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Mientras Juan Camilo Restrepo y Mauricio Cárdenas lideraron el Ministerio de Hacienda, el peso colombiano se devaluó 59,8% y 58,8%, respectivamente
Muchos factores inciden en las fluctuaciones de la moneda local y marcan la volatilidad de los últimos años, tales como los choques de petróleo, una pandemia y ajustes de riesgo por la inflación.
Solo en lo que lleva gobernando el presidente Iván Duque, la devaluación del peso colombiano frente al dólar estadounidense ha sido de 50%, pasando de una Tasa Representativa del Mercado de $2.898,86 en agosto de 2018, a $4.348,68 actualmente. Asimismo, el billete verde sigue alcanzando niveles históricos, pues ayer cotizó a $4.348 en promedio, con un alza de $89 frente a la TRM del miércoles. Este comportamiento es explicado por el miedo a la recesión global en 2023 y el aumento en las tasas de interés por parte de los bancos centrales.
“En la última década, las monedas de mercados emergentes como Colombia han sufrido fuertes devaluaciones producto de coyunturas sociales, asociadas a manifestaciones y paros. Pero también, la inestabilidad política ante los cambios de Gobierno, han llevado a que algunas monedas hoy tengan un valor muy por debajo o a la mitad del que tenían hace dos décadas”, destacó Edward Moya, analista senior de mercados en Oanda.
“No solo el temor de recesión genera fortaleza del dólar, sino que además hay vulnerabilidad a los precios de los commodities. Sí creo que veremos una corrección de la tasa en septiembre”.
“En la última década, las monedas de mercados emergentes, como Colombia, han sufrido fuertes devaluaciones producto de coyunturas sociales, asociadas a manifestaciones y paros”.
Al retroceder en el tiempo al 7 de agosto de 1994, cuando Ernesto Samper empezó a gobernar, la cotización del dólar llegaba a $811,91, y al finalizar su administración alcanzó los $1.364. De los tres ministros de Hacienda que lo acompañaron, fue en el periodo de Guillermo Perry Rubio en el que la moneda más se devaluó (29%).
No obstante, la depreciación más alta en los últimos años se presentó durante el recorrido presidencial de Andrés Pastrana, con una caída de la moneda emergente frente al dólar de 95,66%, al pasar de $1.364,90 en 1998, a $2.670,61 en agosto de 2002. Asimismo, mientras Juan Camilo Restrepo lideró la cartera de Hacienda, entre el 7 de agosto de 1998 y el 7 de agosto de los 2000, el peso tuvo una caída de 59,8%.
La primera vez que la TRM tocó los $2.000 fue el 28 de septiembre de 1999, cuando la tasa vigente era de $2.013,24. Sin embargo, volvió a bajar y solo desde el 28 de abril del año 2000 se mantuvo por encima de ese precio.
Midiendo los ochos años de gestión de Álvaro Uribe Vélez, el balance final es que no hubo devaluación, sino revaluación del peso colombiano. En su periodo, la cotización del dólar bajó $855,15, pasando de $2.670,61 en 2002 a $1.815,46 en 2010, cuando dejó la Presidencia de la República. Esa tendencia se explicó en su momento por la crisis financiera de 2008, que golpeó con fuerza los mercados globales y que trajo consigo otras consecuencias para el país.
Tanto con Alberto Carrasquilla como con Óscar Iván Zuluaga al mando del Ministerio de Hacienda, la revaluación de la moneda fue de 20,7% y 19%, respectivamente.
En la primera administración de Juan Manuel Santos, el peso solo cayó 4%, pasando de $1.815,46, cuando empezó a gobernar en 2010, a $1.888,51 en 2014. Mientras que en su segundo periodo la divisa llegó a $2.898,86 el 7 de agosto de 2018, lo que representó una desvalorización de 34,85%.
Este comportamiento se explicó principalmente a partir del segundo semestre de 2014, de acuerdo con Davivienda Corredores, pues el Brent presentó una caída de 75%.
“En los dos periodos de Santos se ven dos momentos muy diferentes: líder en la región hasta 2014 y bien regular después. ¿Le dio a Santos por trabajar menos cuando lo reeligieron? No, la crisis en materias primas y sobretodo en petróleo lo explica”, dijo Felipe Campos, gerente de Inversión e Investigaciones en Alianza Valores y Fiduciaria.
Es de recordar que Mauricio Cárdenas fue el ministro que acompañó el Gobierno entre 2012 y 2018, y con ello, la caída del peso colombiano de 58,8%.
