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El dólar estadounidense avanzó el martes, con el peso mexicano y el dólar canadiense entre los que tuvieron el peor desempeño
El presidente electo Donald Trump prometió aranceles adicionales a México, Canadá y China, sacudiendo los mercados con sus primeras amenazas específicas a los principales socios comerciales de Estados Unidos desde su victoria electoral hace tres semanas.
Trump dijo que impondría aranceles adicionales de 10% a los productos de China y aranceles de 25% a todos los productos de México y Canadá, en publicaciones en su red social Truth Social el lunes.
El dólar estadounidense avanzó ampliamente el martes, con el peso mexicano y el dólar canadiense entre los que tuvieron el peor desempeño.
Los bonos del Tesoro estadounidense cayeron, y el rendimiento de los bonos a 10 años subió dos puntos básicos a 4,3%, revirtiendo parcialmente la reacción a la nominación de Scott Bessent la semana pasada como secretario del Tesoro, que pesó sobre el dólar e impulsó a los bonos estadounidenses en medio del optimismo de un enfoque más mesurado en las relaciones comerciales.
Las amenazas de Trump, que podrían afectar al mercado, fueron un duro recordatorio de que planea ejercer su autoridad arancelaria, o al menos amenazar con usarla, como palanca contra aliados y adversarios por igual. Es otra señal de su ruptura con el orden internacional en el que los aranceles bajos son el objetivo y existen reglas para desalentar los excesos de las medidas comerciales punitivas.
En sus publicaciones en Truth Social, Trump presentó los nuevos impuestos a las importaciones como necesarios para frenar el flujo de inmigrantes y drogas ilegales a través de las fronteras.
Acusó a China de no cumplir sus promesas de instituir la pena de muerte para los traficantes de fentanilo, y escribió que "las drogas están llegando a nuestro país, principalmente a través de México, a niveles nunca antes vistos".
“Hasta que dejen de hacerlo, le cobraremos a China un arancel adicional de 10%, además de cualquier arancel adicional, sobre todos sus numerosos productos que ingresan a los Estados Unidos de América”, dijo Trump.
En otra publicación, el presidente entrante también prometió aplicar a México y Canadá un arancel del 25% sobre “TODOS los productos”, y afirmó que firmaría una orden ejecutiva a tal efecto en su primer día en el cargo.
“Como todos saben, miles de personas están cruzando México y Canadá, llevando la delincuencia y las drogas a niveles nunca antes vistos”, dijo. “¡Este arancel permanecerá en vigor hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país!”
Poco después de la publicación de Trump, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se puso en contacto con el presidente electo y los dos líderes mantuvieron una llamada telefónica para hablar sobre seguridad fronteriza y comercio, según un funcionario del gobierno con conocimiento del asunto.
Trudeau le señaló a Trump que el número de migrantes que cruzan la frontera canadiense hacia Estados Unidos es minúsculo en comparación con los que cruzan desde México, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
Canadá dijo que está trabajando estrechamente con las agencias policiales estadounidenses todos los días para interrumpir el “flagelo del fentanilo procedente de China y otros países”, según una declaración de la viceprimera ministra Chrystia Freeland y el ministro de Seguridad Pública Dominic LeBlanc.
Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Estados Unidos, afirmó que la cooperación económica y comercial entre ambos países es mutuamente beneficiosa. “Nadie ganará una guerra comercial o una guerra arancelaria”, escribió en una publicación de X.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing dijo en un comunicado el martes que China ha brindado apoyo a la lucha de Estados Unidos contra el fentanilo, que es un “problema de Estados Unidos”, aunque no mencionó ninguna represalia comercial planeada.
Representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores y Economía de México, así como del Ministerio de Comercio de China, no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Los portavoces de Trump no respondieron de inmediato a una pregunta sobre si habría exenciones a los aranceles.
Trump hizo campaña con la promesa de implementar aranceles amplios, prometiendo aumentar los aranceles al 60% para todos los bienes importados de China y hasta 20% para los traídos del resto del mundo; políticas que, según él, ayudarán a presionar a las empresas para que repatrien empleos manufactureros a Estados Unidos y aumenten los ingresos para el gobierno federal.
