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La llegada de Amazon a Argentina fue anunciada con una inversión estimada en US$800 millones para un centro de servicios
A pesar de los intensos rumores que aseguraban que el gigante de los servicios en la nube se instalaría en nuestro país, Amazon Web Services (AWS) presentó sus planes para 2020 sin descuidar sus operaciones en América latina pero sin ningún indicio de que hacer pie en territorio argentino con infraestructura. “Tenemos un compromiso muy fuerte con la Argentina pero constantemente hacemos evaluaciones de dónde podemos estar y dónde conviene”, le dijo oportunamente a Infotechnology el brasileño Marcos Grilanda, responsable de la compañía en la región.
La llegada de Amazon fue confirmada en su momento por el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, y la inversión está estimada en US$800 millones. Para lograrlo, la provincia de Buenos Aires le adjudicó a la compañía creada por Jeff Bezos espacios en la mencionada zona franca, de acuerdo a lo que se publicó en el Boletín Oficial bonaerense el pasado 24 de octubre de 2019. Desde el 31 de octubre pasado corrían 360 días para comenzar a construir, ahora el tiempo corre y quedan pocos días. Cabe recordar además que en junio de 2019, AWS anunció que instalará en el país un CloudFront Edge, un centro para dar una mejor y más segura prestación a sus clientes de la región.
La situación local, desde entonces, se complicó cada vez más. Las sucesivas crisis cambiarias, el cambio de Gobierno y la inestabilidad derivada de las modificaciones en las reglas de juego dejaron la iniciativa en stand by, como publicó Infotechnology en febrero. Y, como era de prever, ahora comenzaron a sonar otros países con mejor clima de negocios como destinos posibles para el ambicioso proyecto.
El último antecedente de este nuevo clima de negocios es la sanción del DNU sobre los servicios de telecomunicaciones: en el caso de que Amazon estuviera ya operando en el país, con su división de web services, se vería afectado por esta normativa en el sentido de que sus costos dependen -en parte- de cuánto puedan operar y facturar las empresas de telecomunicaciones (en particular, internet). Pero no es la única razón: la crisis de la pospandemia y las trabas cambiarias ponen en jaque su modelo de negocios.
Hay dos países que se puede considerar como alternativas viables a la Argentina: Chile y Uruguay. La Banda Oriental cuenta con un régimen de importación especial, incentivos tributarios y un sistema legal estable. Además, no cuenta con los problemas de Argentina en relación al giro de divisas y el movimiento cambiario. El otro gran candidato es Chile, que compitió con Argentina durante las primeras conversaciones con la empresa del hombre más rico del mundo.
Chile cuenta con condiciones económicas y tributarias más fluidas, apertura comercial y la existencia de convenios de colaboración para la inversión en proyectos a largo plazo. El país ya fue elegido por Google para convertirse en una "región cloud", la segunda en América Latina después de la inaugurada en San Pablo en 2017, y una de las 23 que la compañía tiene en todo el mundo. El vecino país ya cuenta con otros players importantes que pusieron sus centros de datos en ese país, como Movistar, Claro, IMB, Intersystem, Sonda, Adexus y GTD.
Sin embargo, hay esperanzas para Argentina. En una coyuntura compleja como la latinoamericana, siempre hay dudas de qué pasos van a dar las grandes compañías extranjeras y si decidirán seguir acompañando a la región en medio de una crisis. Para Peter DeSantis, vicepresidente de Infraestructura Global y Asistencia a clientes de Amazon Web Services, “estamos entusiasmados con las posibilidades que brinda América latina y por eso debutamos con la región brasileña, que fue una de las primeras que se crearon fuera de los Estados Unidos, ya hace varios años. Nuestra sospecha era que tendríamos mucho crecimiento en esa zona del mundo y no nos equivocamos, por lo que anticipo que pronto tendremos anuncios muy interesantes”.
La empresa explicó a Infotechnology el año pasado que el pronóstico negativo de nuestra economía no es por ahora preocupante: “¡Hoy todo el mundo está en recesión! No nos parece una excusa suficiente como para dejar de apostar en aquellas cosas en las que creemos. Es una de las características de Amazon: somos muy pacientes, no nos inquietamos si algo anda mal por un tiempo, sabemos esperar. Entendemos que todos los países pasan por buenas y malas rachas. Sucede en los Estados Unidos pero también en América Latina, así que vamos a seguir apostando fuerte”. Lo cierto es que, con poco tiempo en el reloj, la inversión está más lejos de concretarse.
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