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El repunte en la demanda también estuvo acompañado de aumento en los precios con una inflación subyacente de 5,6% lo que apunta a más alzas en las tasas
La actividad comercial de EE.UU. subió inesperadamente este mes a casi un máximo de un año, impulsada por servicios y manufactura más sólidos que amenazan con reavivar las presiones inflacionarias.
El índice de gerentes de compras compuesto de S&P Global flash de abril subió 1,2 a 53,5, el más alto desde mayo, informó el grupo el viernes. Las lecturas por encima de 50 indican expansión, y el indicador ahora ha excedido ese umbral durante tres meses después de contraerse durante la segunda mitad del año pasado. Las empresas vieron cómo los nuevos pedidos saltaban a la tasa más alta en 11 meses, especialmente en el sector de servicios. Eso permitió a las empresas transferir costos más altos a los clientes, lo que resultó en el aumento más rápido en los precios de producción en siete meses.
“El repunte de la demanda también estuvo acompañado por un resurgimiento de las presiones sobre los precios”, dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, en un comunicado. "Este aumento ayuda a explicar por qué la inflación subyacente se ha mostrado obstinadamente elevada en 5,6% y apunta a un posible repunte, o al menos cierta rigidez, en la inflación de los precios al consumidor".
Un repunte de la inflación revertiría meses de progreso, aunque el crecimiento de los precios sigue siendo demasiado rápido. Se espera que la Reserva Federal vuelva a subir las tasas de interés el próximo mes, pero los funcionarios no están seguros de cuánto más tendrán que avanzar.
La medida de actividad comercial de S&P Global en proveedores de servicios subió al nivel más alto en un año, mientras que la actividad manufacturera se expandió por primera vez desde octubre. Las empresas de ambos sectores impulsaron más el empleo desde julio, pero aun así informaron crecientes retrasos en medio de las luchas por atraer y retener trabajadores calificados.
Las empresas se mantuvieron optimistas sobre las perspectivas este mes, y el grado de confianza en el próximo año mejoró al segundo más alto desde mayo. Aun así, el optimismo se mantiene por debajo del promedio debido a las tasas de interés más altas y las presiones inflacionarias.
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