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De acuerdo con el estudio, este estancamiento del crédito hipotecario obedece a la regulación adoptada para evitar sobre-apalancamientos hipotecarios (Ley 546 de 1999), a la reticencia que han mostrado los hogares colombianos para endeudarse a largo plazo, y a tasas atadas a la inflación (UVR). “Solo, recientemente, se ha visto un poco de mayor dinamismo (2012-2015) por cuenta de los subsidios públicos a la adquisición de vivienda (vía Frech). Para 2015-2016 se verían los efectos de los nuevos estímulos a través de programas como “Mi Casa Ya” (incluyendo 30.000 cupos adicionales del Pipe 2.0), y la continuación de las Vipa”, explicó el estudio.
De acuerdo con Daniel Castellanos, analista financiero independiente, la cartera hipotecaria no ha tenido el dinamismo esperado porque hubo consideraciones para frenarla, y las familias no son muy dadas a endeudarse a largo plazo. “Creo que las medidas del Gobierno van a ayudar a incentivar nuevamente esta cartera. Cuando la tasa de inflación está baja, endeudarse en pesos puede ser un mal negocio para las familias”, comentó.
Para Castellanos, el consumo se ha visto favorecido por los precios de los bienes de consumo, que han sido muy atractivos, y las tasas de interés bajas; aunque advierte que esto puede cambiar con el dólar alto, de los que veremos más adelante los efectos.
Alfredo Barragán, especialista en banca de la Universidad de Los Andes, explicó que la promoción del tema hipotecario por parte del Gobierno, va a tener resultados a largo plazo sobre la cartera hipotecaria, generando una tendencia mejor a la registrada. “La tendencia va a invertirse a favor de la cartera hipotecaria, en comparación con la de consumo. En un año, ya se verán los resultados”, señaló.
“Se debería tener en consideración que estos programas generan un mayor apalancamiento que les permite a estas personas destinar su dinero, a este tipo de inversiones y no tanto al consumo”, agregó Fabio David Nieto, economista jefe del Banco Agrario.
Con respecto al consumo, Barragán comentó que es entendible, pues es mucho más fácil adquirir una tarjeta de crédito que un crédito hipotecario. Mientras que para Jorge Iván Bula, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, el consumo tiene que ver con el crecimiento de la economía.
“Hay un endeudamiento que no obedece a la fuente bancaria propiamente dicha, por la debilidad de los hogares”, aclaró.
Comportamiento de la cartera en Estados Unidos
La cartera hipotecaria bancaria ha continuado recuperándose, pero a expensas del crédito corporativo. En efecto, el stock de la cartera hipotecaria pasó de 15% a 35% del total, durante las últimas cuatro décadas (alcanzando un 21% del PIB en la actualidad), mientras que la participación del crédito corporativo se ha mantenido cerca a 20% del total. Dicho incremento de la cartera hipotecaria responde a la continuidad en los subsidios a la tenencia de vivienda y al incremento de la oferta crediticia hipotecaria.
Las opiniones
Fabio David Nieto
Economista jefe del Banco Agrario
“El consumo de los hogares estuvo creciendo muy por encima de su potencial. Estos normalmente se apalancan para consumir bienes de consumo durable”.
Daniel Castellanos
Analista financiero independiente
“Creo que las medidas del Gobierno deben ayudar a incentivar nuevamente la cartera hipotecaria. El incremento será paulatino y no algo extraordinario”.
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