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Luiza De Vasconcellos, head de negocios en Itaú, dijo que cuentan con un área que dialoga con los clientes para crear proyectos de sostenibilidad.
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Luiza De Vasconcellos, head de negocios ESG en Itaú, indicó que la banca, las empresas y el gobierno deben trabajar juntos para regular los créditos de carbono
En América Latina se ha incrementado la tendencia de integración de la sostenibilidad en el contexto financiero regional.
Así, en la región se han invertido $700.000 millones anuales en la transición Net-Zero, lo que corresponde a entre 8% y 9% del PIB de la región, según datos de McKinsey & Company.
Bancos como Itaú le están apostando a la cartera verde, a través de diversos proyectos sostenibles que incluyen servicios y productos que atraen a diversas empresas y personas hacia un enfoque verde. Sobre estos temas se refirió Luiza De Vasconcellos, head de negocios ESG en Itaú BBA.
¿Qué unidades de negocios relacionados con sostenibilidad está desarrollando Itaú?
En el banco tenemos algunos equipos que están encargados de la temática climática.
En el compromiso de impacto positivo tenemos 400.000 millones de reales (US$80.000 millones) que son dedicados a financiamiento para los sectores que hemos identificado que aportan al desarrollo sostenible.
También hemos creado un área que dialoga con los clientes para crear proyectos de sostenibilidad.
Hasta el momento, el proyecto está desarrollado en 75% y tenemos plazo hasta 2025 para implementarlo en su totalidad.
¿El banco creará líneas de crédito enfocadas proyectos sostenibles?
En futuro sí se pensará en sacar líneas de crédito especiales a empresas con proyectos sostenibles. Por el momento, trabajamos en identificar las necesidades bancarias de los clientes interesados para disminuir las emisiones de carbono y compra de créditos de carbono.
¿Qué áreas están destinando para los sectores enfocados en el agro?
Tenemos una oficina dedicada a las empresas que producen artículos enfocados a la tierra, por ejemplo, algunos producen biocombustibles. Además, estos proyectos contribuyen con la agenda climática.
Ustedes están creando una plataforma para comercializar créditos de carbono voluntario, ¿en qué consiste?
Carbonplace es una plataforma que busca constituirse como una red mundial de transacciones de créditos de carbono que permitirá la transferencia sencilla, segura y transparente de créditos de carbono certificados. Carbonplace, además, permitirá la confianza y la accesibilidad necesarias para el mercado voluntario de carbono.
Esta fue creada junto a los bancos Cibc, NAB, NatWest. Luego se unieron Bbva, Sumitomo, UBS y BNP, que hoy contribuyen a mejorar cada día la aplicación.
Nosotros sabemos que el mercado de carbono va a ser algo global. Así, esta plataforma permitirá conectar a los proveedores con los vendedores.
¿Dónde está la mayor cantidad de clientes del mercado de carbono?
Nuestros clientes principales en el mercado de créditos de carbono voluntario, en principio, son las empresas del sector de energía en Brasil, ya que la matriz energética de este país es de las más grandes y limpias de la región. Esto nos llevó a iniciar con Brasil y luego mirar cómo se movería este mercado en los demás países.
¿Cuál cree que es papel de la banca privada frente al tema de los créditos de carbono?
El mercado de carbono engloba a las instituciones de forma general, quienes deben trabajar juntas para certificarse, y determinar el tratamiento que se le va a dar a estos créditos. Hoy, quienes venden estos créditos, no tienen muy claro cómo hacerlo, y desconocen cuáles son los indicadores que se manejan.
Por ello, es necesario crear determinados estándares para las ventas. Así, la cadena de valor que se va formando, puede avanzar.
“La economía colombiana tuvo un proceso de aceleración, en el que crecimos 0,3% en el segundo trimestre, que se dio en medio de desaceleración internacional”.
¿Cómo van las conversaciones sobre la regulación de créditos de carbono?
En este momento nuestro equipo de sostenibilidad en relaciones institucionales está trabajando de cerca con los gobiernos, ya que sabemos que el mercado tendrá regulaciones en un futuro cercano.
En Colombia, por ejemplo, ya hay un impuesto al carbono; en cambio, en Brasil se está creando una ley que regulará este mercado. Y, estamos pendientes de las negociaciones que se produzca en los demás países de la región.
¿Habrá una oficina por país o una regional que defina las líneas de negocios sostenibles?
La oficina central estará situada en Londres, Reino Unido, porque en este país es uno de los más avanzados en regulación del mercado carbono. Entonces, nos guiamos por su normatividad para crear nuestra área.
¿Qué nuevas líneas de negocios esperan que surjan desde la sostenibilidad?
Hay muchas oportunidades no solamente en tecnologías; sino que llegarán nuevas formas de monetización. Por eso, los bancos, las empresas y el gobierno tienen que recibir educación de estos mercados, y así poder establecer el papel de cada uno de los factores. Nosotros hacemos este ejercicio para determinar cuál será el impacto de cada uno de los proyectos que estamos evaluando en nuestras oficinas, pues en este momento estamos desarrollando varios en planes pilotos que iniciaron con el tema de infraestructura tecnológica.
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