“A los venezolanos hay que darles el trato de refugiados”, indicó Smolansky, coordinador OEA para la crisis de migrantes

Una dura advertencia hizo David Smolansky, coordinador de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, quien asistió al segundo día de la cumbre Concordia Summit en Bogotá: “A los venezolanos hay que darles el trato de refugiados según la Declaración de Cartagena”. Con esta frase uno de los representantes del equipo de Juan Guaidó aseguró que los venezolanos cumplen las cuatro razones que permiten catalogar a un refugiado: alteración del orden público, violación de los derechos humanos, violencia y coartación de libertades.

¿Cuál es la cifra actualizada de migrantes venezolanos?
Son 3,8 millones de migrantes venezolanos que hay por el mundo. Colombia ha recibido 1,3 millones, Perú cerca de 800.000, Chile unos 300.000, Ecuador poco más de 300.000, Argentina 200.000 y cuando nos vamos a términos relativos, Curazao es el que más migrantes tiene porque cerca de 15% de su población es venezolana; al igual que Aruba donde la cifra es 13%. De prolongarse la crisis humanitaria y la tiranía podríamos pasar en tan solo meses de 3,8 millones de migrantes y refugiados a más de 5 millones.

¿Cómo entender la magnitud de la crisis migratoria?
Hoy los venezolanos somos la segunda población con el mayor número de refugiados en el mundo. Solo Siria, que ha estado en una guerra por más de ocho años. Se necesita más apoyo de la comunidad internacional en donaciones y aportes.

A pesar de que está el liderazgo de Juan Guaidó ¿siguen saliendo venezolanos de su país?
Hay seis determinantes por las cuales los venezolanos se están yendo en contra de su voluntad: falta de comida y medicinas, violencia generalizada, violación de derechos humanos, colapso económico por alta inflación, control social y fallas en servicios como electricidad y agua.

¿Los peores escenarios se están viendo en la frontera?
Quiero denunciar la presencia de grupos irregulares armados protegidos por la dictadura. Tienen puntos de control instalados donde extorsionan a cada venezolano que se va de su país o que se regresa por las trochas. Cobran al menos US$1 por persona. Si pasan 10.000 personas están haciendo US$10.000 diarios.