El presidente Joe Biden ya ha aumentado los aranceles sobre una variedad de importaciones chinas este año, incluidos semiconductores, células solares y minerales críticos, con tasas que van desde 25% para las baterías hasta 100% para los vehículos eléctricos. La medida fue la culminación de una revisión de los aumentos de aranceles de Trump en su primer mandato, ninguno de los cuales fue revertido.
Si bien no estaba claro cómo la amenaza de aranceles de 10% de Trump a China encajaba con sus declaraciones anteriores que pedían aranceles aún más altos, los analistas vieron esto como una táctica inicial dirigida al problema de las drogas.
“Esto no significa necesariamente que los aranceles del 60% prometidos por Trump a todas las importaciones chinas estén descartados”, dijo Neil Thomas, investigador de política china en el Centro de Análisis de China del Instituto de Política de la Sociedad Asiática.
“China manifestará su oposición y considerará una represalia limitada, pero es probable que responda con cautela al principio a las amenazas de Trump, hasta que tenga una mejor idea del equilibrio entre la confrontación y la negociación en su segundo mandato”.
Si bien los expertos en salud pública dicen que las sobredosis de fentanilo siguen siendo un problema importante, los datos provisionales publicados a principios de este mes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades mostraron una caída de 14% en las muertes por sobredosis de drogas entre junio de 2023 y junio de 2024.
El presidente Biden elogió la cooperación entre Estados Unidos y China en materia de lucha contra los estupefacientes este mes durante una reunión con su homólogo Xi Jinping en Perú.
Un aumento de los aranceles en América del Norte afectaría a la industria automotriz y a otros sectores de consumo, incluido el de alimentos, en los que los tres países están altamente integrados.
El sector automotor de México está particularmente expuesto a un conflicto comercial con Estados Unidos, al igual que las fábricas que exportan productos electrónicos, plásticos y otros bienes manufacturados a los consumidores estadounidenses.
México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos a medida que la participación de China en las importaciones disminuyó en los últimos años. El gobierno mexicano estima que actualmente hay un comercio total anual entre las naciones de US$800.000 millones.
Las industrias automotrices de Canadá y Estados Unidos están tan entrelazadas y trabajan con márgenes de ganancia tan estrechos que un arancel de 25% “no es una conversación real”, dijo Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Piezas Automotrices, un grupo industrial canadiense.
“El presidente electo ha hecho lo que es famoso por hacer, que es tratar de generar debate. La única sorpresa es lo pronto que lo ha hecho”, dijo Volpe. “Lo que aprendimos en el primer mandato es que utiliza una retórica fuerte, una retórica pública. Pero las negociaciones siempre son difíciles, pero razonables, y sólo les estoy diciendo a todos que sean pacientes”.
Un arancel de 25% aplicado a todas las importaciones de Canadá ejercería presión sobre los costos de la energía.
El petróleo, el gas y otros productos energéticos son las principales exportaciones de Canadá a su vecino del sur; es, con diferencia, el mayor proveedor externo de crudo de Estados Unidos. Wilbur Ross, ex secretario de Comercio de Trump, dijo a principios de este mes que no tendría sentido imponer aranceles a la energía canadiense.
La medida sobre México y Canadá reavivará una disputa comercial que se mantuvo latente en todo el bloque continental durante el primer mandato de Trump, donde forzó una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte e impuso aranceles a ciertos sectores, incluido el acero.
En la actualidad, el nuevo pacto comercial, conocido como Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, permite el comercio libre de impuestos en una amplia gama de sectores. No está claro qué recurso tendrían los importadores estadounidenses, que pagarían los impuestos, en virtud del pacto para evitar cualquier gravamen.
Además de Bessent, Trump aún tiene varios puestos económicos importantes que cubrir en su administración. Uno de los principales arquitectos de la agenda arancelaria de Trump, el ex representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer, aún no ha conseguido un puesto en el segundo mandato.
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