Colombia en particular, la tasa de interés de intervención la decide el Banco de la República en su función principal del control de la inflación. Por lo tanto, el éxito en controlar los precios tiene repercusiones en las tasas de interés a las cuales se puede invertir y, también, a aquellas a las que se piden préstamos.
En particular, el emisor estima que el impacto de sus decisiones de política monetaria se transmite a las demás tasas de interés del mercado en un periodo de 24 meses o dos años.
Cada decisión afecta, finalmente, el ingreso real de los colombianos. Por un lado, al velar por el propósito de preservar la capacidad adquisitiva mediante la estrategia de “inflación objetivo”; por el otro, al ajustar el costo del dinero, base fundamental para la toma de decisiones de consumo e inversión. En este punto es relevante reiterar el carácter constitucional de la función principal del Banco, teniendo en cuenta que la inflación es el factor que más afecta el bolsillo de los colombianos.
Según cifras oficiales publicadas por el Dane, la inflación a febrero de 2017 fue del 5,18% en términos anuales. También, desde julio de 2016 el crecimiento de los precios ha tenido una tendencia descendente, bajando desde 8,97% anual.
Teniendo en cuenta el comportamiento de la inflación y otros aspectos económicos, el Banco de la República ha reducido la tasa de interés de intervención desde 7,75% al 7,25% anual. Bajo esta perspectiva, el efecto esperado es estimular el gasto de los colombianos y la inversión productiva ante la disminución del costo del dinero.
Tenga en cuenta estos aspectos si está pensando en endeudarse o en invertir en títulos que ofrezcan un interés.
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Argentina fue el país con mayor crecimiento, aumentando cuatro veces su base de clientes; Brasil y Colombia aumentaron 44% y 70% respectivamente
Los precios del petróleo subían el martes, revirtiendo las pérdidas de la sesión anterior, impulsados por unas perspectivas de mercado ligeramente positivas a corto plazo
Los corresponsales del banco y el grupo ampliaron su cobertura, alcanzando 1.054 municipios del país, 96% del total, con más de 80.000 puntos de atención