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El WTI creció 10,97% en junio mientras que el Brent subió 8,41% en junio. El alza seguirá dependiendo de la expansión del covid-19
Con la expansión del coronavirus y la necesidad de confinar a todos los ciudadanos para evitar contagios y muertes, el transporte, el comercio y la industria detuvieron sus operaciones, lo cual llevó a que los precios del petróleo cayeran estrepitosamente en abril de 2020. Por ello, los barriles de West Texas Intermediate (WTI) y Brent registraron mínimos históricos.
Para este año, se prevé un cierre con una fuerte recuperación de la economía. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) proyecta que el PIB mundial crecerá 5%, hecho que se ha evidenciado en el aumento de las materias primas a medida que la llamada normalidad va retornando.
El barril de WTI creció 10,97 % en junio, es decir US$7,28, mientras que durante el primer semestre del año ganó 51,69% o US$25,08.
El barril de petróleo Brent ganó 8,41% en junio, es decir US$5,83. Durante el primer semestre escaló 45,07% o US$23,35.
El primer pico de aumento se presentó el 12 de enero, fecha en la cual el barril de WTI se cotizó a US$53,21 y el Brent a US$56,58. Para entonces, se hablaba de un suministro más ajustado y las expectativas de un descenso en los inventarios en EE.UU., a medida que Arabia Saudita recortaba su producción en un millón de barriles por día extra en febrero y marzo para impedir que la oferta siguiera subiendo.
El 25 de febrero, el hidrocarburo volvió a presentar un aumento significativo al tocar los US$66,53 y US$66,88, respectivamente en respuesta a los pronunciamientos de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, y Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EE.UU., en torno a nuevas y mejores expectativas económicas.
Además, la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (Opep +) de reducir los inventarios de crudo entre sus miembros fue decisiva para que hoy hablemos de precios por encima de los US$70.
Para el 11 de marzo, la Opep destacó que la recuperación de la demanda se centraría en la segunda mitad del año, ya que el impacto de la pandemia seguía siendo un obstáculo. En su reporte mensual, sostuvo que la demanda aumentaría en 5,89 millones de barriles por día (bpd) en 2021 o 6,5%, un poco más que lo previsto al inicio del año.
Durante dicha jornada, la cotización consiguió un leve aumento: el WTI llegó a US$66,02 y el Brent a US$69,63.
El 29 de abril el crudo subió a un máximo de seis semanas cuando las señales de fortalecimiento de la demanda de Estados Unidos y China avivaron el optimismo de que los mercados clave estaban dando un giro en su recuperación. Para ese mes, el WTI registró un precio de US$65,01 por barril y el Brent se cotizó en US$68,56.
La materia prima repuntó el 17 mayo, cuando el WTI llegó a US$66,17 y el Brent a US$69,46. Ambas referencias iniciaron una mayor recuperación tras la flexibilización de las restricciones en Estados Unidos, además de la reactivación del oleoducto Colonial Pipeline, el más importante del mercado norteamericano, que había dejado de operar tras un ataque cibernético que detuvo su funcionamiento y afectó el suministro de gasolina en el país.
Para Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, “los inventarios de petróleo están reduciéndose. Hoy son 100 millones de barriles de petróleo diarios (bpd) menos que lo que se había reportado en mayo de 2020. El precio puede considerarse un termómetro de la economía, por lo que en el futuro cercano se mantiene la incertidumbre debido a que hay zonas donde no se ha avanzado en la vacunación, mientras persiste la aparición de nuevas cepas del covid-19, razón que ha llevado a un sentimiento encontrado en el mercado”.
El 25 de junio ambas referencias se cotizaron por encima de US$74 el barril gracias a que el stock de crudo estadounidense cayó más de lo esperado por una reactivación del turismo, tras incrementar los viajes a Europa y Estados Unidos, sumado a un reporte del Instituto Americano del Petróleo (API), el cual destacó que las existencias petroleras cayeron en 7,2 millones de barriles por encima de lo esperado por los agentes del mercado. Esto llevó a que la Opep planteara un aumento en la producción, algo que no pasaba desde hace dos años.
“A medida que se va recomponiendo la economía mundial, se demanda más transporte, más derivados del petróleo y se reactivan las líneas de producción, lo cual implica mayor necesidad de materias primas. La nueva variante puede hacer que otros países retrocedan su actividad económica”, destacó Guillermo Sinisterra, PhD en Economía de la Universidad de Nueva York y profesor de la Universidad Javeriana.
José Luis Mojica, analista de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, aseguró que “las perspectivas para la segunda mirad del año sugieren que el petróleo seguirá repuntando, apoyado en la consolidación de la recuperación de la actividad económica”.
Brent se cotiza sobre US$75,13 el barril
Durante la más reciente jornada, el crudo estadounidense WTI subió 0,73% a US$73,52 el barril, mientras que el petróleo Brent aumentó 0,47% a US$75,11. Este leve aumento se dio después de que datos de la industria sugirieran que los inventarios petroleros en Estados Unidos están reduciéndose en 8,2 millones de barriles según el Instituto Americano del Petróleo (API), mientras que un reporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) apuntó a un mercado con menor suministro en lo que queda del año.
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