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Los pagos electrónicos estimulan el crecimiento económico, aumentan la inclusión financiera y contribuyen a una mayor transparencia
De manera habitual, cuando se habla de inclusión financiera se piensa en ampliar la cantidad de personas que acceden a crédito o algún tipo de producto financiero, la forma como se entiende el funcionamiento del sistema y el uso responsable de los recursos.
En ese análisis, Anif aseguró que se pierde de vista qué hay detrás de todo el diseño y operación que mantiene en funcionamiento el mercado financiero y cómo algunas herramientas son esenciales para aumentar la penetración de servicios en la población. Ahí, la forma como fluyen las transacciones en la economía y el manejo de la información tienen un rol protagónico.
Los sistemas de pagos permiten que las transacciones se realicen de manera rápida, eficiente y segura. Además, son los encargados de comprender todo el proceso de transferencias de fondos entre agentes. En ese sentido y considerando la importancia del efectivo, todavía hay muchos retos en este ámbito. Para 2020 entre 85%- 90% de todas las transacciones de consumo se realizaron en efectivo a nivel global, explicaron en su informe semanal Anif y Porvenir.
No obstante, también explicaron que los costos que supone el efectivo y las ventajas de otras formas de realizar transacciones dan luz sobre la dirección y el futuro de los sistemas de pagos. Por ejemplo, aseguraron que se tiene evidencia de que los pagos electrónicos estimulan el crecimiento económico, aumentan la inclusión financiera, contribuyen a una mayor transparencia, disminuyen los costos de transacción, debilitan las economías ilegales, propenden por la seguridad del portador de recursos, entre otras ventajas. Así, en el caso colombiano, la tendencia de utilización de otros instrumentos diferentes al efectivo ha crecido recientemente de manera importante.
Particularmente, luego de la pandemia y motivado por la seguridad y rapidez, aumentó el flujo de transacciones con tarjetas débito y crédito, lo que favorece la utilización y desarrollo de esos productos financieros en el futuro transaccional del país.
Aunque el sistema de pagos representa una buena alternativa al uso del efectivo, todavía enfrenta grandes desafíos. La disponibilidad limitada de infraestructura financiera y tecnológica en áreas rurales y comunidades marginadas dificulta su participación efectiva en la economía digital. Esto es evidente cuando se observan las brechas de más de 30 puntos porcentuales entre zonas urbanas y rurales en la posesión de productos financieros. En este contexto, la infraestructura de telecomunicaciones es crucial, aseguraron en el informe.
Además, la existencia de múltiples proveedores de servicios financieros y tecnológicos, cada uno con sus propias plataformas y protocolos, fragmenta el mercado, dificultando la interoperabilidad e inmediatez, y limitando la adopción generalizada de pagos digitales. A esto se suma la resistencia de algunas empresas, especialmente las informales, a aceptar pagos digitales debido a preocupaciones sobre costos adicionales, seguridad y preferencia por el efectivo, lo cual restringe las opciones de pago para los consumidores y ralentiza la transición hacia una economía digital más inclusiva.
En respuesta a estos obstáculos, el Banco de la República está desarrollando un Sistema de Pagos de Bajo Valor Inmediatos, Spbvi, e interoperable. Este sistema tiene como objetivo facilitar la transferencia electrónica de fondos de manera rápida, segura y económica, tanto para transacciones interbancarias como para pagos minoristas entre consumidores y empresas. Su valor radica en la reducción del tiempo en las transferencias, sin importar la institución financiera de origen.
Para lograrlo, se creará un directorio centralizado, gestionado por el Banco de la República, que contendrá la identificación y toda la información necesaria de los clientes de cada una de las Entidades Administradoras de Sistemas de Pagos de Bajo Valor operando en el mercado. Se espera que este sistema ayude a reducir las fricciones y los costos asociados con los pagos de bajo valor, fomentando una mayor inclusión financiera y promoviendo la adopción de pagos electrónicos en Colombia.
La propuesta de la empresa está enfocada en facilitar una estructura más eficiente, concentrando su flotante en el mercado colombiano
La prima de los seguros para robo de celulares están entre $6.000 hasta $55.000 al mes con cobertura total o parcial del dispositivo
Banco Serfinanza y MetLife, ambas empresas emitieron más de 500.000 pólizas adaptadas a las necesidades de los colombianos