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La reanudación del crecimiento de la actividad total empresarial, es una buena noticia y sugiere que la zona euro podría escapar de una recesión
El índice de gerentes de compras (PMI, en sus siglas inglesas) compuesto de la zona euro publicado hoy por S&P Global sube hasta el nivel de los 50,3 puntos frente a los 49,3 de diciembre, en máximos de siete meses y de nuevo en zona de crecimiento. El indicador llevaba tres meses subiendo pero hasta ahora no ha rebasado esta frontera de los 50 puntos del índice que dividen la contracción del crecimiento. Los índices de comercio del sector servicios también vuelve a crecer, con 50,8, frente a los 49,8 de diciembre, hasta máximos de seis meses.
"Tras seis meses consecutivos de contracción, la economía de la zona euro registró una expansión marginal a principios de 2023. El aumento de los niveles de actividad comercial estuvo acompañado de un crecimiento más fuerte del empleo, a medida que el mercado laboral de la región continuó mostrando un nivel notable de resiliencia, así como un fortalecimiento de la confianza empresarial", señala el informe hecho hoy público.
"Aunque los nuevos pedidos cayeron, en concordancia con la tendencia desde el verano de 2022, la tasa de declive fue la más lenta de este período. Los pedidos por completar también disminuyeron, particularmente en el sector manufacturero".
La inflación de los costes de los insumos continuó su tendencia a la baja, alcanzando su mínima de 21 meses, aunque los precios cobrados aumentaron a un ritmo ligeramente más rápido, pero también hasta su nivel más débil desde abril de 2021.
Las empresas de servicios han empujado al alza el indicador, ya que la producción industrial siguió cayendo, aunque el ritmo de contracción fue el más lento desde junio de 2022, mientras que la actividad del sector servicios aumentó por primera vez desde el verano pasado. Parece que la la economía alcanzó su punto más bajo en octubre, ya que los índices de producción del sector manufacturero y de actividad comercial del sector servicios han aumentado sostenidamente desde entonces.
De los países con datos del índice PMI compuesto disponibles, que e representan alrededor del 78% de la actividad total del sector privado de la zona euro, Alemania y Francia son los únicos que no logran alcanzar el nivel de los 50, pero el primero casi lo roza (49,9) y el segundo mantiene los 49,1. La economía de Alemania se estabilizó en general mientras que el sector privado francés continuó contrayéndose, aunque solo marginalmente. Encabezan la lista Irlanda, con 52, seguida de España (51,6) de Italia (51,2).
En España, concretamente, la analista de S&P Laura Denman apunta que el sector servicios empieza el año de manera relativamente positiva por la mejora de la demanda, y las empresas tienen la esperanza de que las condiciones sigan mejorando durante los próximos doce meses, por lo que contrataron personal por cuarto mes consecutivo. Pero sigue preocupando la presión de la inflación, ya que los precios de venta se aceleró en enero, aunque cayeron los precios de los costes hasta mínimos de 15 meses.
El crecimiento económico ha estado limitado entre los socios del euro por la debilidad de la demanda, ya que los nuevos pedidos en total cayeron por séptimo mes consecutivo, sobre todo manufactureros y de exportación, pero a su ritmo más débil y la demanda de servicios pone fin a un periodo de declive de seis meses. Fue particularmente pronunciada la caída de pedidos en el sector industrial. No obstante, los niveles de empleo aumentaron hasta máximos de tres meses y fue positiva en los dos sectores.
De cara al futuro, las empresas de la zona euro se mostraron más optimistas en cuanto a las perspectivas para los próximos doce meses y la confianza mejora hasta su máxima de nueve meses, aunque todavía por debajo de febrero de 2022, antes de la invasión de Rusia a Ucrania.
No olvidar los riesgos
Chris Williamson, economista jefe de S&P Global , apunta que "la reanudación del crecimiento de la actividad total empresarial, aunque marginal, es una buena noticia y sugiere que la zona euro podría escapar de una recesión". El alivio de la preocupación del mercado energético a corto plazo generado por los subsidios, la disminución de los precios y un invierno templado, la confianza empresarial también ha mejorado, aumentando la esperanza de que la recuperación cobrará fuerza en los próximos meses.
No obstante, sigue siendo demasiado pronto para ignorar por completo los riesgos: el impacto de la subida de los tipos de interés y los pedidos pendientes acumulados durante la pandemia, fundamentalmente.
"El aumento de la demanda debe acelerarse para impulsar un repunte más sólido (...) Queda por ver si la zona euro puede aprovechar la expansión marginal observada en enero o si podríamos ver una repetición de lo acontecido en 2012, cuando el alentador regreso al crecimiento al comienzo del año fue frágil y dio paso a una nueva desaceleración".
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Moscú, que ha advertido contra este tipo de acciones, intensificó su amenaza de una respuesta nuclear a los ataques convencionales.
México reportaría su tercer mes consecutivo de contracciones, aunque a una menor tasa. En agosto, el retroceso fue de 0,3%