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Altos costos en una dieta saludable, la inseguridad alimentaria, obesidad y malnutrición son algunos de los problemas expuestos en el informe.
En América Latina 1 de cada 5 personas no puede acceder a una dieta saludable. Entre 2015 y 2021 la cifra de inseguridad alimentaria aumentó 16%, al igual que los índices de obesidad y malnutrición. Las cifras reveladas por el nuevo informe de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, que abre una gran preocupación sobre la alimentación en la región.
En el informe presentado el pasado 18 de enero, dejó varios indicadores importantes, uno de ellos es el hecho de que en Latinoamérica 131,3 millones de personas no pueden acceder económicamente a una alimentación adecuada, pues tiene el costo más alto de una dieta saludable comparado con otras regiones del mundo, teniendo la actual coyuntura de inflación global.
Los datos evidencian como entre 2015 y 2021 la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe tuvo un aumento de casi 100 millones de personas y las cifras de hambre en la región son más preocupantes, pues pasaron de 43,3 millones a 56,6 millones, una “incongruencia” según el Subdirector General y Representante Regional de la FAO, Mario Lubetkin.
“Es una paradoja considerando que la región podría producir alimentos para más de 1300 millones de personas, que es casi el doble de la población en la región”, agregó.
Según la información en Colombia, Paraguay y Surinam la prevalencia de la subalimentación superó el 8%. Sin embargo, en Colombia la cifra de aumento de obesidad en adultos fue de 20%.
Los datos en menores reflejan una grave problemática alimenticia en Latinoamérica y el Caribe pues, según el informe, hubo una evolución significativa en la desnutrición crónica en niños menores de 5 años, y a su vez 3,9 millones de niños y niñas del mismo rango de edad padecen sobrepeso en la región. Estas cifras evidencian el claro aumento de la inequidad.
Lubetkin declaró en la presentación del informe que la región atraviesa por grandes retos debido al aumento en las cifras de inseguridad alimentaria y hambre, las cuales son consecuencia de las desigualdades de ingresos, la pandemia por covid-19, el cambio climático, la guerra y una grave crisis económica.
La organización advierte que los hogares más vulnerables gastan la mayoría de su presupuesto en comida y si los precios de alimentos saludables siguen incrementándose, se generaría una grave afectación a esta población, puesto que se provocaría la disminución en la cantidad y calidad de los alimentos adquiridos.
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