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En los primeros cinco años de la administración del presidente López Obrador ocurrieron 34.990 incendios
Durante los primeros cinco años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se registraron 1.868 incendios forestales menos que los reportados durante el mismo periodo del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, sin embargo, el número de hectáreas afectadas aumentó más de un millón 700.000.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), durante los primeros cinco años de la administración de Peña Nieto ocurrieron 36,858 incendios forestales que afectaron a un millón 656.424 hectáreas. En tanto, en los primeros cinco años de la administración del presidente López Obrador ocurrieron 34.990 incendios, pero con una afectación de tres millones, 456.040 hectáreas (1,79 millones más).
Eso quiere decir que durante los primeros cinco años del gobierno de Peña Nieto cada año se afectaron, en promedio, 331.284 hectáreas y con López Obrador 691.208.
Los registros indican que, entre 2018 y 2023, el número de incendios forestales se mantuvo en un rango de entre 6.719 y 7.611, sin contar 2020, cuando, debido a las medidas de confinamiento determinadas por las autoridades para contener la pandemia de la Covid-19, bajaron a menos de 6.000.
Lo que sí se ha incrementado considerablemente es el número de hectáreas afectadas, al pasar de 488.164 en 2018 a un 1,04 millones, lo que significa una variación de 114.57%.
Dicho de otra forma, mientras en 2018, en promedio cada día el fuego consumió 1.337 hectáreas, en 2023 diariamente consumió 2.869 hectáreas.
Llama la atención el incremento registrado el año pasado, pues el número de superficie afectada pasó de 735.302 reportadas en 2022 a un 1,047 millones hectáreas.
Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto lo máximo que se había reportado al año fueron las 726.361 registradas en 2017 y llamaron la atención sobre todo porque un año anterior a ese el registro fue de 272.776 hectáreas.
Si se revisan los registros de Conafort desde 1970, jamás se había rebasado el millón de hectáreas afectadas en un año. El máximo alcanzado en los últimos 53 años eran 956.405 en 2011 que era el único año que se habían rebasado las 900.000.
El viernes 5 de abril pasado, la Conafor reportó que, hasta las 11 horas de ese día, había 71 incendios forestales activos, que afectaban 23.802 hectáreas en 19 estados. 20 incendios ocurrían en Áreas Naturales Protegidas y había un equipo de 2.225 combatientes.
Entre el 1 de enero y el 4 de abril de 2024, se han registrado 1.699 incendios forestales en 26 entidades federativas, en una superficie de 68.539.07 hectáreas.
Las entidades federativas con mayor presencia de incendios fueron: Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala, Durango, Veracruz, Morelos, Chiapas, Jalisco y Guerrero, que representan 87% del total nacional.
Los estados con mayor superficie afectada fueron: Guerrero, Chiapas, México, Oaxaca, Durango, Puebla, Chihuahua, Yucatán, San Luis Potosí y Tlaxcala, que representan 92% del total nacional.
Las cinco entidades que en lo que va del año han registrado más incendios son Morelos 61; Ciudad de México 36; Chiapas 28; Guerrero 17 y Colima 13.
En tanto, las que han registrado más afectaciones por superficie afectada son Guerrero 6,280.81 hectáreas; Chiapas 4,510.24; Morelos 385.40; México 329.07 y Tamaulipas 240.00.
Gobierno destina menos presupuesto y aplica modelo errado, afirman
Para algunos consultores del sector, parte de la respuesta a la pregunta ¿qué explica el considerable aumento en el número de hectáreas afectadas por los incendios forestales? Está en el presupuesto.
De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, para 2024 el gasto total para la Conafor será de US$162 millones, una reducción de 49,8% en términos reales, respecto de los US$323 millones (ajustados por inflación), autorizados en 2018, último año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
A precios corrientes, la caída en el presupuesto es de 33,1% comparado esos dos años, pero al descontar la inflación la caída es de 49,8%
Carlos Álvarez Flores, experto en gestión de residuos y cambio climático explicó lo que ha sucedido con el presupuesto de la Conafor de la siguiente manera: El Presidente Vicente Fox creó la comisión y durante su administración asignó US$535 millones de presupuesto; durante el sexenio del presidente Felipe Calderón el presupuesto del organismo fue de US$2.040 millones, con Enrique Peña Nieto US$2.285 millones y en lo que va de la administración del presidente López Obrador US$795 millones .
El consultor ambiental llama la atención que la Conafor divide su presupuesto en cinco áreas: Manejo forestal comunitario y cadenas de Valor; Plantaciones forestales comerciales y sistemas agroforestales; Restauración forestal de microcuencas y regiones estratégicas; servicios ambientales y Protección Forestal.
Ésta última es la encargada de combatir los incendios forestales y, según el consultor, durante los últimos 23 años ha recibido menos de US$121,5 millones , los cuales, por mucho, no son suficientes para detener el grave problema de pérdida de cubierta vegetal ocasionado por los incendios forestales.
En su opinión, se necesitarían alrededor de 20.000 millones anuales para esa actividad en específico, con el fin de contar con el personal y equipo suficiente que se requiere para ese tipo de tareas.
