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Con las tensiones, el petróleo de referencia Brent superó durante el viernes los $80 por primera vez desde finales de diciembre, esto por el temor de más interrupciones marítimas
Las tensiones en el Mar Rojo han llegado a un nuevo capítulo tras el ataque conjunto de Estados Unidos y el Reino Unido a objetivos hutíes que se ubican en el Mar Rojo, en cercanía al Canal del Suez, uno de los pasos marítimos más importantes del mundo, ya que 12% del comercio mundial pasa por allí.
Ante esta situación, los precios del petróleo tuvieron una sacudida en la que el barril de referencia Brent llegó a tener un alza cercana a 3% en la mañana del viernes, aunque luego se moderó, ante el temor a futuras interrupciones en el flujo marítimo.
Para entender sobre el origen de la coyuntura y los posibles alcances que esta tendría en el precio del crudo, las tarifas de envío de contenedores y, en términos generales, del comercio mundial, es necesario conocer a los actores implicados.
Los hutíes son un grupo de rebeldes que han sido el autor material de los más recientes ataques a navíos comerciales que transitan por el Mar Rojo. Su constitución se dio en la década de los 90 tras la unificación de Yemen del Norte y Yemen del Sur.
En 2014, finalmente tomaron el control de la capital del país, Sanaa, y desde ese entonces el país está sumido en una guerra civil. Su corriente es ‘antioccidente’ y ‘antiisraelíes’; de allí que la mayor parte de sus ataques han sido direccionados a los buques de países vinculados a Israel, aunque navíos de otros también han sufrido por sus hostigamientos.
Precisamente, los hutíes han declarado abiertamente a Israel como su enemigo, ganándose el apoyo de Irán. Yahya Saree, portavoz militar hutí, expresó que “Israel es nuestro enemigo en apoyo a nuestros hermanos oprimidos en Palestina (...) nuestras operaciones cesarán cuando cesen las agresiones israelíes”.
Con respecto a las tensiones que se han desatado en Oriente Medio por cuenta de este grupo de rebeldes, las acciones iniciaron en noviembre cuando un grupo de hutíes se apoderó de un barco propiedad de una unidad de Ray Shipping Group del empresario israelí Rami Ungar. Desde entonces, los ataques con misiles contra barcos que merodean las costas de Yemen en tránsito al Canal del Suez no han cesado.
El pico de las tensiones en el Mar Rojo llegaron con la respuesta ofensiva de Estados Unidos y el Reino Unido con aviones y misiles, que inició a las 2:30 de la madrugada del viernes; se reportaron 73 ataques en total con un saldo de cinco combatientes hutíes muertos.
Ante la ofensiva, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó que “no tolerarán ataques a nuestro personal ni permitirán que actores hostiles pongan en peligro la libertad de navegación en una de las rutas comerciales más críticas del mundo”. Por su parte, desde el bando hutí expresaron que no cederían ante las presiones y que la ampliación de su campaña continuaría muy pronto.
Ante la escalada ofensiva del mencionado grupo y la respuesta de Estados Unidos y el Reino Unido, el precio del petróleo fue el primero en reaccionar frente a la tentativa de que a futuro se bloqueara el paso hacia el canal del Suez. Tras conocerse la noticia, los precios subieron más de 4% y el crudo de referencia Brent superó por primera vez la barrera de US$80 por barril desde finales de diciembre. Luego, el alza se moderó a 1%.
Frente a la incertidumbre con respecto al desarrollo de los ataques en el Mar Rojo (y la guerra entre Israel y Hamás), algunos expertos prefieren la mesura para predecir qué pasará con los precios del crudo mientras que otros aseguran que las fluctuaciones en su precio también obedecerán a otros factores como los recortes que haga la Opep.
Por ejemplo, Vandana Hari, fundadora de la consultora Vandara Insights, afirmó que “el crudo se acumulará en US$1 o US$2 más. Espero un grado de moderación y diplomacia secundaria para evitar que las tensiones se salgan de control y causen una conflagración regional”. De la misma forma, afirmó que los cambios en los precios se mantendrán conforme el conflicto siga su curso.
Con la crisis que estaría por desatarse en las inmediaciones del Mar Rojo, otros de los factores que están en riesgo de incrementar sus precios o mermar su rendimiento son las tarifas de envío de contenedores, los costos de transporte de la mercancía y las distancias a recorrer para conectar a Asia con el Mediterráneo y Europa.
La tarifa de envío de contenedores que regía a mediados de diciembre para los buques comerciales que se dirigieran al norte de Europa (Rotterdam, por ejemplo) desde Asia aumentó 173%, alcanzando valores de US$4.000. Así mismo, una ruta con el mismo origen pero con destino final el Mediterráneo (Genova, principalmente) ahora cuesta US$5.175 en promedio.
Sin embargo, aunque algunas compañías navieras deciden asumir el alza en los costos, otras prefieren tomar rutas alternas como bordear el continente africano, aunque esto representa mayores costos de transporte y 26 días más de navegación para llegar a los destinos.
La ruta del Canal del Suez, que se ha visto afectada por los ataques, reviste una importancia particular, ya que además de que 12% del comercio mundial pasa por allí, también lo hace 30% del tráfico de contenedores.
Robert Rennie, jefe investigador de materias primas de Westpac Banking Group, expresó que “los mercados se centraron en el aumento de la oferta mundial hasta finales de 2023, mientras que el fuerte deterioro de la situación en el Mar Rojo se ha subestimado, el West Texas Intermediate podría subir por encima de los US$75 por barril y el Brent podría superar US$80”.
Sin embargo Charu Chanana, estratega de mercado de Saxo Capital Markets, expresó a Bloomberg que la volatilidad del precio aumentará con los catalizadores de recortes de la Opep+.
Los analistas y operadores encuestados por Bloomberg prevén que EE.UU. añadirá solo 251.000 barriles al día desde finales de este año hasta 2025
La estimación promedio de ventas de los analistas era de US$37.100 millones, las proyecciones llegaron a US$41.000 millones
La medida sigue al acuerdo del año pasado por parte de la firma de capital privado Roark Capital Group para comprar Subway