Ahora bien, volviendo al Gobierno actual, cuando Alberto Carrasquilla fue el ministro de Hacienda, desde 2018 hasta el 3 de mayo 2021, la depreciación de la moneda emergente fue de 29%, con un dólar a $3.740,14. Por su parte, en lo que lleva en el cargo José Manuel Restrepo, el peso local ha caído 13,9%.
“Hay que tener en cuenta que en 2018 tuvimos choques de petróleo, en 2020 llegó la pandemia y hoy en día vivimos ajustes de riesgo por inflación desmedida. Sin embargo, Duque ha mantenido la institucionalidad y acciones para manejarlo”, explicó Diego Palencia, vicepresidente de Investigaciones de Solidus Capital Banca de Inversión.
Según analistas consultados por este diario, aunque es difícil entregar una proyección sobre el precio que tendría la tasa de cambio para el próximo 7 de agosto, cuando Gustavo Petro se posesione como nuevo mandatario de Colombia, los factores externos como el temor a la recesión y la vulnerabilidad frente a los precios de los commodities, como el petróleo, cuyo valor ha caído en los últimos días, mantendrían al billete verde en niveles hasta de $4.400.
“Lo que estamos viendo es un fenómeno de mayor aversión al riesgo de los mercados. Además, el precio del petróleo es un indicador de esa debilidad del peso colombiano. Si bien no veníamos correlacionados porque había fortaleza de los commodities, con los cierres en China por los brotes de covid-19, inmediatamente se afectaron todas las monedas emergentes, sobre todo las de la región, las cuales han presentado una devaluación en los últimos días”, indicó Juan Eduardo Nates, asociado senior de divisas de Credicorp Capital.
Los analistas concuerdan en que el presidente de turno no afecta la tasa de cambio, a no ser que destruya la institucionalidad. También auguran que la estabilidad de la divisa puede llegar en la medida en que el nuevo Gobierno haga anuncios tranquilizadores y de conciliación para los inversionistas, así como por las reformas que dictamine su gabinete ministerial.
Devaluación del peso tras elecciones
Los resultados de las elecciones presidenciales, que dejaron como ganador a Gustavo Petro, así como la percepción de riesgo global, tuvieron un efecto negativo sobre el peso, pues desde el 19 de junio del presente año, la moneda emergente ha tenido una devaluación de 10,35%.
Según datos de Bloomberg, en el top de aquellas monedas de la región que también han tenido un retroceso se encuentran: el peso chileno, con -9,18%; el sol peruano, con -4,35%; el real brasileño, con -4,32%; el peso argentino, con -2,74%; y el peso mexicano, con una desvalorización de 1,91%.
En el spot, la cotización aumenta cada vez más. Ayer, la divisa abrió por encima de los $4.280, siendo este el valor mínimo alcanzando, mientras que el máximo fue de $4.397. Durante la jornada se negociaron US$1.325 millones a través de 1.960 transacciones.
De acuerdo con los analistas financieros, tanto Perú como Chile, que tuvieron victorias de partidos de izquierda, sufrieron una devaluación fuerte de la moneda, la cual duró poco tiempo. Esta sería la misma expectativa para Colombia si no se hacen reformas radicales. No obstante, el principal determinante de la tasa de cambio por estos días es internacional.
“El dólar ha estado batiendo récords de precios que no se habían visto nunca antes, y esto se ha explicado por un conjunto de factores tanto internos como externos. En este último caso, está la desaceleración de la economía China, producto de los fuertes confinamientos que realizó para erradicar el virus, y la ralentización de grandes economías a nivel global”, explicó a Diario Financiero, el analista senior de mercados de XTB Latam, Juan Ortiz Godoy.
Ahora bien, el crudo Brent, de referencia para Colombia, tuvo una caída de 2,25% al cierre de esta edición, lo que representó una cotización de US$99,69. En línea con el movimiento bursátil internacional, ayer el índice Msci Colcap, de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) cerró en 1.336,49 puntos.
“Experimentando un retroceso significativo del índice Colcap, en línea con el movimiento internacional y de la región. Esta caída se da en todo el mundo, principalmente por miedo a una recesión en Estados Unidos, que conlleve a una recesión global. Lo anterior está llevando a que los inversionistas se alejen de los activos de riesgo”, manifestó Sharon Vargas, analista de portafolio para Itaú Comisionista de Bolsa.
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