Según información de la propia Conafor esa institución cuenta actualmente con una fuerza de tarea integrada por 423 brigadas con 4.193 combatientes. A este equipo se suman 12,120 combatientes que pertenecen a brigadas de las comunidades beneficiarias, dando un total de 16,313.
Cuenta con un sistema de alertas tempranas con información satelital que detecta puntos de calor, 130 campamentos, 70 torres de control, 487 vehículos, 60 carros bomba. A eso se suma el apoyo que recibe de las secretarías de Defensa Marina, Conagua y de los gobiernos estatales para el uso de helicópteros con helibaldes, en caso de ser necesario.
En ese sentido, Álvarez Flores llamó la atención en que para el combate a los incendios forestales es importante la velocidad de respuesta. “A un incendio forestal se debe llegar en los primeros 50 minutos, pero en México llegan tres, cuatro y hasta seis horas después de iniciado”.
Los reportes de la Conafor señalan que en 2018 los incendios se detectaban, en promedio en 37 minutos, las brigadas llegaban en una hora y 46 minutos y duraban un promedio de 11 horas con 40 minutos. En 2024, al corte del 28 de marzo, se detectaban en 46 minutos, llegaban en dos horas y 53 minutos y duraban 16 horas y 45 minutos.
Para el experto, todos estos indicadores demuestran que el modelo seguido hasta ahora para prevenir y combatir los incendios forestales es equivocado e insuficiente.
“El modelo es fallido; hay que cambiar el modelo de gestión”. “Además, es evidente que hoy hay un abandono de la responsabilidad”.
Por su parte, José Germán Flores Garnica, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INIFAP) consideró que, en general en México, desde hace varios años, se ha ido estructurando y formando un buen sistema para la prevención y combate de incendios forestales.
Dijo que, a diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos y Canadá, en México alrededor de 98% de los incendios forestales son causados por actividades humanas, como la agricultura, el pastoreo, el campismo, entre otros.
Esto implica que la prevención se defina considerando una perspectiva social, lo cual se ha venido trabajando principalmente a través de estrategias de educación ambiental y de fomentar el conocimiento de la legislación al respecto.
Esto va aunado a toda una serie de labores preventivas en campo relacionadas al manejo de combustibles, como son el establecimiento de brechas cortafuego, líneas negras (brechas donde se quema el material combustible), implementación de quemas prescritas, entre otras.
A su vez, Lilia de Lourdes Manzo Delgado, investigadora del Laboratorio de Análisis Geoespacial del Instituto de Geografía de la UNAM, expuso que el incremento en el número de incendios ocurridos durante los últimos meses está asociada a la presencia de fenómenos meteorológicos extremos, ocasionados por los efectos del cambio climático, principalmente el fenómeno del Niño, que hace que las temperaturas de la superficie sean más cálidas, así como la presencia de olas de calor, además de las actividades humanas en las zonas donde han ocurrido.
Eso, además de las condiciones generadas durante los últimos años, por ejemplo, la acumulación de restos de vegetación seca en el suelo que enciende con facilidad y la ausencia de humedad en el suelo.
Destacó que 2024 o lo que va de él se ha caracterizado por ser un año muy seco, lo cual se tradujo en la generación de incendios de magnitud considerable en marzo.
La académica comentó que, a partir de 1998, cuando ocurrió una temporada de incendios forestales muy fuerte, que ocasionó la pérdida de 849.632 hectáreas de cubierta vegetal, diversas instituciones educativas han incrementado sus investigaciones en la materia, lo cual ha generado que cada vez más el combate de los incendios forestales sea con base en conocimiento.
“Estos sistemas de monitoreo han permitido que las dependencias que tienen que tomar decisiones, sean más acertadas”.
Por ejemplo, han hecho análisis de energía liberada por el incendio y se ha puesto a disposición de quienes coordinan las estrategias de combate a incendios.
Manzo Delgado destacó que esos instrumentos han permitido detectar que hay muchos incendios que no se reportan.
De acuerdo con información de la UNAM, México cuenta, al menos, con dos sistemas de alerta temprana para monitorear los incendios dos veces al día, mismos que utilizan imágenes Modis (Espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada) y VIIRS (Conjunto de radiómetros de imágenes infrarrojas visibles).
El primero de ellos, es el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales, a cargo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad desde el año 2000, aproximadamente.
El segundo, es el Sistema de Predicción de Peligros de Incendios Forestales (SPPIF), coordinado por la Comisión Nacional Forestal, en colaboración con la Universidad Juárez del Estado de Durango, donde además de identificar los incendios con las imágenes Modis y VIIRS elaboraron una serie de índices para observar cuál es la región más seca y con mayor probabilidad de que ocurra un incendio, incluyendo diversas variables meteorológicas.
El Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT) del Instituto de Geografía, desarrolló el algoritmo de detección de puntos de calor para monitorear incendios y quemas agropecuarias de gran extensión, en tiempo casi real, con base en imágenes del Sensor de Imágenes Avanzado (Generador de imágenes de referencia avanzado, ABI por siglas en inglés) del satélite geoestacionario GOES-16.
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